ÉTICA UL 2024-1

147 comentarios sobre “ÉTICA UL 2024-1

  1. La ética presocrática se enfoca en la búsqueda de explicaciones racionales sobre la naturaleza y el cosmos, mientras que la ética socrática, influenciada por Sócrates, pone énfasis en la importancia del autoconocimiento y la reflexión para alcanzar la virtud y una vida ética. Estas corrientes éticas marcaron un hito en la historia de la filosofía, sentando las bases para el desarrollo posterior de la ética occidental.

    1. la ética ha evolucionado con nuestras percepciones morales. Desde los presocráticos, como Tales y Anaximandro, que investigaron lo justo e injusto en la naturaleza, hasta el enfoque moderno en la virtud y el conocimiento, hemos recorrido un camino filosófico extenso. Hoy, la globalización y la interconexión digital presentan desafíos únicos, requiriendo la adaptación de principios éticos universales. Debemos fusionar la sabiduría ancestral con las necesidades contemporáneas, buscando un equilibrio que dirija nuestra conducta hacia un futuro sostenible. La ética presocrática se enfocaba en la naturaleza y el cosmos, mientras que la ética socrática, liderada por Sócrates, se centraba en la moralidad individual y el autoconocimiento. Ambas tradiciones han influido profundamente en la filosofía occidental.

  2. A lo largo de la historia, la ética ha tejido un intrincado tapiz que refleja la evolución de nuestras percepciones morales. Desde las inquisiciones de los pensadores presocráticos, como Tales y Anaximandro, quienes exploraron las raíces de lo justo y lo injusto en la naturaleza, hasta el legado actual en torno a la virtud y el conocimiento, hemos transitado por un camino filosófico fascinante. Sin embargo, el panorama ético contemporáneo presenta desafíos únicos, pues nos encontramos en una era marcada por la globalización y la interconexión digital. La diversidad cultural y la rápida evolución tecnológica plantean preguntas cruciales sobre cómo adaptar y aplicar principios éticos universales en este mundo moderno. En este contexto, tenemos que reflexionar profundamente sobre cómo la sabiduría ancestral con las necesidades éticas actuales, buscando así un equilibrio que guíe nuestra conducta hacia un futuro ético y sostenible. Siendo así La ética presocrática la que se centraba en la naturaleza y el cosmos, buscando entender el orden del universo. En contraste, la ética socrática, impulsada por Sócrates, se enfocaba en la moralidad individual y el conocimiento propio a través del diálogo y la reflexión. Ambas perspectivas influyeron en el desarrollo del pensamiento ético en la filosofía occidental.

    -Santiago Almanza

  3. La ética presocrática refleja la fascinación de los filósofos que precedieron a Sócrates por comprender la esencia última del cosmos. Los milesios, como Tales y Anaximandro, se embarcaron en la tarea de explicar el origen y la sustancia primordial del universo, mientras que los pitagóricos vincularon la ética a la armonía matemática y la relación entre números y realidad.

    En contraste, los heraclitianos, liderados por Heráclito, resaltaron la noción del cambio constante y el conflicto como elementos fundamentales en la realidad. A pesar de estas distintas perspectivas, la ética presocrática se centraba más en la comprensión de la estructura del mundo que en proporcionar directrices morales específicas.

    Por otro lado, la ética socrática, propuesta por Sócrates, abandonó estas concepciones sobre la cosmogonía para centrarse en el individuo y la moralidad. Sócrates argumentaba que conocerse a uno mismo era esencial para alcanzar la virtud, abogando por el diálogo y la reflexión crítica como herramientas fundamentales para explorar y comprender la verdad moral. Su método dialéctico, conocido como la mayéutica, consistía en formular preguntas con el fin de guiar a otros hacia la autoexploración y la búsqueda de respuestas éticas.

    En resumen, mientras que la ética presocrática se ocupaba principalmente de explicar el universo, la ética socrática se enfocaba en la reflexión personal y el diálogo como medios para alcanzar la virtud y una vida ética.

  4. En el presente escrito tratare dos temas fundamentales en el desarrollo de la ética , como lo son la ética presocrática y la socrática.
    La ética presocrática: buscaba el interés cosmológico , el principio y la sustancia del universo , pero las investigaciones de estos primeros filósofos abarcaban tanto el funcionamiento del mundo natural como la sociedad humana , como sus religiones basándose en ese comportamiento ético , según los dioses que fueron bases en esos pensamiento de cosmo.
    Tratando un ejemplo de lo expuesto anteriormente podemos colocar a los presocráticos con sus atribuciones ( arje ) , tales de Mileto sostenía que el principio de todo era el agua , por otro lado anaximedes creía que el principio era el aire , al igual que todo presocrático sostenía una idea o planteamiento diferente.
    La ética Socrática :Sócrates siente principalmente la preocupación del hombre; esto no es nuevo, pues ya hemos Visto que es propio de los sofistas y de toda la época; pero Sócrates considera al hombre desde un punto de vista Distinto: el de la interioridad. Conócete a ti mismo, dice Sócrates; pon tu interioridad a la luz. Y esto trae un sentido Nuevo en Grecia, un sentido de reflexividad, de crítica, de madurez, con que el hombre griego se enriquece, aun cuando Ello le cueste perder algo del impulso ingenuo y animoso con que se habían vivido los primeros siglos de historia griega.
    En este sentido, si bien no se puede hablar de corrupción, es cierto que Sócrates alteró decisivamente el espíritu de la Juventud ateniense.

    Dilan Monsalve ~

  5. En el presente escrito tratare dos temas fundamentales en el desarrollo de la ética , como lo son la ética presocrática y la socrática.
    La ética presocrática: buscaba el interés cosmológico , el principio y la sustancia del universo , pero las investigaciones de estos primeros filósofos abarcaban tanto el funcionamiento del mundo natural como la sociedad humana , como sus religiones basándose en ese comportamiento ético , según los dioses que fueron bases en esos pensamiento de cosmo.
    Tratando un ejemplo de lo expuesto anteriormente podemos colocar a los presocráticos con sus atribuciones ( arje ) , tales de Mileto sostenía que el principio de todo era el agua , por otro lado anaximedes creía que el principio era el aire , al igual que todo presocrático sostenía una idea o planteamiento diferente.
    La ética Socrática :Sócrates siente principalmente la preocupación del hombre; esto no es nuevo, pues ya hemos Visto que es propio de los sofistas y de toda la época; pero Sócrates considera al hombre desde un punto de vista Distinto: el de la interioridad. Conócete a ti mismo, dice Sócrates; pon tu interioridad a la luz. Y esto trae un sentido Nuevo en Grecia, un sentido de reflexividad, de crítica, de madurez, con que el hombre griego se enriquece, aun cuando Ello le cueste perder algo del impulso ingenuo y animoso con que se habían vivido los primeros siglos de historia griega.
    En este sentido, si bien no se puede hablar de corrupción, es cierto que Sócrates alteró decisivamente el espíritu de la Juventud ateniense.

    Dilan

  6. La exploración de la ética presocrática nos sumerge en un fascinante viaje a las raíces filosóficas antiguas, donde pensadores como Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras y otros, delinearon sus percepciones éticas entrelazadas con sus teorías cosmológicas. La distinción clave de esta ética radica en la vinculación entre la virtud, la sabiduría y el conocimiento, marcando un cambio significativo al sustituir a los dioses convencionales por la razón y la lógica como principios fundamentales.

    La diversidad de perspectivas presocráticas revela un enfoque en la armonía con la naturaleza, la adaptación al cambio y el cuestionamiento de las representaciones divinas. Tales de Mileto, con su postulado sobre el agua como sustancia primordial, enfatiza la armonía y el equilibrio en la naturaleza, mientras que Pitágoras aboga por la virtud como camino hacia la liberación espiritual, promoviendo la transmigración de almas.

    Heráclito, con su filosofía del cambio constante, invita a la adaptación y a vivir en armonía con el «logos», mientras Parménides defiende la estabilidad como fundamento ético, argumentando que el cambio es ilusorio. Demócrito introduce la ética atomista, basada en la búsqueda de la tranquilidad y la ataraxia, y Anaxágoras destaca la importancia del pensamiento con el «nous» como principio ordenador. Empédocles aboga por la armonía y el equilibrio con su teoría de los cuatro elementos.

    La importancia de la ética presocrática no solo reside en sus enfoques éticos diversos, sino también en su contribución al desarrollo del pensamiento filosófico, sentando las bases para futuras reflexiones éticas y morales en la filosofía occidental.

    En contraste, la ética socrática, concebida por Sócrates, se caracteriza por su enfoque en la indagación, la autorreflexión y la búsqueda del conocimiento como vías hacia la virtud y la mejora moral. La naturaleza dialéctica y el método mayéutico destacan la importancia del diálogo y la colaboración en la búsqueda de la verdad. Sócrates sostiene que la virtud es conocimiento y que la ignorancia es la raíz del mal, abogando por la constante búsqueda de la verdad y la comprensión de lo bueno y justo.

    La ética socrática también subraya la autorreflexión y la autodisciplina como medios para alcanzar la virtud. Sócrates, a través de la ironía, fomenta la reflexión crítica y la búsqueda de conocimiento más profundo. La influencia de la ética socrática perdura en la concepción del aprendizaje como un proceso colaborativo y reflexivo, proporcionando principios para la mejora individual y la construcción de una sociedad más justa basada en la autorreflexión y el conocimiento ético. La huella de la ética socrática marca de manera duradera la filosofía moral occidental. En conjunto, la reflexión sobre ambas éticas revela un conjunto fundamental de ideas que ha moldeado la comprensión humana de la virtud, la sabiduría y la búsqueda de la verdad a lo largo de los siglos.

  7. La exploración de la ética presocrática nos sumerge en un fascinante viaje a las raíces filosóficas antiguas, donde pensadores como Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras y otros, delinearon sus percepciones éticas entrelazadas con sus teorías cosmológicas. La distinción clave de esta ética radica en la vinculación entre la virtud, la sabiduría y el conocimiento, marcando un cambio significativo al sustituir a los dioses convencionales por la razón y la lógica como principios fundamentales.

    La diversidad de perspectivas presocráticas revela un enfoque en la armonía con la naturaleza, la adaptación al cambio y el cuestionamiento de las representaciones divinas. Tales de Mileto, con su postulado sobre el agua como sustancia primordial, enfatiza la armonía y el equilibrio en la naturaleza, mientras que Pitágoras aboga por la virtud como camino hacia la liberación espiritual, promoviendo la transmigración de almas.

    Heráclito, con su filosofía del cambio constante, invita a la adaptación y a vivir en armonía con el «logos», mientras Parménides defiende la estabilidad como fundamento ético, argumentando que el cambio es ilusorio. Demócrito introduce la ética atomista, basada en la búsqueda de la tranquilidad y la ataraxia, y Anaxágoras destaca la importancia del pensamiento con el «nous» como principio ordenador. Empédocles aboga por la armonía y el equilibrio con su teoría de los cuatro elementos.

    La importancia de la ética presocrática no solo reside en sus enfoques éticos diversos, sino también en su contribución al desarrollo del pensamiento filosófico, sentando las bases para futuras reflexiones éticas y morales en la filosofía occidental.

    En contraste, la ética socrática, concebida por Sócrates, se caracteriza por su enfoque en la indagación, la autorreflexión y la búsqueda del conocimiento como vías hacia la virtud y la mejora moral. La naturaleza dialéctica y el método mayéutico destacan la importancia del diálogo y la colaboración en la búsqueda de la verdad. Sócrates sostiene que la virtud es conocimiento y que la ignorancia es la raíz del mal, abogando por la constante búsqueda de la verdad y la comprensión de lo bueno y justo.

    La ética socrática también subraya la autorreflexión y la autodisciplina como medios para alcanzar la virtud. Sócrates, a través de la ironía, fomenta la reflexión crítica y la búsqueda de conocimiento más profundo. La influencia de la ética socrática perdura en la concepción del aprendizaje como un proceso colaborativo y reflexivo, proporcionando principios para la mejora individual y la construcción de una sociedad más justa basada en la autorreflexión y el conocimiento ético. La huella de la ética socrática marca de manera duradera la filosofía moral occidental. En conjunto, la reflexión sobre ambas éticas revela un conjunto fundamental de ideas que ha moldeado la comprensión humana de la virtud, la sabiduría y la búsqueda de la verdad a lo largo de los siglos.

  8. En la ética presocratica podíamos encontrar una mayor inclinación hacía el orden del mundo y la cosmología en si, lo cual se traducía en un mayor interés sobre el universo, sus orígenes y la materia que habita en él, lo cual fue reforzado por figuras de la época como Anaximandro, Tales de Mileto y Anaximenes, los cuales con su conocimiento y experimentos encontraron las bases para fomentar lo que es la actual filosofía, la metafísica era un tema de debate constante en la época, y a su vez las distintas teorías elementales sobre el cosmos y el origen del universo eran fáciles de ver alrededor de Grecia y sus alrededores.

    En la ética socratica se tomó un enfoque más antropológico, a través del diálogo y la exploración de uno mismo Socrates enfatizó su búsqueda en el ser humano y como se desarrollaba a lo largo de su vida en diferentes aspectos, conocimiento por ejemplo, en lo cual sostenía que la ignorancia era el origen del mal y que alcanzar la comprensión profunda de qué somos es vital para lograr una vida virtuosa

  9. Etica Presocratica: son las ideas de los filosofos griegos a socrates, como los milesios, pitagoricos y sofistas. A menudo, sus reflexiones eticas estaban vinculadas a cuestiones cosogonicas y metafisicas, explorando la naturaleza del bien y el orden del universo, por ejemplo, los pitagoricos asociaban la armonia numerica con la virtud, mientras que los sofistas se centraban mas en la relatividad de la moralidad.

    Etica Socratica: se basa en las enseñanzas del filosofo griego Socrates, se centra en la busqueda del conocimiento y la virtud como medio para alcanzar la felicidad. Socrates afirmaba que la ignorancia era la raiz del mal y que conocer el bien conduciria a comportamienos eticos. Socrates afirmaba que la raiz del mal y que conocer el bien cundiciria comportamientos eticos.

  10. Buen inicio profe acerca de la clase como tal, me pareció oportuna su intervención… espero aprender mucho de esto. Gracias!

  11. La ética presocrática, representada por pensadores como Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras y otros, se centra en la conexión entre la virtud, la sabiduría y el conocimiento, desplazando a los dioses tradicionales en favor de la razón y la lógica.
    Diversos enfoques éticos presocráticos enfatizan la armonía con la naturaleza, el cambio constante y el cuestionamiento de las divinidades. Por ejemplo, Tales de Mileto destaca la armonía en la naturaleza, mientras que Pitágoras promueve la virtud como camino hacia la liberación espiritual.
    Heráclito enfatiza la adaptación al cambio, Parménides defiende la estabilidad y Demócrito busca la tranquilidad. Anaxágoras resalta el pensamiento como principio organizador, y Empédocles propone la armonía con su teoría de los cuatro elementos.
    La ética presocrática no solo ofrece diversos enfoques éticos, sino que también contribuye al desarrollo del pensamiento filosófico occidental, sentando las bases para futuras reflexiones éticas y morales.
    Por otro lado, la ética socrática, desarrollada por Sócrates, se centra en la indagación, la autorreflexión y la búsqueda del conocimiento como vías hacia la virtud y la mejora moral. Destaca la importancia del diálogo y la colaboración en la búsqueda de la verdad, y sostiene que la virtud es conocimiento.
    La ética socrática también enfatiza la autorreflexión y la autodisciplina, fomentando la reflexión crítica y la búsqueda de un conocimiento más profundo. Su influencia perdura en la concepción del aprendizaje como un proceso colaborativo y reflexivo, y marca de manera duradera la filosofía moral occidental.

  12. Asumiendo como ubicación teórica la Antigüedad, para reflexionar e indagar respecto a nociones generales sobre la ética, es necesario fijar una clasificación de las distintas nociones filosóficas que serán fundamentales en el desarrollo de este análisis. En primer lugar, se tendrá en cuenta, el llamado “Relativismo individual” de los Sofistas, priorizando especialmente las reflexiones de Protágoras, reconocido como el padre de esta corriente. También se pondrá en consideración las perspectivas de Sócrates y Aristóteles en relación a la ética. Por último, es importante dar un lugar a perspectivas que suelen quedar a un lado debido a que la interacción que se tiene con la ética como disciplina filosófica es principalmente occidental, para abrir un espacio fuera del conocimiento eurocentrista se tendrá en cuenta también, nociones como “El fin ético del individuo” propuesto por Confucio y también, argumentos respecto a “El hombre y la virtud” de Lao-Tse.
    Teniendo presente dichos referentes, desde los Sofistas se puede identificar que se utiliza conceptos como el bien y el mal como parte fundamental para comprender la ética, es aquí donde entra para los Sofistas el concepto del relativismo individual y social. Para Protágoras, el hombre es la medida de todas las cosas, por lo que es quien determina si algo es bueno o malo, verdadero o falso, lo injusto o lo justo, convirtiendo así la verdad y virtud en algo subjetivo. Es por esto que para los Sofistas era tan importante la retórica, debido a que a través de ella se podían abordar las diferentes verdades teniendo también, una finalidad persuasiva o estética.
    Sócrates, por su parte, mantuvo interés en puntos sobre la ética similares a los Sofistas, aunque su métodos para abordarlos fueron muy distintos, debido a que para el la moral no era relativa ni debía caer en un debate de escepticismo, proponía ver los asuntos de la moral desde la razón y ubicaba al relativismo como una excusa para justificar acciones poco éticas. Propuso que las prácticas morales debían ser guiadas por la razón, buscó con sus argumentos incentivar conseguir que la ética fuera una disciplina práctica y no meramente teórica, debido que para el, en ella estaba el camino hacia la felicidad.
    Para Aristóteles, el valor de la ética también estaba relacionado a la felicidad, según el, para obtener la felicidad existían distintos posibles caminos, entre esos se ubicó a el camino sensitivo, en donde se encontraban los placeres y deseos, en lo material estaba el dinero, pero este fue el camino más fácil de descartar debido a que el dinero era definido como un medio, no la felicidad misma, por lo que el camino correcto fue para él, la razón, debido a que este es el único que nos distingue del resto de animales, por lo cual para obtener la virtud frente a la moral se debía tener persistencia y repetición.
    Para Lao-tse el valor de la ética giraba entorno a la virtud, y esta se obtenía de formas muy distintas a las propuestas por los filósofos mencionados, el camino para la virtud en este caso se basaba en el crecimiento hacia adentro, esto acompañado por el poder de la quietud. En una postura similar tenemos a Confucio quien fijaba a la tolerancia como el camino de la virtud : ‘’Sólo con tolerancia se llegará a ser justo e imparcial’’ . Lo que muestra que los matices de la interpretación filosófica de la éticq si varía de occidente a oriente.
    En conclusión, el concepto de ética en la Antigüedad a pesar de qué, poseía variantes, estaba ligado a el bien y el mal, la virtud y la felicidad. El debate radica si estos factores son determinados por la sociedad, naturaleza o alguna parte del alma. Lo qué sí podemos afirmar es que la ética es una herramienta de medida para el valor humano.

    Elaborado por: María José Cueto García y Sebastián David Castillo Ahumada

  13. Ética teocéntrica: La ética medieval se caracterizó por ser teocéntrica, es decir, que Dios era el centro de la moral. La vida terrenal era vista como un camino hacia la vida eterna, y la ética se enfocaba en cómo alcanzar la salvación.

    Influencias: La ética medieval fue influenciada por:

    Teología cristiana: Los principios morales se basaban en las escrituras bíblicas y la tradición de la Iglesia.
    Filosofía griega: Se recuperaron las obras de filósofos como Aristóteles, que aportaron herramientas para el análisis moral.
    Filosofía árabe: Filósofos como Avicena y Averroes reinterpretaron el pensamiento aristotélico y contribuyeron al debate sobre la razón y la fe.
    Personajes:

    San Agustín de Hipona: Uno de los padres de la Iglesia, sus obras como «Confesiones» y «La Ciudad de Dios» sentaron las bases de la ética medieval.
    Santo Tomás de Aquino: Filósofo y teólogo, su obra «Summa Theologica» sintetiza el pensamiento cristiano y aristotélico. Propuso la ley natural como fundamento de la moral.
    Guillermo de Ockham: Filósofo franciscano, criticó el excesivo intelectualismo en la teología y defendió la importancia de la voluntad individual en la moral.
    Temas clave:

    La ley natural: Se consideraba que la ley natural, inscrita en la razón humana, era una guía para la conducta moral.
    Las virtudes: Se defendía la importancia de las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
    El libre albedrío: Se debatía sobre la relación entre la libertad humana y la gracia divina en la acción moral.
    Importancia: La ética medieval contribuyó a la formación de la tradición moral occidental, sentando las bases para el desarrollo de la filosofía moral moderna.

    Ejemplos:

    La ética caballeresca, que regulaba el comportamiento de los caballeros en la guerra y en la sociedad.
    La ética de las profesiones, que establecía normas de comportamiento para médicos, abogados y otros profesionales.
    Conclusión: La ética medieval fue un sistema complejo y rico que respondió a las necesidades y preocupaciones de una época marcada por la fe cristiana y la búsqueda de la salvación.

  14. La ética medieval retoma la filosofía
    socrática y aristotélica y les da una visión teológica, estas siendo las bases de la ética de esta época. Sus más grandes representantes fueron Santo Tomás de Aquino y San Agustín de Hipona. Entre las ideas más importantes que retomaron se encuentran las virtudes, el bien común, la búsqueda de la felicidad y la ley natural, todo esto desde un punto de vista espiritual, lo cual es un poco contradictorio, ya que aunque también se hablaba de libre albedrío, siempre las acciones tenían como fin último el encuentro con Dios, por ejemplo, cuando mencionaban las virtudes, se tomaban en cuenta aquellas que tenían mucha presencia en el texto sagrado, como la fé, fortaleza, templanza, etc. Esto también se ve presente en el concepto que tenían de bien común en esa época, siendo este influenciado por la visión cristiana. En general, fue una época un poco de retroceso se podría decir, ya que se frenaron muchos avances, tanto filosóficos como científicos, por darle prioridad a Dios y lo que este representaba.

  15. La ética medieval se basaba principalmente en la moral cristiana, influenciada por las enseñanzas de la Iglesia y los filósofos clásicos. Los principales personajes de la ética medieval fueron:

    ● Santo Tomás de Aquino: es Considerado uno de los mayores filósofos y teólogos medievales, Santo Tomás de Aquino desarrolló una ética basada en la ley natural y la ley divina, que buscaba conciliar la fe cristiana con la razón.

    ●San Agustín de Hipona: fue un importante pensador cristiano, San Agustín abordó cuestiones éticas como la naturaleza del pecado, el libre albedrío y la gracia divina, influenciando la moralidad de la Iglesia Católica durante siglos.

    Para finalizar la ética medieval se caracterizó por su enfoque en la moral cristiana, la conciliación entre fe y razón, y la importancia de la virtud y la rectitud en la conducta humana.

  16. La ética medieval se refiere al sistema ético desarrollado durante la Edad Media europea, que duró aproximadamente desde el siglo V al XV. Este período se caracterizó por el predominio del cristianismo, que tuvo un profundo impacto en la forma en que la gente pensaba sobre la moralidad. La ética medieval estuvo profundamente influenciada por el cristianismo. La creencia central del cristianismo es que Dios es el creador y sustentador del universo y que los humanos son creados a su imagen. Esto significa que los humanos tienen la obligación moral de vivir según las leyes de Dios

  17. La ética medieval, se ocupó de estudiar el bien moral y el fin último del ser humano. Se basó principalmente en la etica aristotélica, que concebía al bien como aquello que perfecciona a la naturaleza humana y o la felicidad como la actividad racional confrome a la virtud. Sin embargo, la ética medieval también incorporó elementos de la moral cristiana que concebía al bien como aquello que agrada a Dios y a la felicidad como la vision de Dios en el cielo. Asi la ética medieval combinó la virtud natural con la virtud sobrenatural, la ley natural con la ley divina y la felicidad terrenal con la felicidad celestial. Algunos de los autores más relevantes de la ética medieval fueron Agustin de Hipona, Tomas de Aquino.

    Algunas carateristicas de la etica en esta época son:
    *Distanciamiento de las cosas del mundo: en la ética cristiana medieval, el propósito del ser humano no está en este mundo. Los filosófos medievales sostenían que el amor a Dios era la condicion primordial para que el hombre alcanzara la perfeccion moral.
    *La valoración de la subjetividad: hace incapié en la subjetividad de cada individuo, con énfasis en conceptos como la libertad y la intención. A diferencia de la ética antigua, en la que el hombre griego estaba estrictamente ligado a la polis, la ética cristiana valora la relacion etre los individuos y Dios.

    Las influencias de la ética medieval:
    La ética medieval no surgió de la nada. Los filósofos medievales recibieron una gran influencia de los grandes filósofos y escuelas filosóficas griegas como el estoicismo, el aristotelismo y el platonismo.
    Los filósofos medievales adoptaron las antiguas teorias éticas que eran compatibles con la fé cristiana. Por ellos podemos afirmar que la ética medieval es una síntesis del pensamiento filosófico griego con el pensamiento cristiano

    Agregando algo más, lo que para mí resume esta ética medieval es la frase «la razón estaba en servicio de la fé».

  18. La ética en la filosofía antigua es un fascinante viaje a través de diferentes corrientes de pensamiento que han moldeado nuestra comprensión del bien y del deber moral a lo largo de la historia.

    En el mundo presocrático, figuras como Tales de Mileto o Heráclito exploraron la naturaleza del cosmos y del ser humano, buscando entender los principios fundamentales que rigen el universo. Su ética estaba estrechamente vinculada con la cosmología y la búsqueda de la armonía con la naturaleza.

    La ética socrática, por otro lado, centrada en la figura de Sócrates, representó un cambio significativo al desplazar el foco del estudio de la naturaleza hacia el hombre mismo. Sócrates instigó un cuestionamiento profundo sobre la moralidad y la virtud, abogando por la auto-reflexión y el conocimiento de uno mismo como camino hacia la excelencia moral.

    La ética antigua, en general, se caracteriza por un enfoque en la virtud, la sabiduría y la búsqueda de la felicidad a través de una vida bien vivida. Filósofos como Platón y Aristóteles elaboraron teorías éticas complejas que aún influyen en el pensamiento contemporáneo. Para Platón, la virtud estaba intrínsecamente relacionada con la idea de justicia y el conocimiento del bien, mientras que Aristóteles destacaba la importancia de la virtud como un hábito adquirido a través de la práctica y la razón.

    La ética medieval, por su parte, estuvo profundamente influenciada por la filosofía cristiana y la teología. Figuras como Agustín de Hipona y Tomás de Aquino fusionaron la filosofía griega con la teología cristiana, estableciendo un marco ético basado en la fe, la razón y la voluntad divina. La moralidad medieval estaba estrechamente ligada a la búsqueda de la salvación y la conformidad con la ley divina.

    En resumen, desde los presocráticos hasta la ética medieval, hemos visto una evolución en la comprensión de la moralidad, desde una exploración de la naturaleza y el cosmos hasta un enfoque en la virtud, la razón y la fe como guías para una vida ética y plena.

  19. ÉTICA MEDIEVAL
    La reflexión sobre la ética medieval nos invita a apreciar una época en la que las creencias religiosas y la estructura social se entrelazan para guiar la moral y la conducta de la sociedad. La centralidad de Dios como fuente y fundamento de la moralidad revela una búsqueda constante de la voluntad divina y la salvación, enfatizando la importancia de vivir de acuerdo con los principios cristianos.

    La estructura jerárquica de la sociedad medieval, fundamentada en un orden divino, refleja la idea de deberes y responsabilidades morales variadas según la posición social. La lealtad y la obligación hacia los superiores eran valores clave en este contexto, delineando un código ético que regulaba la convivencia y las interacciones sociales.

    El cultivar virtudes como la humildad, la caridad, la paciencia y la castidad era una orientación hacia un carácter moral sólido. Estas virtudes no solo eran consideradas como caminos hacia la santidad, sino también como elementos fundamentales para una vida en comunión con Dios.

    Es fascinante observar la unión entre la fe y la razón en la ética medieval, con filósofos como Santo Tomás de Aquino tratando de abordar ambos aspectos. Esto refleja un intento de juntar las verdades reveladas con el razonamiento lógico, destacando la complejidad del pensamiento moral en ese período.

    La fuerte influencia de la creencia en la vida después de la muerte destacaba la importancia de la ética como guía para prepararse para el más allá. Esta perspectiva tenía implicaciones profundas en la toma de decisiones y en la construcción de la vida cotidiana.

    La ética medieval no sólo cumplió un papel esencial en la espiritualidad individual, sino que también dejó una marca en la sociedad. La Iglesia Católica, como institución moral y espiritual, desempeñó un papel crucial en transmitir y promover estos principios éticos. Además, la ética medieval influyó en la legislación, la educación y las artes, contribuyendo a la formación integral de la sociedad medieval.

  20. En la ética medieval, especialmente durante la época scholastica, se fusionaron elementos de la filosofía clásica, principalmente aristotélica, con la teología cristiana. Figuras como Santo Tomás de Aquino jugaron un papel crucial al sintetizar la razón y la fe. La ética medieval se centraba en la búsqueda de la virtud como medio para alcanzar la excelencia moral. La teología moral influía en la comprensión de los actos buenos o malos, y se exploraban cuestiones como la relación entre la gracia divina y el libre albedrío humano. En resumen, la ética medieval combinaba elementos filosóficos y teológicos para abordar preguntas fundamentales sobre la conducta ética en el contexto de la cosmovisión cristiana de la época.

    ~Dilan monsalve

  21. EXPOSICIONES
    La summa teológica
    La «Summa Theologica» es una obra escrita por el influyente teólogo y filósofo cristiano medieval Tomás de Aquino. Este trabajo, que comenzó a escribirse en 1265 y quedó inconcluso tras su fallecimiento en 1274, es una de las piezas fundamentales tanto de la teología como de la filosofía occidental.
    Organizada en forma de preguntas y respuestas, la «Summa» aborda una amplia gama de temas que incluyen teología, filosofía, moral y metafísica. Tomás de Aquino empleó un enfoque filosófico conocido como escolasticismo, que combinaba la fe cristiana con la razón y la filosofía aristotélica.
    Entre los temas tratados en la obra se encuentran la existencia y naturaleza de Dios, la creación del mundo, la naturaleza del ser humano, la moralidad, la ley divina y humana, la gracia y la virtud, entre otros.
    A través de la «Summa Theologica», Tomás de Aquino buscó reconciliar la fe cristiana con la razón y la filosofía clásica, argumentando que tanto la verdad revelada por Dios como la alcanzada por la razón no pueden contradecirse, ya que ambas provienen de la misma fuente divina. Esta obra ha tenido un impacto duradero en el pensamiento cristiano y ha sido estudiada y comentada por numerosos teólogos, filósofos y académicos a lo largo de los siglos debido a su enfoque sistemático y su rigor intelectual.

    La ciudad de Dios:
    La «Ciudad de Dios» es una obra escrita por San Agustín, uno de los padres de la Iglesia y una figura influyente en el pensamiento cristiano. Compuesta entre los años 413 y 426, esta obra es considerada una de las más significativas en la historia del cristianismo y la filosofía occidental.
    En esta obra, San Agustín explora la naturaleza del mundo, la historia de la humanidad y el destino final del ser humano desde una perspectiva cristiana. Propone la existencia de dos ciudades en la tierra: la Ciudad de Dios y la ciudad terrenal. La primera representa a la comunidad de los fieles y aquellos que buscan la salvación divina, mientras que la segunda está formada por aquellos que buscan solo el placer terrenal y la satisfacción egoísta.
    San Agustín discute temas como la providencia divina, el pecado original, el libre albedrío, la gracia divina y el papel de la Iglesia en la historia humana. Además, ofrece una interpretación teológica de la historia, desde la creación del mundo hasta el juicio final, mostrando cómo la acción divina guía y da sentido a los eventos mundiales.
    La «Ciudad de Dios» ha tenido un impacto profundo en el pensamiento cristiano y en la teología occidental. Además de sus enseñanzas teológicas, la obra también aborda cuestiones filosóficas y políticas, influyendo en el pensamiento de figuras posteriores como Santo Tomás de Aquino y los filósofos de la Edad Media y el Renacimiento.

  22. La ética medieval tuvo su inicio en el siglo V hasta el siglo XV, durante este período la ética se vio principalmente influenciada por el cristianismo y de igual manera por la filosofía aristotélica. Esta consideraba la moralidad y la virtud como un pilar fundamental para alcanzar la vida eterna y la salvación, donde la iglesia estableció unas leyes morales las cuales los humanos debían seguir para tener una vida justa y piadosa con el fin de obtener esa salvación. Cada persona debía cumplir con una función en específica, una jerarquía social en la cual el individuo mediante sus capacidades y virtudes para cumplir con sus responsabilidades.

    Características de la ética medieval:

    • Teocentrismo: Dios como centro de todo, toda acción humana debe buscar la voluntad de Dios para obtener la salvación.
    • Dualismo: El mundo está en la constante lucha entre el bien y el mal, donde se busca el bien sobre el mal mediante los principios de la iglesia.
    • La Ética social: Evidencia la importancia del desarrollo de las virtudes morales.

  23. La ética renacentista es un período de la historia de la ética que estuvo marcado por un renovado interés en la ética y la filosofía antiguas. Este interés fue impulsado por el redescubrimiento de textos antiguos, como la Ética de Nicómaco de Aristóteles, que habían sido perdidos durante la Edad Media.

    Los filósofos renacentistas estaban interesados ​​en explorar las ideas de los antiguos sobre la buena vida y cómo vivirla. También estaban interesados ​​en aplicar estas ideas a su propio tiempo y lugar. Como resultado, la ética renacentista estuvo marcada por una mezcla de ideas antiguas y modernas.

    Una de las ideas más importantes de la ética renacentista fue el concepto de humanismo. El humanismo es la creencia de que los seres humanos son capaces de grandes cosas y que deben esforzarse por alcanzar su máximo potencial. Esta creencia contrastaba con la visión medieval del mundo, que enfatizaba la pecaminosidad y la debilidad humanas.

  24. La ética renacentista es un período de la historia de la ética que estuvo marcado por un renovado interés en la ética y la filosofía antiguas. Este interés fue impulsado por el redescubrimiento de textos antiguos, como la Ética de Nicómaco de Aristóteles, que habían sido perdidos durante la Edad Media.

    Los filósofos renacentistas estaban interesados ​​en explorar las ideas de los antiguos sobre la buena vida y cómo vivirla. También estaban interesados ​​en aplicar estas ideas a su propio tiempo y lugar. Como resultado, la ética renacentista estuvo marcada por una mezcla de ideas antiguas y modernas.

    Una de las ideas más importantes de la ética renacentista fue el concepto de humanismo. El humanismo es la creencia de que los seres humanos son capaces de grandes cosas y que deben esforzarse por alcanzar su máximo potencial. Esta creencia contrastaba con la visión medieval del mundo, que enfatizaba la pecaminosidad y la debilidad humanas.

  25. La ética renacentista se caracteriza por la búsqueda de la armonía entre la razón y la fe así como una fuerte influencia de las ideas humanistas. era una ética inspirada en las obras de pensadores como Platón, Aristóteles y Cicerón, quienes enfatizaron la importancia de la virtud, la dignidad humana y la excelencia personal.
    fue importante porque marcó un cambio en la forma de pensar de la gente. apartándose de la moral cristiana tradicional y permitiendo una mayor libertad para explorar ideas y expresar creatividad. Además, contribuyó al florecimiento del arte, la literatura y la filosofía durante el Renacimiento, lo que permitió un mayor desarrollo cultural e intelectual en Europa.

  26. – ÉTICA PRESOCRÁTICA:
    Se buscaba una explicación racional del mundo, siendo conocida como una etapa cosmológica la cual tuvo su surgimiento de especulaciones libres sin tener influencia en una serie de libros sagrados.
    Tuvo su origen en Grecia en el s. VI a.c.
    Algunos de los filósofos que participaron en esta etapa fueron Tales de Mileto, considerado como el primer filósofo presocrático, el cual partiendo del logos llegó a la conclusión de que todo tenía su origen en el agua. Otro filósofo participante fue Pitágoras, él hablaba sobre la inmortalidad del alma, también fue quien planteaba que los números eran seres inmutables y eternos, podrían considerarse como la esencia de las cosas.
    – ETICA SOCRÁTICA:
    a diferencia de la ética presocrática, la ética socrática fue una etapa antropomórfica, en la que el hombre era el centro de todo. En esta etapa de la historia de la ética se tenía como propósito explicar y entender la virtud y el bien, cuidar el alma sobre todas las cosas materiales, enfocados en el conocimiento interior el cual era la razón humana.
    Para su principal exponente, Sócrates, el conocimiento era sabiduría sobre aspectos divinos. Es así que la conexión entre conocimiento, virtud humana y divina es lo que correspondía al bien. Además, Sócrates le daba una gran importancia a la ciudad, tanto así que afirmaba que no se podía pensar en principios naturales o cosmología, mientras habían problemas en la polis.

  27. – ÉTICA PRESOCRÁTICA:
    Se buscaba una explicación racional del mundo, siendo conocida como una etapa cosmológica la cual tuvo su surgimiento de especulaciones libres sin tener influencia en una serie de libros sagrados.
    Tuvo su origen en Grecia en el s. VI a.c.
    Algunos de los filósofos que participaron en esta etapa fueron Tales de Mileto, considerado como el primer filósofo presocrático, el cual partiendo del logos llegó a la conclusión de que todo tenía su origen en el agua. Otro filósofo participante fue Pitágoras, él hablaba sobre la inmortalidad del alma, también fue quien planteaba que los números eran seres inmutables y eternos, podrían considerarse como la esencia de las cosas.
    – ETICA SOCRÁTICA:
    a diferencia de la ética presocrática, la ética socrática fue una etapa antropomórfica, en la que el hombre era el centro de todo. En esta etapa de la historia de la ética se tenía como propósito explicar y entender la virtud y el bien, cuidar el alma sobre todas las cosas materiales, enfocados en el conocimiento interior el cual era la razón humana.
    Para su principal exponente, Sócrates, el conocimiento era sabiduría sobre aspectos divinos. Es así que la conexión entre conocimiento, virtud humana y divina es lo que correspondía al bien. Además, Sócrates le daba una gran importancia a la ciudad, tanto así que afirmaba que no se podía pensar en principios naturales o cosmología, mientras habían problemas en la polis

  28. ÉTICA MEDIEVAL:
    Esta ética fue teocrática, teleologíca, teológica patrística y escolástica, siendo basada en la religión. Teleologíca porque busca el fin de la felicidad por medio de dios y teológica porque Dios es el centro de la reflexión ética. Es así que puede ser comprendida en los 10 mandamientos.
    Algunos aspectos característicos de esta época fueron:
    – el bien era considerado como aquello que se creía que podía ser agradable para Dios y la felicidad como aquella visión privilegiada de Dios en el cielo.
    – se basó principalmente en la ética aristotélica, la cual concebía al bien como aquello que perfecciona a la naturaleza humana y a la felicidad como la actividad racional conforme a la virtud. Es por esto que en esta etapa se estudiaba el bien moral y el fin último del ser humano.
    Algunos filósofos participantes fueron:
    San Agustín, con el libre albedrío, en lo que planteaba que Dios da el don de la libertad y las acciones humanas no están determinadas por un destino fatal, sino por la voluntad individual.
    Pedro Abelardo, quien plantea que todas las acciones se deben considerar neutras e indiferentes. Lo que determina si una acción es buena o mala, es la intención con la que la realiza el individuo.
    Kant, dice que la moral es una ley interna del individuo por la que todos están comprometidos a hacer el bien, el deber es siempre hacer el bien.

  29. – ÉTICA PRESOCRÁTICA:
    Se buscaba una explicación racional del mundo, siendo conocida como una etapa cosmológica la cual tuvo su surgimiento de especulaciones libres sin tener influencia en una serie de libros sagrados.
    Algunos de los filósofos que participaron en esta etapa fueron Tales de Mileto, considerado como el primer filósofo presocrático, el cual partiendo del logos llegó a la conclusión de que todo tenía su origen en el agua. Otro filósofo participante fue Pitágoras, él hablaba sobre la inmortalidad del alma, también fue quien planteaba que los números eran seres inmutables y eternos, podrían considerarse como la esencia de las cosas.
    – ETICA SOCRÁTICA:
    a diferencia de la ética presocrática, la ética socrática fue una etapa antropomórfica, en la que el hombre era el centro de todo. En esta etapa de la historia de la ética se tenía como propósito explicar y entender la virtud y el bien, cuidar el alma sobre todas las cosas materiales, enfocados en el conocimiento interior el cual era la razón humana.
    Para su principal exponente, Sócrates, el conocimiento era sabiduría sobre aspectos divinos. Es así que la conexión entre conocimiento, virtud humana y divina es lo que correspondía al bien. Además, Sócrates le daba una gran importancia a la ciudad, tanto así que afirmaba que no se podía pensar en principios naturales o cosmología, mientras habían problemas en la polis

  30. – ÉTICA PRESOCRÁTICA:
    En esta etapa, se buscaba una explicación racional del mundo, siendo conocida como una etapa cosmológica la cual tuvo su surgimiento de especulaciones libres sin tener influencia en una serie de libros sagrados.
    Tuvo su origen en Grecia en el s. VI a.c.
    Algunos de los filósofos que participaron en esta etapa fueron Tales de Mileto, considerado como el primer filósofo presocrático, el cual partiendo del logos llegó a la conclusión de que todo tenía su origen en el agua. Otro filósofo participante fue Pitágoras, él hablaba sobre la inmortalidad del alma, también fue quien planteaba que los números eran seres inmutables y eternos, podrían considerarse como la esencia de las cosas.
    – ETICA SOCRÁTICA:
    a diferencia de la ética presocrática, la ética socrática fue una etapa antropomórfica, en la que el hombre era el centro de todo. Tambien fue una ética de la sabiduría. En esta etapa de la historia de la ética se tenía como propósito explicar y entender la virtud y el bien, cuidar el alma sobre todas las cosas materiales, enfocados en el conocimiento interior el cual era la razón humana.
    Para su principal exponente, Sócrates, el conocimiento era sabiduría sobre aspectos divinos. Es así que la conexión entre conocimiento, virtud humana y divina es lo que correspondía al bien. Además, Sócrates le daba una gran importancia a la ciudad, tanto así que afirmaba que no se podía pensar en principios naturales o cosmología, mientras habían problemas en la polis.

  31. la ética presocrática ha evolucionado a lo largo de la historia, influyendo en una variedad de corrientes filosóficas y éticas en diferentes épocas y culturas. Su legado perdura en el pensamiento ético contemporáneo, recordándonos la importancia de cuestionar nuestras suposiciones, buscar la armonía y vivir con integridad y autenticidad.

  32. La ética en la antigüedad estaba profundamente arraigada en las enseñanzas filosóficas de diferentes culturas y civilizaciones. En la Grecia antigua, por ejemplo, los filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles tenían puntos de vista diversos pero fundamentales sobre la ética.

    Para Sócrates, la ética estaba centrada en la idea de la búsqueda del conocimiento de uno mismo, lo que él llamaba «conocimiento del bien». Creía en la importancia de la reflexión personal y el autoexamen como medios para vivir una vida virtuosa y ética.

    Platón, discípulo de Sócrates, desarrolló la teoría de las Formas, en la que postulaba la existencia de un mundo de formas perfectas e inmutables, incluyendo la Forma del Bien. Para Platón, la ética estaba intrínsecamente ligada a la búsqueda de estas formas ideales, y el objetivo era alcanzar la sabiduría y la virtud a través del conocimiento y la contemplación.

    Aristóteles, por su parte, centró su ética en la noción de la «felicidad» o eudaimonía, que se alcanza a través de la práctica de la virtud. Creía en la existencia de un conjunto de virtudes morales que debían ser cultivadas a lo largo de la vida para alcanzar el florecimiento humano. Aristóteles también enfatizó la importancia de la moderación y la búsqueda del justo medio en todas las cosas.

    Estos son solo algunos ejemplos de cómo los filósofos de la antigüedad abordaban la ética. Sus enseñanzas y reflexiones han influido profundamente en la ética occidental y continúan siendo objeto de estudio y debate en la filosofía contemporánea.

    -nathaly paternina sierra

  33. En la Edad Media, la ética estaba influenciada en gran medida por la filosofía y la teología cristianas, aunque también se vieron influencias de pensadores islámicos y judíos. Algunos de los principales filósofos de la época abordaron la ética desde diferentes perspectivas:

    1. San Agustín de Hipona: Como uno de los padres de la Iglesia, San Agustín integró las enseñanzas cristianas con la filosofía platónica. Para él, la ética estaba estrechamente relacionada con la búsqueda de Dios y la salvación del alma. Creía en la importancia de la virtud y la gracia divina para alcanzar la vida buena y moral.

    2. Santo Tomás de Aquino: Influenciado por el pensamiento de Aristóteles, Santo Tomás desarrolló una ética basada en la ley natural y la razón. Para él, la ética se fundamentaba en la búsqueda del bien común y la realización de la virtud, siguiendo el principio de la «ley divina eterna». También distinguía entre la ley divina, la ley natural y la ley positiva.

    3. Maimónides: Como filósofo judío, Maimónides integró la filosofía griega con la tradición judía. En su obra «La guía de los perplejos», abordó temas éticos como la búsqueda de la felicidad, la virtud y el papel de la ley en la vida moral. Consideraba que la ética estaba ligada al conocimiento de Dios y la observancia de la ley religiosa.

    4. Al-Farabi: Este filósofo islámico abordó la ética en su obra «La virtud de los ciudadanos». Propuso un modelo de sociedad ideal basado en la virtud y la sabiduría, donde el gobernante ejerce un papel central en la promoción del bien común y la justicia social.

    En resumen, en la Edad Media, la ética estuvo influenciada por una combinación de filosofía cristiana, islámica y judía, con un enfoque en la virtud, la ley natural y la búsqueda de la felicidad en conformidad con la voluntad divina.

    -nathaly paternina sierra

  34. La ética presocrática se refiere a las ideas éticas que surgieron en la filosofía griega antes de Sócrates. Aunque los presocráticos estaban más centrados en cuestiones cosmológicas y metafísicas, también expresaron algunas ideas sobre la moral y la conducta humana.

    Desde el punto de vista de los filósofos de la época, la ética presocrática era diversa y multifacética. Algunos de los filósofos presocráticos más destacados incluyen a Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Parménides y Empédocles.

    Por ejemplo, Heráclito hablaba sobre la importancia de vivir en armonía con la ley divina, expresada a través del Logos, que era el principio ordenador del universo. Heráclito enfatizaba la idea del cambio constante y la necesidad de aceptar el devenir como parte de la naturaleza de las cosas.

    Parménides, por otro lado, planteaba una visión más estática del universo, argumentando que el ser es inmutable y que el cambio es una ilusión. Desde esta perspectiva, la ética podría entenderse como la búsqueda de la estabilidad y la verdad en medio del mundo ilusorio de los sentidos.

    Empédocles, por su parte, hablaba sobre la importancia de cultivar la amistad (philía) y evitar el conflicto y la discordia en la sociedad humana. Él creía en la armonía como principio fundamental y abogaba por vivir en consonancia con la naturaleza y las leyes cósmicas.

    En general, la ética presocrática se caracterizaba por una variedad de perspectivas sobre la naturaleza de la realidad y el papel del ser humano en el universo. Aunque estos filósofos no desarrollaron sistemas éticos completos como lo hicieron los filósofos posteriores, sus ideas sentaron las bases para futuras reflexiones éticas en la filosofía griega y occidental.

    -nathaly paternina sierra

  35. La ética presocrática se centra en los filósofos griegos anteriores a Sócrates, quienes exploraron cuestiones fundamentales sobre la naturaleza del mundo y la moralidad. Filósofos como Tales de Mileto y Heráclito propusieron explicaciones sobre el cosmos y la conducta humana basadas en principios naturales y universales, sin una referencia explícita a deidades o sistemas éticos establecidos.
    La ética antigua, representada principalmente por filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles, se desarrolló en la antigua Grecia y Roma. Estos pensadores consideraban la virtud y la excelencia moral como objetivos clave en la vida humana. Sócrates enfatizaba el autoconocimiento y la búsqueda de la verdad como fundamentos para una vida ética, mientras que Platón y Aristóteles desarrollaron teorías éticas que giraban en torno a la idea de la virtud y el bien supremo, alcanzado a través de la razón y el autocontrol.
    Por otro lado, la ética medieval surgió en la Europa cristiana durante la Edad Media, influenciada por la teología y la filosofía cristiana. La ética medieval se centraba en la relación del individuo con Dios y la salvación, guiada por principios religiosos y morales. Figuras como Santo Tomás de Aquino intentaron reconciliar la fe con la razón, integrando la filosofía aristotélica con la teología cristiana para establecer un marco ético basado en la voluntad divina y la búsqueda de la virtud.
    En resumen, la ética presocrática se enfoca en principios naturales, la ética antigua en la virtud y el autoconocimiento, y la ética medieval en la relación con Dios y la moralidad cristiana. Estas corrientes éticas han dejado un legado duradero en el pensamiento moral y filosófico occidental.

  36. Emanuel serrano

    La ética medieval se basaba en gran medida en la filosofía y la teología cristiana. Durante este período, la moralidad y el comportamiento humano estaban fuertemente influenciados por la fe y la creencia en Dios. Los filósofos y teólogos medievales se preocupaban por cuestiones como el propósito de la vida, el bien y el mal, y cómo vivir una vida virtuosa.

    Una de las figuras más influyentes en la ética medieval fue Santo Tomás de Aquino, quien combinó la filosofía aristotélica con la teología cristiana. Aquino argumentaba que el propósito de la vida humana era alcanzar la felicidad eterna en la presencia de Dios, y que esto se lograba viviendo una vida virtuosa de acuerdo con la ley divina.

    La ética medieval también enfatizaba la importancia de las virtudes morales, como la justicia, la prudencia, la templanza y la fortaleza. Estas virtudes eran consideradas como guías para tomar decisiones morales y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.

    Sin embargo, la ética medieval también estaba influenciada por la idea de pecado y la necesidad de redención. Se creía que los seres humanos eran inherentemente pecadores y que debían buscar la salvación a través de la fe y las buenas obras.

    En resumen, la ética medieval se basaba en la fe y la moralidad cristiana, y buscaba guiar a las personas hacia una vida virtuosa y la salvación eterna.

  37. La ética presocrática es el estudio de la moral y la conducta humana en el período anterior a Sócrates y su influencia en la filosofía griega antigua. Los filósofos presocráticos se preocupaban por cuestiones fundamentales sobre la naturaleza del mundo y del ser humano, y cómo vivir una vida buena y virtuosa.

    A diferencia de la ética medieval, que estaba influenciada por la religión, la ética presocrática se centraba más en la observación de la naturaleza y el estudio de la realidad. Los presocráticos buscaban explicar el mundo a través de la razón y la observación, y desarrollaron diversas teorías sobre la naturaleza del ser humano y cómo se debe vivir.

    Por ejemplo, Parménides sostenía que el ser humano debía buscar la verdad y la sabiduría a través del razonamiento lógico y la contemplación de la realidad. Heráclito, por otro lado, enfatizaba el cambio constante y la impermanencia de todas las cosas, y argumentaba que el ser humano debía adaptarse y fluir con el flujo de la naturaleza.

    Otros filósofos presocráticos como Pitágoras y Empédocles también hicieron contribuciones importantes a la ética presocrática. Pitágoras enfatizaba la importancia de la armonía y la moderación en la vida, mientras que Empédocles defendía la idea de que la bondad y la justicia eran fundamentales para una vida virtuosa.

    En resumen, la ética presocrática se basaba en la observación de la naturaleza y el razonamiento lógico, y buscaba entender la naturaleza del ser humano y cómo vivir una vida buena y virtuosa. Estas ideas sentaron las bases para el desarrollo posterior de la ética en la filosofía griega

  38. La ética medieval se caracteriza por su fuerte influencia religiosa, principalmente del cristianismo, y su enfoque en la moralidad, el deber y la virtud. Se basa en gran medida en la filosofía de autores como Santo Tomás de Aquino, quien combinó las enseñanzas de la filosofía clásica con la teología cristiana. En mi opinión, la ética medieval proporcionó un marco moral coherente para la sociedad de la época, pero a menudo estuvo limitada por su enfoque dogmático y su falta de consideración por la diversidad de perspectivas éticas.

  39. La ética presocrática en la antigüedad se caracterizaba por un enfoque en la naturaleza y el cosmos, así como en la búsqueda de la verdad y la sabiduría a través del conocimiento racional y la observación del mundo natural. Filósofos como Tales de Mileto, Anaximandro y Pitágoras exploraron conceptos como la armonía, el equilibrio y la justicia cósmica, sentando las bases para el pensamiento ético posterior en la filosofía griega y occidental.

    La ética medieval estuvo profundamente influenciada por la teología cristiana y la filosofía aristotélica. Se centraba en conceptos como la virtud, el deber, la voluntad divina y la salvación del alma. Filósofos como Santo Tomás de Aquino desarrollaron sistemas éticos basados en la idea de que el hombre puede conocer la verdad moral tanto a través de la razón como de la revelación divina. La ética medieval también abordaba cuestiones relacionadas con la justicia, la caridad y la vida en comunidad, buscando armonizar los principios éticos con la fe religiosa.

  40. La ética presocrática se refiere a las ideas éticas que surgieron en la antigua Grecia antes de Sócrates. Los filósofos presocráticos, como Tales, Anaximandro y Heráclito, estaban interesados en comprender la naturaleza del mundo y el lugar del ser humano en él. Sus reflexiones éticas se centraban en cuestiones fundamentales sobre la moralidad, la virtud y el propósito de la vida.

    Algunos de estos filósofos presocráticos sostenían que la armonía con la naturaleza era esencial para llevar una vida virtuosa, mientras que otros se enfocaban en la importancia de la razón y el autocontrol. Aunque sus ideas éticas variaban, sentaron las bases para las posteriores reflexiones éticas en la filosofía griega.

  41. La ética medieval tuvo su inicio en el siglo V hasta el siglo XV, durante este período la ética se vio principalmente influenciada por el cristianismo y de igual manera por la filosofía aristotélica. Esta consideraba la moralidad y la virtud como un pilar fundamental para alcanzar la vida eterna y la salvación, donde Dios había estableció unas leyes morales las cuales los humanos debían seguir para tener una vida justa y piadosa con el fin de obtener esa salvación. Cada persona debía cumplir con una función en especifica, una jerarquía social en la cual el individuo mediante sus capacidades y virtudes para cumplir con sus responsabilidades.
    Características de la ética medieval:
    Teocentrismo: Dios como centro de todo, toda acción humana debe buscar la voluntad de Dios para obtener la salvación.
    Dualismo: El mundo está en la constante lucha entre el bien y el mal, donde se busca el bien sobre el man mediante los principios de la iglesia.
    La Ética solcial: Evidencia la importancia del desarrollo de las virtudes morales.

  42. La ética medieval se desarrolló durante la Edad Media y estuvo influenciada en gran medida por la religión, principalmente por el pensamiento cristiano. Algunas de sus características incluyen un fuerte énfasis en la moralidad, la búsqueda de la virtud, el concepto de pecado y redención, así como la importancia de la fe y la razón en la toma de decisiones éticas.
    Algunos de los filósofos más importantes en el desarrollo de la ética medieval fueron Santo Tomás de Aquino, quien desarrolló la teoría ética basada en la razón y la ley natural, y San Agustín de Hipona, cuyas ideas sobre la moralidad y la voluntad divina influyeron significativamente en el pensamiento ético de la época. Otros pensadores destacados incluyen a Anselmo de Canterbury, Pedro Abelardo y Guillermo de Ockham, cada uno con su propia contribución al desarrollo del pensamiento ético medieval.

  43. La ética en la Edad Media se caracterizó por una fuerte influencia de la religión, principalmente el cristianismo, que guiaba las normas morales y éticas de la sociedad. Se valoraban la virtud, la obediencia a la autoridad eclesiástica y el cumplimiento de los deberes sociales como elementos fundamentales para una vida ética. La filosofía moral de figuras como Santo Tomás de Aquino buscaba armonizar la razón y la fe, estableciendo principios éticos basados en la naturaleza humana y la voluntad divina. Sin embargo, también existían tensiones entre la ética religiosa y las corrientes filosóficas más seculares, como el estoicismo y el aristotelismo, que aportaban diferentes perspectivas sobre el bien y el deber moral

  44. ETICA SOCRATICA Y PRESOCRÁTICA
    La filosofía y ética presocráticas marcaron el inicio del pensamiento filosófico en Occidente, centrándose en la búsqueda de explicaciones naturales y racionales sobre el mundo y la moralidad. Filósofos como Tales de Mileto, Heráclito y Parménides exploraron temas como el origen y la naturaleza del universo, así como las nociones de justicia, virtud y el bien vivir. Su enfoque en la observación, el razonamiento y la búsqueda de principios universales sentaron las bases para el desarrollo posterior de la filosofía occidental. Su ética se basaba en conceptos como la armonía cósmica, el autocontrol y la búsqueda de la verdad, influenciando profundamente las tradiciones éticas posteriores. En conjunto, la filosofía y ética presocráticas representan un importante punto de partida en el pensamiento humano hacia la comprensión del mundo y la conducta moral.

  45. LA ETICA MEDIAEVAL
    La ética en la Edad Media estuvo fuertemente influenciada por la filosofía cristiana y la teología escolástica. Se centraba en la relación del individuo con Dios y en la moralidad basada en los principios religiosos. Los filósofos como Santo Tomás de Aquino integraron la filosofía aristotélica con la teología cristiana, estableciendo una ética que combinaba la razón y la fe. La virtud, el deber y la salvación del alma eran temas recurrentes en la ética medieval, donde el objetivo final era alcanzar la vida eterna en el más allá. A pesar de su enfoque en lo divino, la ética medieval también abordaba cuestiones terrenales como la justicia social y la moralidad personal, influyendo en la moralidad occidental durante siglos.

  46. En la época presocrática, los filósofos buscaban explicaciones racionales y naturales para entender el universo, evitando recurrir a mitologías y centrándose en principios fundamentales como el agua o el fuego. Posteriormente, en la época socrática, Sócrates cambió el enfoque hacia la ética y el conocimiento humano, introduciendo el método socrático basado en el diálogo y la argumentación, influyendo en la filosofía con su énfasis en la virtud y el autoconocimiento. En fin, mientras los presocráticos exploraban la naturaleza del mundo, la época socrática se concentraba en asuntos éticos y en el método dialéctico.

  47. ETICA SOCRATICA Y PRESOCRATICA

    La filosofía y ética presocráticas marcaron el inicio del pensamiento filosófico en Occidente, centrándose en la búsqueda de explicaciones naturales y racionales sobre el mundo y la moralidad. Filósofos como Tales de Mileto, Heráclito y Parménides exploraron temas como el origen y la naturaleza del universo, así como las nociones de justicia, virtud y el bien vivir. Su enfoque en la observación, el razonamiento y la búsqueda de principios universales sentaron las bases para el desarrollo posterior de la filosofía occidental. Su ética se basaba en conceptos como la armonía cósmica, el autocontrol y la búsqueda de la verdad, influenciando profundamente las tradiciones éticas posteriores. En conjunto, la filosofía y ética presocráticas representan un importante punto de partida en el pensamiento humano hacia la comprensión del mundo y la conducta moral.

  48. FILOSOFIA SOCRATICA Y PRESOCRÁTICA

    En lugar en el que se desarrollaron en estas dos corrientes filosofías tomo lugar en la
    antigua Grecia, es un fascinante terreno donde las mentes más brillantes de la época
    exploraron las preguntas fundamentales sobre el bien, la moral y la virtud. Dos corrientes
    principales en esta indagación ética fueron la Ética Presocrática y la Ética Socrática,
    marcado de esta manera un antes y un después en la filosofía con pensadores como Tales
    de Mileto, Pitágoras, Anaximandro, con la filosofía presocrática y al finalizar esta surge la
    época de oro de la filosofía donde su mayor representante era Sócrates por el cual se le
    atribuye el nombre de la filosofía socrática.

    Hoy en día se establece un criterio conocido como “perspectiva del antes y después de
    Sócrates”, por el lado de la filosofía presocrática podemos encontrar  una reflexiones
    racionales o logos, el porqué del mundo y de cómo este se desempeña, a la búsqueda del
    porqué de las cosas naciendo de la curiosidad de un grupo de individuos los cuales
    estaban ansiosos por descubrir el arjé o principio de todas las cosas, rompiendo así con el
    esquema del pensamiento mitológico con el que se venía viviendo, surge como una
    especulación libre, estas especulaciones fueron concebidas tanto por filósofos,
    cosmólogos, matemáticos, físicos y demás de esta manera se podían encontrar
    explicaciones como las de tales que decía que el agua era la clave de todo, Pitágoras que
    defendía que los números era la clave de todo, al finalizar esta época, nace la filosofía
    socrática y como su nombre lo dice está representada por Sócrates como máximo
    exponente otorgándole a este el nombre de padre de la filosofía oriental, La filosofía
    socrática sentó las bases para el pensamiento ético y epistemológico posterior. En
    Sócrates la filosofía se entiende como una búsqueda colectiva y en diálogo, tratando de
    dar respuesta a uno de los problemas cruciales de aquel momento: la ética. Su énfasis en
    el diálogo, la reflexión personal, buscando también al tiempo la felicidad a esto se le
    sumaba siempre desarrollar el autoconocimiento y la verdad a través del diálogo. La
    filosofía hace que todo los que estaban a su alrededor se centrarán en el conocimiento
    interior del hombre y la vida de este mismo en la ciudad, Sócrates estableció las bases
    para las escuelas filosóficas posteriores, como el platonismo y el aristotelismo. Mientras
    que los Presocráticos exploraron los fundamentos metafísicos que podrían tener
    implicaciones éticas, Sócrates llevó la reflexión ética directamente al ámbito humano,
    proponiendo la importancia del autoconocimiento y la virtud.

  49. LA ÉTICA MEDIEVAL, QUE ES EL BIEN Y COMO SE ALCANZA LA FELICIDAD

    La ética medieval representa una fusión entre las ideas de Aristóteles y los principios cristianos. Su enfoque principal radicaba en comprender la naturaleza del bien y cómo alcanzar la felicidad. Según esta ética, ser virtuoso perfecciona la naturaleza humana, y la felicidad se encuentra en actuar de manera virtuosa. Asimismo, incorporó elementos cristianos al considerar que el bien es lo que complace a Dios y que la felicidad se alcanza al contemplar a Dios en el cielo. En resumen, la ética medieval amalgamó conceptos naturales y divinos, así como la felicidad terrenal con la celestial.
    CARACTERISTICAS
    • Distanciamiento de las cosas del mundo: En la ética cristiana medieval el propósito del ser humano está en el mundo los filósofos medievales sostenían que el amor a Dios era La condición primordial para que el hombre alcanzara a la perfección moral.
    • Valoración de la subjetividad: Hace hincapié en la subjetividad de cada individuo con énfasis en conceptos como la libertad y la intención a diferencia de la ética antigua en la que el hombre griego estaba estrictamente ligado a la póliza la ética cristiana valorar la relación entre los individuos y Dios.

    De esta manera sus características incluyeron en el distanciamiento del mundo, donde los filósofos medievales subrayaba la importancia de apartarse un tanto de las preocupaciones mundanas y enfocarse en el amor a Dios como condición primordial para la perfección moral. Además, valoraba la subjetividad, dando énfasis a la libertad y la intención, en contraste con la ética antigua que estaba fuertemente ligada a la política.

    La ética medieval no surgió de manera aislada; fue fuertemente influenciada por pensadores griegos como Aristóteles y adoptó antiguas teorías éticas que coincidían con las creencias cristianas. En resumen, la ética medieval representó una síntesis entre el pensamiento filosófico griego y las reflexiones cristianas, ofreciendo una perspectiva única sobre el bien, la felicidad y la conducta ética.

  50. «EL PODER DE LA ÉTICA» DE CRISTÓBAL ARTETA

    El libro El Poder de la Ética, aborda profundamente el estudio de la ética, donde La filosofía, en este contexto, se presenta como trascendencia y búsqueda constante sobre el ser humano para alcanzar las causas últimas, la naturaleza del ser con la cual se ve fuertemente relacionada que con la ética una dependiente de la otra, destacando la importancia de la ética en la transformación de la sociedad y la adquisición de sabiduría y poder desde una perspectiva ética.

    En los capítulos del libro, se exploran diversas corrientes filosóficas, desde la Filosofía Política hasta la Ética Racionalista, destacando la importancia del diálogo y la razón en el proceso de comprensión del otro y la adquisición de sabiduría. Se profundiza en la ética en la metafísica de Kant y se explora la relación entre ética, derechos humanos, política y educación.

    El autor destaca la importancia de la ética en la política y la educación, señalando que la falta de ética ha llevado a una crisis de valores acompañada por desafíos económicos y políticos. El libro aborda la ética desde una perspectiva de libertad y reflexión sobre las obligaciones sociales y personales, proponiendo mejorar la política a través de módulos éticos que incluyen la inviolabilidad de la persona, la autonomía de las personas y la valoración de la dignidad humana.

    Podemos llegar a una conclusión donde el libro nos muestra o nos destaca la influencia y la necesidad de la ética en diversos aspectos de la sociedad, desde la política hasta la educación. La obra resalta la importancia de la ética en la búsqueda de la virtud y la felicidad, proponiendo que la ética juega un papel crucial en la transformación de desafíos sociales y políticos. En última instancia, el libro sugiere que una sociedad justa y respetuosa se construye a partir de la ética, que guía a la política y a la educación hacia un desarrollo humano vinculado con principios éticos.

  51. El libro poder de la etica del profesor Arteta es libro muy bueno explica muchos temas de la etica y como relaciona en la cotidianidad y sociedad tanto en lo filosofico, metafisica kantiana, los derechos humanos y sobre todo en la politica haciendo varios enfasis en dichos temas como procesos de aprendizaje natural y asi aprender mas como el hombre se defiende en la vida como base de aprendizajes eticos y morales.

  52. LA ÉTICA PRESOCRATICA Y SOCRATICA:
    En el contexto histórico los primeros filósofos, conocidos como presocráticos se dedicaron a estudiar el funcionamiento de la naturaleza y el universo, algo muy adverso a las leyes, aunque su interés en ¿Cómo todo esta ordenado y en equilibrio? puede aplicarse a la perspectiva en que actúan las leyes en la sociedad. En relación, así como a través de este amor a la sabiduría se busca el orden en el universo, el sistema legal y social debería estar basado en la armonía con el mundo natural.

    Los amantes a la sabiduría (filósofos) consideraban:

    Heráclito consideraba que todo esta en constante cambio, lo que nos puede llevar a pensar que las leyes deben evolucionar con la sociedad, con el tiempo, con los momentos históricos y circunstancias, adaptándolas a la época en que se pretendan aplicar y a sus necesidades.

    Los pitagóricos valoraban mucho la armonía y el orden, lo que nos puede inspirar a crear leyes y sistemas judiciales en que se promueva la igualdad y mantener la sociedad unida, con normas interpretables para todos.

    SOCRATES:
    Desde el contexto de Sócrates se enfocó en las personas y como éstas deben vivir, lo que nos conduce a la perspectiva sobre como pensar en las leyes.

    Sócrates pensaba que ser bueno se basa en saber mucho, lo que llevar a que la educación sobre las leyes y derechos sea importante para tener una sociedad donde los individuos que en ella actúan puedan hacerlo de manera correcta. Del mismo modo que para él era importante reflexionar sobre nosotros mismos como individuos, de manera que quienes hacen y aplican las leyes deberían ser muy conscientes de no dejar que su prejuicios afecten su trabajo, buscando la justicia social. Consideró la justicia no solo como algo bueno, si no esencial para la sociedad, de forma que, las leyes y el sistema legal deberían enfocarse por ser justos siempre por encima de todo.

    En el momentos que Sócrates fue juzgado y condenado eligió seguir las leyes de su ciudad, a pesar que pensó que eran injustas para aplicarlas en su contra. De modo que la conexión entre ley y moral no coincide.

    De acuerdo con lo anterior, aunque los primeros filósofos no se centraron en las leyes, sus ideas acerca del orden, la virtud, el conocimiento y la justicia nos influyen todavía en como pensamos en las leyes, la interpretación y como las aplicamos para el desarrollo de una sociedad equitativa.

  53. LA ETICA MEDIEVAL, ¿QUÉ ES EL BIEN? Y ¿CÓMO SE ALCANZA LA FELICIDAD?
    Hay que partir desde el contexto histórico, este se desarrolla en un momento influenciado por la religión, a través del cristianismo en Occidente, el judaísmo y el islam también influyeron en sus respectivas a su circunscripción. Estas tradiciones religiosas le dieron el surgimiento al marco conceptual para la discusión de la ética, enfocados en la búsqueda de la felicidad y la naturaleza del bien.

    En la ética medieval el bien fue entendido como la relación con Dios, donde este era visto como el sumo del bien, la fuente de todo lo que es bueno y deseable, la bondad de las acciones humanas se mide por su conformidad con la voluntad de Dios y las leyes divinas. El bien no es simplemente un concepto abstracto, sino algo que tiene una existencia real y objetiva, fundamentada en la naturaleza de Dios.

    Santo Tomás de Aquino (filosofo y teólogo) argumenta que todo ser busca naturalmente su propio bien, comprendiendo este bien como la realización de su propia naturaleza, vivir de acuerdo a la razón que nos distingue como especia y posterior buscar la union con Dios, que es el bien supremo.

    Para alcanzar la felicidad, en el marco de la ética medieval, es el fin ultimo de la vida humana, pero se concibe de manera diferente a muchas interpretaciones modernas. La felicidad no es el placer temporal o la satisfacción de deseos materiales, sino en el desarrollo de la naturaleza a través de la virtud y, finalmente en la union con Dios.

    Aquino, en relación con lo que planteaba Aristoteles en algunos aspectos, sostiene que la felicidad verdadera y ultima solo puede alcanzarse en la vida después de la muerte, en la visión beatifica de Dios (un privilegio divino que consiste en el conocimiento inmediato de Dios), pero en esta vida los humanos pueden alcanzar un grado de felicidad mediante la práctica de virtudes, tanto las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), como las teologales (fe, esperanza y claridad). Las virtudes teologales son especialmente importantes en la ética medieval porque orientan directamente al hombre hacia Dios. La fe implica creer en las verdades reveladas por Dios, la esperanza se refiere a la confianza en alcanzar la salvación eterna y la caridad, considerada la mayor de las virtudes, es el amor a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a uno mismo por amor a Dios

    En relación a lo anterior, la etica medieval ve el bien como aquello que esta en armonía con la voluntad divina y considera que la felicidad se alcanza mediante la realización de la naturaleza humana a través de la práctica de las virtudes, alcanzado la union con Dios.

  54. EL PODER DE LA ÉTICA, desde la perspectiva filosofica Latinoamericana (Cristobal Arteta Ripoll).

    El profesor Arteta en su constante amor a la sabiduría debe ser considerado un filosofo contemporáneo, que en la actualidad no tiene el reconocimiento internacional del que debería ser merecedor, este ha contribuido al desarrollo de la filosofía Latinoamericana a través de la ética y desde sus distintos textos investigativos publicados.

    Nos vamos a enfocar en la publicación del profesor Arteta: EL PODER DE LA ÉTICA, desde la perspectiva filosófica Latinoamericana, donde a través de esta, se aborda la perspectiva que busca solucionar los conflictos sociales, el desarrollo positivo de una sociedad, desafíos políticos y económicos propios de Latinoamérica.

    Le ética no debe ser considerada solamente como una disciplina jurídica, sino también como una herramienta poderosa para el cambio y la justicia social. El autor en el texto desde el primer capitulo nos explica la noción de la filosofía y como esta ha influido en el tiempo para el desarrollo de las sociedades, de acuerdo al contexto de cada sociedad en que ha sido aplicado.

    La ética desde la perspectiva Latinoamericana, ha sido utilizada como una herramienta crucial en el cambio y la justicia social, en la utopía de la filosofía frente al cambio el autor expresa:

    «Siempre en todas las épocas de la historia, el quehacer filosófico ha permeado e influenciado a la reflexión, el pensar, de tal manera, que podríamos afirmar que sin la filosofía los cambios no hubieran sido posibles, o tal vez, desprovistos del alma y la riqueza que solo la filosofía les imprime. Siempre que se actúe con grandeza e ingenio esta presenta la trascendencia que pretende dar sentido a la actuación. Esto es filosofía.»

    De acuerdo con lo expresado por el profesor Arteta, la filosofía a lo largo de la historia no solo ha influenciado en la forma que reflexionamos y pensamos , sino que también ha sido fundamental para el proceso de cambio y desarrollo cultural, social y político. Basada en la idea central que proporciona la filosofía, donde a través de una dimensión de profundidad, alma y riqueza a nuestras decisiones y acciones, estas trascienden desde lo ordinario para buscar un significado mas estructural en nuestra existencia y conducta social.

    La importancia de la filosofía en nosotros como ser, parte de la sociedad, nos conlleva al a enriquecimiento de nuestro comportamiento, basándonos en que la moral es lo práctico y lo ético es lo teórico, a través de la ética podemos darle dirección a nuestra búsqueda de conocimiento, significado y progreso, asimismo través de la filosofía podemos impulsar la innovación, el cambio ético y el desarrollo humano en todos los aspectos de la vida.

    En general, el profesor Arteta a través de “EL PODER DE LA ÉTICA, desde la perspectiva filosófica Latinoamericana” se presenta como un impulso para la reflexión y el avance por el amor a la sabiduría, en el contexto de la ética como una perspectiva Latinoamericana. Esta obra no se establece como un limite a la filosofía, si no como un camino hacia futuros desarrollos filosóficos, basado en la experiencia a través de los filósofos Latinoamericanos, en el que se evidencia la dedicación del profesor Arteta hacia la investigación. En el texto, la ética se presenta como un hilo conductor que articula las diferentes discusiones que se han presentado a lo largo de la historia, enfocándoselas en Latinoamérica. Se busca que a través de la distancia con factores como la hipocresía y el fariseísmo, se fomente una critica activa de los valores aceptados universalmente.

    La mención de cada uno de los filósofos Latinoamericanos se hizo a través de la influencia de cada uno de estos a lo largo del contexto, en el que todas las personas que descendemos de los grupos aborígenes de América y de los que se formaron en el continente a partir de la conquista, se busca forjar una nueva mentalidad en Latinoamericana. A través de las polémicas inherentes a la vida que se presentan y sus manifestaciones, se aspira contribuir al ideario colectivo de todos los que hacen parte de este contexto, buscando la mejora de los comportamientos humanos.

    En esta reflexión filosófica el profesor Arteta se inmerge en el debate y el avance filosófico, con el fin de influir positivamente en la sociedad y en el pensamiento Latinoamericano, el enfoque en la ética y el compromiso con la critica constructiva de los valores nos dan muestra del poder transformador de la filosofía, cuando se da la aplicación etica en el abordaje de los desafíos contemporáneos.

  55. en el libro del Profesor Cristóbal Art:
    se explora minuciosamente el análisis de la ética, donde la reflexión filosófica, en esta instancia, se presenta como transcendencia y exploración constante sobre el individuo para alcanzar los fundamentos últimos, la esencia del ser con la cual está estrechamente vinculada con la moral, siendo una interdependiente de la otra, resaltando la relevancia de la moral en la evolución de la comunidad y la obtención de conocimiento y autoridad desde una óptica moral.

    Dentro de los segmentos del texto, se examinan distintas corrientes filosóficas, desde la Filosofía Social hasta la Moralidad Empírica, enfatizando la importancia del intercambio y la lógica en el proceso de comprensión del prójimo y la adquisición de sabiduría. Se ahonda en la moralidad en la ontología de Hegel y se investiga la conexión entre moralidad, derechos humanos, gobierno y enseñanza.

    El profesor Cristóbal A, resalta la significación de la moral en la política y la enseñanza, indicando que la ausencia de moral ha resultado en una crisis de principios acompañada de desafíos financieros y gubernamentales. La obra aborda la moral desde una perspectiva de libertad y análisis sobre los deberes sociales y personales, proponiendo mejorar la política mediante componentes morales que incluyen la inviolabilidad del individuo, la autonomía de las personas y el respeto por la dignidad humana.

    Podemos inferir que el texto nos presenta o subraya la influencia y la necesidad de la ética en distintos ámbitos de la comunidad, desde la política hasta la enseñanza. El libro subraya la importancia de la moral en la búsqueda de la excelencia y la alegría, planteando que la moral desempeña un papel fundamental en la transformación de desafíos sociales y gubernamentales. En resumen, el texto sugiere que una sociedad justa y considerada se edifica a partir de la moral, la cual dirige a la política y a la enseñanza hacia un avance humano conectado con preceptos morales.

  56. El poder de la ética
    Lo que más me gustó de este libro es como hace una secuencia y estructura de la influencia de la etica a lo largo del tiempo, y en eso es lo que me voy a enfocar para analizar este libro.
    A lo largo de la historia, la noción de virtud ha experimentado una evolución significativa, reflejando los cambios en la concepción del individuo y la sociedad. En la antigüedad, la virtud se entendía como la realización perfecta de las funciones naturales de cada ser, ligada intrínsecamente a su naturaleza racional. Ser virtuoso implicaba actuar correctamente tanto en situaciones favorables como desafiantes, siendo un concepto constante e independiente de la situación.
    Sin embargo, esta percepción ha cambiado con el tiempo. En la ética moderna, se enfatiza la importancia de la razón y la voluntad, postulando que el ser humano no debe ser visto como un medio, sino como un fin en sí mismo. La virtud se convierte entonces en un esfuerzo por la libertad frente a las inclinaciones animales, y se centra en el individuo y su desarrollo personal.
    Este cambio en la concepción de la virtud refleja también una evolución en la sociedad, donde se valora cada vez más la libertad y la individualidad. Se reconoce que el ambiente en el que crecemos, incluyendo la familia y la cultura, tiene un impacto significativo en nuestra libertad. Además, el dinero y el capitalismo ejercen una gran influencia en nuestras vidas, promoviendo la idea de que el éxito y la riqueza son alcanzables para todos, lo cual puede generar competencia y desigualdad.
    En este contexto, la defensa de los derechos humanos se vuelve crucial. Aunque se habla mucho sobre ellos, su respeto aún no es universal debido a la corrupción y otros problemas urgentes. Es necesario un cambio profundo en la mentalidad de la sociedad para promover una política más honesta y transparente, donde se reconozca la importancia de los derechos humanos como un reconocimiento moral entre las personas.
    Finalmente, se destaca que el debate sobre temas morales a menudo se utiliza como distracción de problemas más apremiantes, como el desempleo y la corrupción. Es esencial dirigir nuestra atención hacia la solución de estos problemas, y para ello se requiere un cambio en la educación y la cultura para combatir efectivamente la corrupción y otros desafíos sociales.

  57. EL PODER DE LA ETICA – Cristobal Arteta.

    A continuacion hablaré sobre un capítulo que me pareció muy interesante.
    – CAP 5 – ética y derechos humanos en América Latina.
    En este capítulo se habla sobre la virtud y el valor, mencionando a Aristóteles y que en su libro «ética nicomáquea» planteaba que de la misma manera como un flautista, un escultor o un artesano demuestran el bien en las funciones que cumplen, así también ocurre con el hombre. Es así que la esencia del hombre requiere realizar con la mayor perfección nuestro destino natural, lo cual debe ser un ejercicio de práctica para ser cada día mejor y solo cuando se adquiere el «hábito de hacer el bien», se puede decir que se practica la virtud.
    Su punto está en rechazar la maldad y privilegiar la bondad, independientemente de que la situación en la que se encuentre la persona sea ventajosa o desventajosa y de las miradas y voces de otras personas.

  58. EL PODER DE LA ETICA – Cristobal Arteta.

    Otro capítulo que me pareció interesante del libro fue:
    – CAP 6 – ética, política y educación.
    Aquí se encuentra un pensamiento de Savater acerca de un mecanismo para llegar a una mejor ética y a una mejor política. Savater planteaba que existen fundamentalmente tres fuentes de valores en los que coinciden la ética y la mejor política, estos son:
    1. INVIOLABILIDAD DE LA PERSONA HUMANA: no se debe sacrificar a una persona por objetivos colectivos, ni a una generación por el bien de la siguiente generación, el hecho está en no convertir a las personas en instrumentos. El estado puede imponer cargas, pero hay límites que no se le pueden vulnerar a la persona.
    2. AUTONOMÍA DE LA PERSONA: las personas tienen derecho a tener objetivos y a proponerse cosas diferentes a las de los demás, Savater dice que las leyes son comunes pero esto no significa que debe ser violada la autonomía personal.
    3. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA: se debe tratar a la persona de acuerdo a sus méritos y con acciones concretas reales, sin discriminaciones de ningún tipo.

  59. El libro aborda una amplia gama de temas filosóficos y éticos, desde la utilidad de la ética filosófica hasta la relación entre la política y la fuerza de la ética. A lo largo de sus páginas, se exploran conceptos fundamentales como la ética vaciada de hipocresía y fariseísmo, la importancia de la diversidad cultural, la relación entre la política y la guerra, y la necesidad de transformación institucional para garantizar la vida perpetua en el planeta Tierra.

    El autor nos lleva a reflexionar sobre la influencia de distintos pensadores en la ética filosófica latinoamericana, destacando la importancia de autores como Nietzsche, Kant, y Aristóteles. Además, se enfoca en la relevancia de la ética en la política, planteando la necesidad de una praxis de liberación que sea deconstructiva y constructiva, y que triunfe sobre las estructuras de dominación, explotación o exclusión.

    En cuanto a la finalidad del libro, se percibe una clara intención de promover la reflexión y el cuestionamiento de las estructuras políticas y sociales actuales. Se busca fomentar una visión crítica y propositiva, que permita la construcción de una sociedad más justa, equitativa y respetuosa de la diversidad cultural. El autor nos invita a cuestionar el status quo y a buscar caminos éticos menos sinuosos y pantanosos, capaces de construir una nueva mentalidad latinoamericana.

    En resumen, el libro nos enseña la importancia de la ética filosófica como guía para la acción política y social, y nos desafía a pensar en la posibilidad de una transformación institucional que garantice la vida perpetua en el planeta Tierra. Nos insta a atrevernos a pensar y actuar, a romper las cadenas mentales que nos impiden diferenciar entre lo que es justo y verdadero, y a buscar una sociedad más inclusiva, equitativa y respetuosa.

  60. Ética antigua

    Por Mariángel Ruiz Palencia.

    La ética antigua, en su conjunto, sentó las bases del pensamiento moral occidental. Desde la búsqueda del bien común en la polis griega hasta el intelectualismo moral de Sócrates, pasando por la preocupación por la justicia en los presocráticos, encontramos una rica variedad de ideas que aún hoy nos interpelan.

    Los presocráticos, como Hesíodo y Pitágoras, enfatizaban la importancia del orden y la armonía en la sociedad. La justicia era vista como un equilibrio entre las diferentes partes del cosmos y la sociedad. La búsqueda del bien común era fundamental para la estabilidad y el bienestar de la polis.

    Sócrates, con su método dialéctico y su insistencia en la búsqueda de definiciones universales, dio un giro radical a la ética. Para él, la virtud era conocimiento y el vicio, ignorancia. El que conoce el bien, actuará bien. Esta visión intelectualista de la ética ha tenido un gran impacto en el pensamiento occidental.

    Las diferentes escuelas de pensamiento ético en la Grecia antigua, como el escepticismo pirrónico, el hedonismo cirenaico o la ética eudaimónica aristotélica, muestran la riqueza y diversidad de la reflexión moral en este período.

    Como estudiante, me siento fascinada por la profundidad y el rigor de la ética antigua. Es un legado invaluable que nos invita a reflexionar sobre el significado de la vida buena, la justicia y la virtud.

    Sin embargo, también reconozco que la ética antigua no es un conjunto de respuestas dogmáticas a nuestras preguntas morales. Es más bien una fuente de inspiración para seguir pensando, dialogando y buscando la verdad.

    En un mundo cada vez más complejo e interconectado, la ética antigua nos recuerda la importancia de la razón, el diálogo y la búsqueda del bien común. Es un legado que debemos seguir cultivando para construir un futuro más justo y humano.

  61. Ética medieval

    Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Edad Media fue un período fascinante en la historia de la humanidad, donde la ética se vio profundamente influenciada por la teología cristiana. La Iglesia Católica, como máxima autoridad moral, impregnaba todos los aspectos de la vida, incluyendo la filosofía y la ética.

    En este contexto, la ética medieval se caracterizaba por su teocentrismo, donde Dios era la fuente de la moralidad. La ley natural, vista como la participación de la ley divina en la creación, era la base fundamental de la ética. El ser humano debía seguirla para alcanzar su fin último: la unión con Dios.

    Las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y las teologales (fe, esperanza y caridad) eran consideradas esenciales para una vida moral. Los vicios, por otro lado, se veían como desviaciones del camino correcto.

    Figuras como Tomás de Aquino, dentro de la Escolástica, buscaron integrar la razón con la fe. Utilizaron la lógica y el análisis para reflexionar sobre la naturaleza del bien y del mal, la ley natural y la libertad humana.

    Si bien la ética medieval presenta aspectos positivos, como su énfasis en la trascendencia y la búsqueda del bien último, también tiene sus limitaciones. La subordinación de la razón a la teología puede limitar la libertad de pensamiento y la crítica. La rígida clasificación de vicios y virtudes puede resultar simplista para comprender la complejidad de la vida moral.

    En mi opinión, la ética medieval puede ser una fuente valiosa de inspiración para la reflexión moral actual. Sin embargo, es necesario reinterpretarla y adaptarla a nuestro contexto histórico y cultural. Debemos rescatar sus valores fundamentales, como la búsqueda del bien, la justicia y la trascendencia, sin caer en dogmatismos o fundamentalismos.

    Los retos para esta reinterpretación son: reconciliar la fe con la razón, adaptar los principios morales a las nuevas realidades sociales y promover una ética abierta al diálogo intercultural.

    En definitiva, la ética medieval ofrece una rica perspectiva sobre la moral humana. Aunque no podemos adoptarla acríticamente, podemos aprender de sus valores y reflexionar sobre cómo aplicarlos a nuestro mundo actual.

  62. La suma teológica

    Por Mariángel Ruíz Palencia

    La Suma Teológica de Tomás de Aquino es una obra monumental que sintetiza la teología cristiana y la filosofía aristotélica. En ella, se abordan temas fundamentales de la ética, como la naturaleza del bien y del mal, la ley natural, las virtudes y los vicios.

    Tomás de Aquino sostiene que la ley natural es la participación de la ley eterna de Dios en la creación. Esta ley nos inclina hacia el bien y nos permite discernir entre lo correcto y lo incorrecto.

    Las virtudes, para Tomás de Aquino, son hábitos operativos que nos perfeccionan y nos capacitan para obrar bien. Las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) son necesarias para vivir una vida buena.

    La Suma Teológica ofrece una visión integral de la ética que abarca la dimensión individual y social. La búsqueda del bien y la felicidad se encuentra íntimamente ligada al amor a Dios y al prójimo.

    Considero que la Suma Teológica es una obra de gran valor. Su rigor intelectual y su profundidad teológica me invitan a reflexionar sobre la vida moral desde una perspectiva más amplia.

    Sin embargo, también reconozco que la Suma Teológica es una obra producto de su tiempo. Algunas de sus ideas, como la subordinación de la razón a la fe, pueden resultar problemáticas en la actualidad.

    En mi opinión, la Suma Teológica sigue siendo una fuente de inspiración para la reflexión moral actual. Sus reflexiones sobre la ley natural, las virtudes y el fin último del ser humano pueden ser reinterpretados y aplicados a nuestro contexto histórico y cultural.

    El estudio de la Suma Teológica nos invita a un diálogo entre la fe y la razón, la tradición y la modernidad. Es un diálogo necesario para construir una ética que responda a los desafíos del siglo XXI.

  63. La ciudad de Dios

    Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Ciudad de Dios de San Agustín no es solo un tratado teológico, es un campo de batalla filosófico donde se libra una lucha titánica entre dos formas de vida. Como lectora de esta obra,me sientí cautivada por la audacia de Agustín al plantear la historia como un drama moral. Por un lado, la Ciudad de Dios, resplandeciente con el amor divino, anhela la justicia y la paz. En el otro extremo, la Ciudad del Hombre, consumida por el egoísmo, construye su grandeza sobre arenas movedizas.

    Agustín, con su visión dualista, nos obliga a tomar partido. ¿Vivimos para satisfacer nuestros deseos o para trascender hacia algo superior? Esta pregunta, aunque formulada hace siglos, resuena con fuerza en nuestro mundo actual. La búsqueda del bien común parece una utopía en una sociedad centrada en el individualismo.

    Sin embargo, la obra también presenta desafíos. La sumisión del Estado a la Iglesia, propuesta por Agustín, puede generar tensiones en un mundo plural. Además, su concepción del mal como ausencia de bien puede resultar simplista ante la complejidad de la realidad moral.

    A pesar de sus limitaciones históricas, La Ciudad de Dios sigue siendo un faro en el océano de la ética. Nos recuerda el poder transformador del amor, la importancia de luchar por la justicia y la búsqueda de un propósito más elevado que el simple placer.

    Como estudiante, tomo a La Ciudad de Dios no como un dogma, sino como un reto. Es una invitación a cuestionar nuestras prioridades morales y a construir una sociedad que refleje, aunque sea de manera imperfecta, la Ciudad de Dios en la tierra.

  64. La Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino es una obra monumental que abarca la totalidad de la teología cristiana. Escrita en el siglo XIII, sigue siendo una referencia fundamental para el pensamiento católico. En este comentario, abordaremos algunos de sus temas más importantes y ofreceremos una conclusión sobre su significado e impacto.

    Temas importantes:

    • La existencia de Dios: Tomás de Aquino ofrece cinco argumentos para demostrar la existencia de Dios, basados en el orden del universo, la causa eficiente, la necesidad, el movimiento y el diseño inteligente.
    • La naturaleza de Dios: Dios es un ser perfecto, simple, eterno, inmutable y omnipotente. Es la fuente de todo bien y la causa primera de todo lo que existe.
    • La Trinidad: Dios es uno en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta doctrina central del cristianismo es explicada por Tomás de Aquino con gran precisión y profundidad.
    • El hombre: El hombre es un ser compuesto de cuerpo y alma. El alma es inmortal y tiene un destino eterno. El hombre está llamado a la felicidad eterna mediante la unión con Dios.
    • La moral: La moral cristiana se basa en la ley natural, que es la participación de la ley eterna de Dios en la criatura racional. Tomás de Aquino expone los principios de la moral cristiana con gran claridad y detalle.
    • Los sacramentos: Los sacramentos son signos sensibles que nos comunican la gracia de Dios. Tomás de Aquino explica la naturaleza y los efectos de cada uno de los siete sacramentos de la Iglesia católica.

    La Suma Teológica es una obra maestra de la teología cristiana. Es una síntesis de la fe y la razón, que ofrece una visión profunda y coherente del universo, de Dios y del hombre. Esta obra ha tenido un enorme impacto en el pensamiento cristiano a lo largo de los siglos, y sigue siendo una fuente de inspiración y sabiduría para los creyentes de hoy.

  65. Ética renacentista

    Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Ética Renacentista: Un Renacer de la Reflexión Moral

    En la Italia del siglo XIV, un nuevo amanecer iluminó la esfera de la ética con el Renacimiento. Este movimiento cultural y filosófico desafió las ideas tradicionales, revalorizando la razón y la experiencia humana. Figuras como Maquiavelo, Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro se convirtieron en faros de esta nueva era de reflexión moral.

    Maquiavelo, con su enfoque pragmático en la política, generó controversia al separar la moral de la esfera política. Erasmo, por su parte, abogó por la educación moral y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad justa. Tomás Moro, en su obra «Utopía», esbozó una sociedad ideal basada en la justicia y la igualdad, inspirando a generaciones con su visión humanista.

    La ética renacentista se caracterizó por el antropocentrismo, situando al ser humano en el centro del universo moral y revalorizando la razón, la libertad y la capacidad de acción individual. El humanismo puso énfasis en la dignidad inherente de cada persona y en la búsqueda de la felicidad terrenal como un objetivo legítimo. El secularismo independizó la ética de la teología, buscando una base racional y universal. Y el eclecticismo recuperó ideas de la filosofía antigua, interpretandolas y adaptándolas al nuevo contexto cultural del Renacimiento.

    Considero que la ética renacentista es un legado invaluable. Su énfasis en la razón, la libertad y la dignidad humana nos invita a reflexionar sobre la vida moral desde una perspectiva más amplia y crítica, sin limitarnos a las doctrinas tradicionales.

    Sin embargo, es importante reconocer que la ética renacentista no ofrece respuestas perfectas a todas las preguntas morales. Sus ideas sobre la política, la religión y la sociedad pueden resultar controvertidas en la actualidad, y no siempre son compatibles con los valores y las normas de nuestro mundo contemporáneo.

    A pesar de sus limitaciones, la ética renacentista sigue siendo una fuente de inspiración para la reflexión moral actual. Sus valores de humanismo, individualidad y búsqueda de la felicidad pueden ser re interpretados y aplicados a nuestro contexto histórico y cultural, permitiéndonos construir una ética más justa y equitativa que responda a los desafíos del siglo XXI.

    El estudio de la ética renacentista nos invita a un diálogo entre la tradición y la modernidad, la razón y la experiencia. Un diálogo necesario para construir una ética que no solo se base en principios abstractos, sino que también tome en cuenta las realidades y los desafíos del mundo en que vivimos.

    En conclusión, la ética renacentista no solo representa un capítulo importante en la historia del pensamiento moral, sino que también ofrece valiosas herramientas para la reflexión ética actual. Su énfasis en la razón, la libertad y la dignidad humana nos invita a construir una sociedad más justa y equitativa, donde la búsqueda de la felicidad individual se conciba en armonía con el bienestar colectivo.

  66. El humanismo renacentista

    Por: Mariángel Ruiz Palencia

    El Humanismo Renacentista: Un Canto a la Dignidad Humana

    En la aurora del Renacimiento, un nuevo espíritu floreció en Europa. Un espíritu que reavivó la llama del humanismo, colocando al ser humano en el centro del universo moral y celebrando su potencial ilimitado. Este movimiento, nacido en Italia durante el siglo XIV, se extendió como un fuego radiante por todo el continente, transformando la forma en que se concebía la vida, la sociedad y la ética.

    Me conmueve profundamente la filosofía humanista renacentista. Su énfasis en la dignidad humana, la libertad individual y la búsqueda de la felicidad terrenal me inspira a reflexionar sobre la vida moral desde una perspectiva más amplia y crítica.

    Los humanistas renacentistas, como Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro y Giovanni Pico della Mirandola, desafiaron las ideas tradicionales que relegaba al ser humano a un mero súbdito de Dios. En cambio, exaltaron la capacidad humana para el conocimiento, la razón y la acción moral. Proclamaron que cada persona posee un valor intrínseco, independientemente de su origen social o religioso.

    Esta revalorización de la humanidad condujo a una profunda transformación en la ética. La moral ya no se basaba solamente en dogmas religiosos o en la obediencia a la autoridad, sino en la razón y la búsqueda del bienestar individual y colectivo.

    Sin embargo, el humanismo renacentista no fue un movimiento perfecto. Sus ideas sobre la política, la economía y la justicia social no siempre fueron justas ni equitativas. Además, su enfoque en el individuo a veces podía conducir a una visión egoísta del mundo.

    A pesar de estas limitaciones, el legado del humanismo renacentista sigue siendo una fuente de inspiración para la reflexión moral actual. Sus valores de dignidad humana, libertad individual y búsqueda de la felicidad son pilares fundamentales de una sociedad justa y equitativa.

    Al estudiar el humanismo renacentista, podemos aprender de sus aciertos y errores, y así construir una ética más sólida y humanista para el siglo XXI. Una ética que reconozca la dignidad de cada persona, que valore la libertad individual y que impulse la búsqueda del bienestar común.

    En este nuevo siglo, la humanidad se enfrenta a grandes desafíos: la desigualdad social, la crisis ambiental, la guerra y la violencia. Para superar estos desafíos, necesitamos una ética que nos inspire a actuar con compasión, solidaridad y responsabilidad.

    El humanismo renacentista nos ofrece una valiosa brújula para navegar en este mar turbulento. Sus valores de dignidad, libertad y búsqueda de la felicidad pueden guiarnos hacia un futuro más justo, más equitativo y más humano para todos.

  67. La Ciudad de Dios, escrita por San Agustín, nos sumerge en un profundo análisis de dos realidades contrastantes: la ciudad terrena y la ciudad celestial. En su obra, Agustín nos presenta una dicotomía entre estas dos entidades que representan dos formas de vida opuestas. La ciudad terrena, fundada por Caín, está marcada por la ambición desmedida y la búsqueda de la gloria temporal, mientras que la ciudad celestial, encabezada por Abel, se distingue por el amor a Dios y la aspiración hacia la paz eterna.

    En el corazón de la visión agustiniana se encuentra el concepto del pecado original, considerado como la raíz de todos los males del mundo. Para Agustín, este pecado es la causa de la muerte, la enfermedad y la discordia entre los seres humanos. Sin embargo, la esperanza no se pierde, ya que Agustín nos presenta la gracia divina como la única fuerza capaz de liberar al hombre del pecado y conducirlo hacia la salvación.

    A través de la lente de Agustín, la historia del mundo se convierte en un escenario de constante lucha entre las dos ciudades. Mientras que la ciudad terrena está destinada a la destrucción, la ciudad celestial está destinada a alcanzar la victoria final. En este contexto, la búsqueda de la felicidad adquiere un nuevo significado. Agustín nos enseña que la verdadera felicidad solo se puede encontrar en la ciudad de Dios, donde el alma encuentra su plenitud en la comunión con lo divino.

    En conclusión, la Ciudad de Dios es mucho más que una obra teológica. Es un tratado filosófico e histórico que nos invita a reflexionar sobre los aspectos más profundos de la existencia humana. A través de sus enseñanzas, Agustín nos desafía a considerar nuestras elecciones y acciones en el contexto de las dos ciudades, recordándonos que la búsqueda de la felicidad verdadera solo puede encontrar su realización en la comunión con lo divino. En un mundo donde la búsqueda de la felicidad está en constante evolución, las enseñanzas de Agustín siguen siendo una guía invaluable para comprender nuestro propósito y destino como seres humanos.

  68. La política y religión en la ética renacentista

    Por: Mariángel Ruiz

    La Ética Renacentista, hija del Renacimiento, floreció con una transformación en el pensamiento moral. Sin embargo, la política y la religión, dos temas espinosos, danzaban un tango tenso dentro de este nuevo marco ético.

    El humanismo renacentista exaltó la razón y la capacidad humana para el conocimiento y la acción moral. Esto revalorizó al individuo y cuestionó la autoridad religiosa y política. Maquiavelo desafió la idea de una moral única y universal, argumentando que la política debía guiarse por la pragmática y la razón de estado.

    La religión, por otro lado, aún conservaba un fuerte poder en la sociedad renacentista. La Iglesia Católica era una institución poderosa que defendía la ortodoxia religiosa y la obediencia a la autoridad. Esta tensión entre la razón secular y la fe religiosa se reflejó en la ética renacentista, creando un terreno complejo para la reflexión moral.

    Erasmo de Rotterdam buscó reconciliar la razón con la fe, promoviendo una ética basada en la educación moral y la tolerancia religiosa. Tomás Moro imaginó sociedades ideales donde la justicia y la igualdad reinaban, desafiando las estructuras políticas y religiosas de su época.

    La relación entre política y religión en la ética renacentista no fue armoniosa. Ambos poderes se disputaban la influencia sobre la moral individual y social. Esta tensión generó un debate fructífero que contribuyó a la evolución del pensamiento ético en Occidente.

    En la actualidad, la herencia de la ética renacentista nos invita a reflexionar sobre la compleja relación entre la razón, la fe y la moral. ¿Cómo construir una ética que respete la libertad individual y la justicia social, sin caer en el dogmatismo religioso o en el pragmatismo político sin escrúpulos?

    El estudio de la ética renacentista nos ofrece herramientas valiosas para afrontar este desafío. Al comprender las diferentes perspectivas de este período histórico, podemos aprender a navegar en el complejo terreno de la ética y la política en nuestro propio tiempo.

  69. En este artículo, discutiré dos temas principales en el desarrollo de la ética, como son la ética presocrática y socrática.Ética presocrática: buscaba el interés cosmológico, el principio y contenido del universo, pero el estudio de estos primeros . filósofos según los dioses, quienes eran la base de sus ideas sobre el cosmos, probando el ejemplo anterior podemos poner a los presocráticos con sus atributos , Tales de Mileto declaró que el principio de todo era el agua, por otro lado Anaxímedes. Creía que el comienzo era aire, de la misma manera que cada presocrático tenía un pensamiento o enfoque diferente.Ética socrática: Sócrates se preocupa principalmente por las preocupaciones humanas; No es nuevo, pues ya hemos visto que es característico de los sofistas y de toda la época; pero Sócrates mira al hombre desde otro punto de vista: el del interior. Conócete a ti mismo, dice Sócrates; saca a relucir tu yo interior. Y eso aporta a Grecia un nuevo sentido, reflexividad, crítica, madurez, con los que el griego se enriquece, aunque le cueste la pérdida del impulso ingenuo y espiritual de los primeros siglos de la historia. Grecia.En este sentido, aunque no podemos hablar de corrupción, sí es cierto que Sócrates cambió decisivamente el espíritu de la juventud de Atenas..

  70. La ética medieval, que se desarrolló entre los siglos IV y XV, estuvo profundamente influenciada por el cristianismo. La fe, el amor y la búsqueda de la salvación eterna se convirtieron en los fundamentos de la moralidad durante este período.Influencias:Cristianismo: El cristianismo, que enfatizaba la caridad y la búsqueda de la santidad, impregnó la ética medieval.Teología y filosofía: Teología. y la filosofía, especialmente la escolástica, se dedicaban a la naturaleza del bien y del mal, las leyes naturales, la libertad humana y la responsabilidad moral.Clave del capítulo:San Agustín: Enfatizó la importancia del libre albedrío y la gracia divina en la moral; vida.Santo Tomás de Aquino: Sintetizó la teología cristiana con la filosofía griega y trabajó para desarrollar la teoría del bien y del derecho natural Duns Escoto: Defendió la libertad del hombre y la supremacía de la voluntad sobre el intelecto.Temas principales :Fe y razón: La relación entre fe y razón fue un tema central de discusión. Algunos pensadores, como San Agustín, priorizaron la fe, mientras que otros, como Santo Tomás de Aquino, buscaron la armonía entre ambas.El bien y el mal: la definición del bien y del mal se basó en la ley natural y la voluntad divina.Ley natural: se pensaba que la ley natural era universal e inmutable y podía conocerse a través de la razón humana.Libertad y determinismo: se discutía el grado de libertad dentro del cual las personas tenían que elegir entre el bien y el mal ,Virtudes y vicios: Las virtudes se definían como hábitos que conducen al bien, mientras que los vicios se definían como desviaciones de las leyes de la naturaleza.Felicidad y vida eterna: la búsqueda de la felicidad se asociaba con la vida eterna en el cielo ,Contribuciones a la modernidad Ética:La ética medieval influyó en el desarrollo de la ética moderna al formular conceptos como ley natural, libertad humana y responsabilidad moral.Las ideas de los filósofos medievales siguen siendo importantes en el debate ético actual.Limitaciones:Medieval. La ética puede verse como demasiado restrictiva para quienes están fuera de ella. compartir la fe cristiana.No siempre estuvieron interesados ​​en las cuestiones sociales y políticas de la época.En general, la ética medieval ofrece una rica perspectiva sobre la naturaleza de la moralidad y la vida humana y hace una importante contribución al pensamiento occidental

  71. EXPOSICIONES
    Ciudad de Dios:»Ciudad de Dios» es una obra escrita por San Agustín, uno de los Padres de la Iglesia, figura influyente en el pensamiento cristiano. Compuesta entre 413 y 426, está considerada una de las obras más importantes de la historia cristiana y del pensamiento cristiano occidental. En esta obra, San Agustín examina la naturaleza del mundo, la historia humana y el destino humano desde una perspectiva cristiana. Esto indica que hay dos ciudades en la tierra, la ciudad de Dios y la ciudad de la tierra. El primero se refiere a la comunidad de creyentes y a quienes buscan la salvación de Dios, mientras que el segundo se refiere a quienes buscan los placeres del mundo y vuelven a disfrutarlos. . y el papel de la iglesia en la historia de la humanidad. También proporciona la interpretación de Dios de la historia desde la creación del mundo hasta el Juicio Final, y muestra cómo las acciones de Dios están dirigidas y tienen significado para los propósitos del mundo.»La Ciudad de Dios» tuvo una gran influencia en la religión occidental. Además de las enseñanzas religiosas, la obra también analiza cuestiones filosóficas y políticas que influyeron en el pensamiento de personas posteriores como San Pedro. Tomás de Aquino y los eruditos medievales y renacentistas..

    Suma Teológica»Suma Theologica» es obra del influyente teólogo y filósofo cristiano medieval Tomas de aquino. Iniciada en 1265 y completada después de su muerte en 1274, esta obra es una de las obras fundamentales tanto de la teología como de la filosofía occidentales.Organizada en forma de preguntas y respuestas, la Suma cubre una amplia gama de temas, incluyendo teología, filosofía, moralidad y metafísica. Tomás de Aquino utilizó un enfoque filosófico conocido como escolasticismo, en el que el cristianismo se combinaba con la razón y la filosofía aristotélica.La obra analiza, entre otras cosas, la existencia y naturaleza de Dios, la creación del mundo, la naturaleza del ser humano, la moralidad. . . , entre otras cosas, la ley divina y humana, la gracia y la virtud.Tomás de Aquino intentó conciliar la fe cristiana con la razón y la filosofía clásica con la ayuda de la «Suma Theologica», argumentando que tanto la verdad revelada por Dios como la verdad alcanzada por él no puede ser contradictorio , porque ambos provienen de la misma fuente divina. Esta obra ha tenido una influencia duradera en el pensamiento cristiano y ha sido estudiada y comentada por muchos teólogos, filósofos y eruditos a lo largo de los siglos debido a su enfoque sistemático y rigor intelectual.

  72. Diversidad de perspectivas: El libro explora la ética desde diferentes puntos de vista, incluyendo la filosofía latinoamericana, la ética dusseliana y la crítica a la corrupción y la hipocresía política.
    Enfoque en la ética dusseliana: El profesor Arteta considera a Dussel como uno de los filósofos más importantes de la filosofía de la liberación en América Latina. El libro analiza su pensamiento y su impacto en la ética social.
    Crítica a la corrupción y la hipocresía: El autor critica con razón la corrupción y la hipocresía política, dos males que aquejan a nuestras sociedades.
    Crecimiento individual y social: El libro nos invita a reflexionar sobre cómo la ética puede contribuir al crecimiento individual y social.
    me gusto el libro considero que fue hecho bajo una buena visión desde diferentes puntos de vista de los diferentes pensadores

  73. LA CIUDAD DE DIOS
    San Agustín de Hipona, destacado Padre de la Iglesia Latina, abogó por la primacía de la fe en su tiempo. Su obra cumbre, «La Ciudad de Dios», aborda la relación entre la iglesia y el estado, el bien y el mal desde la perspectiva cristiana, destacando la superioridad de la ciudad celestial.

    La obra se estructura en varias partes: el problema del mal, la providencia divina, la historia humana como parte del plan divino y la dualidad entre la ciudad celestial y la terrenal. Además, explora aspectos teológicos y filosóficos, analiza el Antiguo y Nuevo Testamento, y concluye cuestionando la caída del Imperio Romano, atribuyéndola, según Agustín, al distanciamiento de Roma de los principios cristianos.

    Su argumento, controversial, sugiere que la ciudad terrenal debe alinearse con la celestial, postura que, según él, Roma no adoptó, llevando a su declive. Este enfoque, aunque influyente, ha sido objeto de debate, especialmente por su impacto en la independencia del desarrollo científico al vincular todas las acciones humanas con la Biblia y la tradición de la Iglesia Católica. La obra de San Agustín sigue siendo un legado complejo y debatido en los ámbitos teológico y filosófico.

  74. SUMMA TEOLÓGICA
    La «Summa Teológica» de Santo Tomás de Aquino, un tratado del siglo XIII, destaca como una obra influyente en la teología medieval y la filosofía católica. Dividida en tres partes, aborda temas como la esencia divina, pruebas de la existencia de Dios y cuestiones éticas.

    Aquino postula que Dios es la causa primaria de todo movimiento en la naturaleza, desde el viento hasta las acciones humanas. También argumenta que Dios es la causa eficiente de todas las cosas, ampliando esto a relaciones parentales.

    El concepto de contingencia y necesidad sostiene que todo en la naturaleza es contingente, pero necesita un ser necesario para existir, identificado como Dios por Aquino. La causa final revela un orden en la naturaleza diseñado por una inteligencia suprema, Dios.

    Aquino clasifica los grados de perfección en la naturaleza y afirma que la proximidad a la perfección máxima define la perfección de las cosas, identificando a Dios como esa perfección máxima.
    Centrándose en la existencia de Dios, Aquino destaca que todo ser existe porque algo le ha dado existencia, excepto Dios, cuya esencia coincide con su existencia.

    Santo Tomás consolida el aristotelismo como base filosófica del pensamiento cristiano. Su «Summa Teológica» aborda 1492 preguntas, tocando temas desde la existencia de Dios hasta la vida eterna, fusionando la filosofía y la teología. La obra trasciende el tiempo, desafiando y nutriendo la mente de aquellos que exploran su profundidad.

  75. “EL PODER DE LA ÉTICA” CRISTÓBAL ARTETA
    El libro «El poder de la ética» nos lleva en un viaje intelectual que conecta la filosofía con nuestra vida cotidiana. De manera integral, nos muestra lo variada y valiosa que es la ética, explicando cómo sus distintas corrientes influyen en nuestra realidad individual y social.

    Más que un libro académico, esta obra es como una herramienta esencial para construir un mundo más justo. No sólo explora los problemas éticos y políticos actuales, sino que también propone soluciones prácticas y realizables.

    Destaca la importancia de la educación, el libro subraya que enseñar valores éticos sirve para evitar problemas futuros y construir una sociedad fuerte y resistente.

    El libro nos invita a pensar en nuestro papel como ciudadanos activos, el autor nos muestra que la participación informada y ética es la base para cualquier cambio positivo. Nos recuerda que cada persona tiene el poder de contribuir a construir un mundo mejor.

    «El poder de la ética» no es simplemente un libro, es un llamado a la acción. Motiva a sus lectores a ser agentes activos de cambio, proporcionándoles las herramientas necesarias para navegar un mundo complejo y desafiante.

    Esta obra se convierte en una referencia valiosa para aquellos que desean entender la ética en su máxima expresión: una disciplina que no solo se queda en la teoría, sino que se refleja en acciones concretas que transforman nuestro entorno.

    En definitiva , «El poder de la ética» es una lectura esencial para quienes buscan construir un futuro más justo, armonioso y próspero.

  76. La ética presocrática se refiere a las ideas sobre la moral y la buena vida que se desarrollaron en la antigua Grecia antes de la época de Sócrates (siglos VI a.C. – V a.C.). Estos primeros filósofos se centraron principalmente en comprender el origen y la naturaleza del universo (cosmología), pero también abordaron temas relacionados con la ética y la sociedad. La ética presocrática sentó las bases para el desarrollo posterior de la filosofía moral en Grecia. Aunque no se desarrolló un sistema ético completo en este período, las ideas de los presocráticos sobre la naturaleza, la justicia y la armonía siguen siendo relevantes para la reflexión ética actual.

  77. La ética presocrátixa se refiere a las ideas sobre la moral y la buena vida que se desarrollaron en la antigua Grecia de la época de Sócrates.Estos primeros filósofos se centraron principalmente en comprender el origen y la naturaleza del universo(cosmología),pero tambien abordaron temas relacionados con las ética y la sociedad.

    La ética presocrática sentó las bases para el desarrollo posterior de la filosofía moral en Grecia. Aunque no se desarrolló un sistema ético completo en este período, las ideas de los presocráticos sobre la naturaleza, la justicia y la armonía siguen siendo relevantes para la reflexión ética actual.

  78. La ética socrática fue desarrollada por el filósofo griego Socrátes. Para Socrátes, la base de la ética era el conocimientos. Solo a través del conocimiento del bien y la virtud se podia actuar correctamente.
    Socrates no ofreció una definición universal del bien, sino que la buscó a través del dialogo y la razón. El bien, para el, era algo universal y objetivo que podia ser conocido por todos.
    La virtud, para Socrátes, no era una cuestión de sentimiento o voluntad, sino de conocimiento. Se era virtuoso en la medida en que se conocía el bien y se avtuaba de acuerdo con el.
    Socrátes creía que el alma era inmortal y que su destino final era la contemplacion del bien.La vida terrenal era una preparacion para este destino.

    La ética socrática ha tenido un impacto profundo en la filosofía occidental.Su énfasis en la razón, la búsqueda del conocimiento y la universalidad del bien sigue siendo relevante para la reflexión ética actual.

  79. La ética medieval se desarrolló entre los siglos V y XV d.c… en el contexto del cristianismo como religión dominante en Europa. La ética medieval. En este contexto, se caracterizó por la busqueda de una síntesis entre la fe cristiana y la filosofía griega, principalmente la de Aristóteles. El teocentrismo, la idea de que Dios es la fuente de toda moralidad, es el pilar fundamental de la ética medieval. La ley natural, revelada por Dios y accesible a la razón humana, era vista como una guía para el comportamiento moral. Esta ley natural indicaba el camino hacia el bien y la justicia, y su conocimiento era indispensable para alcanzar la salvación.

    Dos autores destacaron en el desarrolo de la ética medieval: San Agustín de Hipona y Tomás de Aquino.
    San Agustín(354-430) integró el pensamiento platónico con la teología cristiana, y su obra «Confesiones» es un ejemplo de su búsqueda de la verdad y el bien. Tomás de Aquino (1225-1274) sintetizó el pensamiento aristotélico con la teología cristiana en su obra «Summa Theologica».Su defensa del libre albedrío y la ley natural sigue siendo influeyente hasta el dia de hoy.

  80. La ciudad de Dios es el tratado más largo que nos ha legado la antigüedad grecorromana. Se compone de 22 libros que pueden dividirse en dos partes generales, cada una de las cuales también tiene sus subdivisiones temáticas. La primera parte, que va del libro I hasta el libro X, es un análisis del sistema político romano. Desde el libro I hasta el VI, el análisis es histórico, y del libro VII al X, el análisis es más filosófico y jurídico. La segunda parte va del libro XI al libro XXII, y es allí en donde se expone la división entre la “ciudad de Dios” y la “ciudad de los hombres”. Desde el libro XI hasta el libro XIV, se trata del origen de las dos ciudades, de acuerdo con la teoría del origen del mal, a partir de la caída del primer hombre, Adán. Después, desde el libro XV hasta el XVIII, hay un análisis histórico que expone lo que aparece relatado en la Biblia sobre la historia de Israel hasta el nacimiento de la Iglesia cristiana (en donde se conectan las historias de Roma y de Israel) y en donde se mantiene la diferencia de las dos ciudades como hilo conductor. Por último, desde el libro XIX hasta el XXII, el tema son los fines de cada una de las ciudades y la Justicia Divina.
    Como se puede observar, si bien la motivación de La ciudad de Dios es un hecho histórico concreto, el autor va mucho más allá, y se enfoca en la construcción de una teoría que abarca temas como la filosofía de la historia, la política y la teología. La primera parte, dedicada a la respuesta a los romanos, hace una crítica de los orígenes y el desarrollo del Imperio, para atacar la idea de un pasado áureo que habría sido destruido por el cristianismo. Roma tenía, según el análisis de Agustín, el germen de su destrucción en su misma constitución, y esto por seguir únicamente los preceptos que constituyen la “ciudad de los hombres”.
    El sentido de hacer una historia de la “caída del hombre” como inicio de la segunda parte es mostrar que la “ciudad de los hombres” nace de nuestra naturaleza pecaminosa. Esta debe entenderse a partir de una distinción respecto de los fines humanos que aparece en varias obras de Agustín: la distinción entre las cosas que han de ser disfrutadas (fruenda) y las cosas que han de ser usadas (utenda). Las primeras refieren a aquellos fines que se buscan por sí mismos sin miras a otra cosa; las segundas, a aquellas cosas que buscamos solo para un fin posterior. Para Agustín, la falla del ser humano consiste en confundir ambos términos: en concebir las cosas que solo son de uso, por ejemplo, los bienes materiales o el poder político, como si fueran cosas para disfrutar, o sea fines últimos. Y viceversa, tratar las cosas que deben disfrutarse como fin último, por ejemplo, las virtudes morales, como medios para lograr cosas que deberían ser de uso. La idea de Agustín es entonces que el poder político y la justicia ejercidos en la ciudad de los hombres son poderes instituidos (no naturales) para regular las relaciones sociales entre los hombres que han caído en el Pecado Original y que tienden a la guerra en la búsqueda del poder y los bienes materiales.
    De las tesis de San Agustín no se desprende una defensa de la teocracia. Todo lo contrario: el autor es consciente de la necesidad del establecimiento de un orden civil en la “ciudad de los hombres” que regule los asuntos típicamente terrenales y facilite la convivencia entre los ciudadanos. Este orden es, como ya dijimos, distinto del que impera en la “ciudad de Dios”, y entre ambos hay una situación de tensión. No obstante esto, Agustín sí aboga por un orden más o menos confesional en donde el papel de la religión sea de gran importancia, y en donde haya la oportunidad de desarrollo de la virtud como es entendida desde el marco de la cristiandad. La “ciudad de los hombres” que aspire a ser verdaderamente justa debe tener en observación las leyes universales de la “ciudad de Dios” y debe generar sus leyes en relación con su situación particular (de lo que surge la diversidad de órdenes políticos), pero siempre evitando contradecir la Ley Divina.

  81. ÉTICA RENACENTISTA
    La ética renacentista fue un conjunto de ideas sobre el comportamiento y los valores que surgieron en Europa durante el Renacimiento, entre los siglos XIV y XVII. Se caracterizó por tres corrientes principales: la humanista, la política y la religiosa.

    La ética humanista, nos recuerda que el Renacimiento no solo fue un resurgimiento artístico sino también una celebración de las capacidades individuales. Inspirados por los clásicos como Platón y Cicerón, los humanistas abogaron por la educación y el desarrollo integral del ser humano, rescatando las joyas éticas de la antigüedad para iluminar el presente.

    Al mismo tiempo, la ética política renacentista, guiada por la pluma de Maquiavelo y otros pensadores políticos, se sumergió en la relación entre el individuo y el Estado. Surgieron conceptos sobre el buen gobierno y la participación ciudadana, explorando las complejidades éticas del poder y la gobernabilidad en una sociedad en transformación.

    Mientras el Renacimiento celebraba la ciencia y las artes, la ética religiosa no quedó en segundo plano. Coexistiendo con el florecimiento cultural, esta corriente abordó cuestiones morales desde una perspectiva cristiana, fusionando las enseñanzas clásicas con la ética adaptada a la nueva realidad cultural.

    Estas tres corrientes éticas, lejos de operar de manera aislada, tejieron una red compleja de influencias mutuas. La ética renacentista, con sus múltiples facetas, contribuyó a la emergencia de nuevas ideas sobre la naturaleza humana, la moralidad y la sociedad. Este periodo no solo marcó un renacer cultural, sino también una revolución ética que dejó una marca perdurable en la evolución del pensamiento ético y filosófico.

  82. El humanismo renacentista

    El humanismo renacentista, nacido en la Italia del siglo XIV, marcó un punto de inflexión en la historia. Este movimiento intelectual se caracterizó por un renovado interés en la cultura y el pensamiento de la antigua Grecia y Roma, poniendo al ser humano como centro del universo y valorando su capacidad de razón, creatividad y potencial.

    Características:
    • Antropocentrismo: El ser humano como centro del universo y foco de estudio.
    • Racionalismo: La razón como herramienta para comprender el mundo.
    • Secularismo: Disminución de la influencia de la religión en la vida social y cultural.
    • Individualismo: Valoración de la individualidad y el potencial humano.
    • Retorno a la Antigüedad: Estudio de la cultura grecorromana como fuente de conocimiento.

    Figuras:
    • Dante Alighieri (1265-1321): Poeta italiano, precursor del humanismo. Su obra maestra, la Divina Comedia, es un poema épico que narra su viaje a través del Infierno, Purgatorio y Paraíso.
    • Francesco Petrarca (1304-1374): Poeta y filólogo italiano, considerado uno de los padres del humanismo. Sus sonetos de amor a Laura marcaron un antes y un después en la poesía europea.
    • Giovanni Boccaccio (1313-1375): Escritor italiano, autor del Decamerón, una colección de cuentos que retrata la sociedad de su época.
    • Tomás Moro (1478-1535): Humanista inglés, autor de Utopía, una obra que describe una sociedad ideal.
    • Leonardo Bruni (1370-1444): Canciller de Florencia, traductor de obras griegas y defensor del latín clásico. Obras traducciones de Platón y Aristóteles, «Historia Florentina».
    • Lorenzo Valla (1407-1457): Filólogo crítico, desafió la autoridad papal y abogó por un latín puro. Obras importantes «La Donación de Constantino», «Elegancias de la lengua latina».
    • Marsilio Ficino (1433-1499): Filósofo neoplatónico, traductor de Platón y fundador de la Academia Florentina. Obras importantes: traducciones de Platón, «Teología platónica».

    El humanismo renacentista sentó las bases del pensamiento moderno, impulsando el desarrollo de la ciencia, el arte y la literatura. Su énfasis en la razón y el potencial humano nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como individuos para construir un mundo mejor.

  83. La ética del Renacimiento marca un período apasionante en la historia de la filosofía y la moral, que refleja importantes cambios en el pensamiento y el estilo de vida en Europa (principalmente del siglo XIV al XVII). Este período, conocido como Renacimiento, es conocido por una reevaluación del arte, la ciencia y la filosofía clásicas, así como por un interés renovado en los mundos humano y natural.

    Como otros aspectos de la cultura renacentista, la ética renacentista también se caracteriza por un enfoque humanista que colocaba a la persona, sus capacidades y valores en el centro de atención.

    La ética del Renacimiento es importante porque marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento moral y filosófico, introduciendo nuevos métodos y perspectivas que influyen en la ética occidental hasta el día de hoy. Su énfasis en el humanismo, la virtud y la investigación intelectual ayudó a dar forma al mundo moderno y sigue siendo una fuente de inspiración y reflexión para el pensamiento moderno.

  84. La ética renacentista

    Se caracterizó por un cambio en la visión del mundo, pasando del teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista. Los pensadores renacentistas, como Maquiavelo, Erasmo de Róterdam y Tomás Moro, exploraron temas como la virtud, la moralidad y el papel del individuo en la sociedad.

    La ética renacentista se centraba en la búsqueda del equilibrio entre la virtud y la prudencia, promoviendo la idea de que el fin justifica los medios en ciertas circunstancias, un concepto plasmado en la obra de Maquiavelo. Por otro lado, figuras como Erasmo de Róterdam abogaban por una ética basada en la humildad, la caridad y el servicio a los demás.

    En resumen, la ética renacentista fue un período de profunda reflexión sobre el comportamiento humano, la moralidad y el papel del individuo en la sociedad, marcando un cambio significativo en la forma en que se entendía y aplicaba la ética.

  85. La ética presocrática es un término que hace referencia al pensamiento ético que surgió en la antigua Grecia antes de Sócrates. A diferencia de la ética posterior, que se centró en cuestiones como la virtud, el deber y la moralidad personal, la ética presocrática se preocupaba más por la cosmología y la naturaleza del universo. Los primeros filósofos presocráticos, como Tales de Mileto, Anaximandro y Heráclito, estaban más interesados ​​en comprender la naturaleza fundamental del universo y los principios fundamentales que lo gobiernan. Para Tales este principio era el agua, para Anaximandro era el Apeiron indeterminado, y para Heráclito era el Logos o razón del universo. Estas ideas sobre la naturaleza del universo tenían implicaciones éticas, porque los filósofos presocráticos creían que comprender el orden natural del mundo era esencial para vivir una vida virtuosa en armonía con la naturaleza. Por ejemplo, Heráclito enfatizó la importancia de aceptar el cambio constante y el cambio del universo y vivir de acuerdo con este principio. Pitágoras también jugó un papel importante en el desarrollo de la ética presocrática. Aunque Pitágoras es mejor conocido por sus contribuciones a las matemáticas, su filosofía también incluyó principios éticos como la moderación, la armonía y la importancia de la justicia.

  86. La recato renacentista es un labrantío difícil que surge durante el Renacimiento, un época de gran vuelco cultural, artística y filosófica que se desarrolló principalmente en Europa entre los siglos XIV y XVI. En naciente contexto, la recato renacentista se caracteriza por una variedad de ideas y valores que reflejan la mentalidad de la fecha. Una de las principales características de la recato renacentista es su encuadre en el humanismo. El humanismo renacentista se basaba en el exploración de la senectud clásica grecolatina y en la opinión del idoneidad humano. Se promovía el expansión universal del individuo, gol inmaterial como moral, y se buscaba la grandeza en todas las áreas de la vida. En términos filosóficos, la recato renacentista se inspiraba en el estimación de autores como Platón, Aristóteles y los estoicos, ya incluso incorporaba principios de la paciencia cristiana. Se buscaba mediar la removible con la fe, y se valoraba la recompensa como un paso cerca de la factura unilateral y la felicidad. Uno de los conceptos núcleo en la recato renacentista es el de recompensa. Se entendía que la recompensa cuadro el resultado de la instrucción y el aplicación unilateral, y se consideraba decisivo para conquistar la grandeza moral. Se promovían virtudes como la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia, y se creía en la trascendencia de cultivarlas a lo derrochador de la vida. Además, la recato renacentista incluso estaba influenciada por el contexto histórico y social de la fecha. El Renacimiento fue un época de gran altibajo, con la desasosiego de nuevas clases sociales, el surgimiento de una riqueza mercantil y el expansión de la imprenta, lo que facilitó la propagación de ideas y conocimientos. Todo esto tuvo un topetazo en la estado en que se entendía la vergüenza y se concebía el buen vivir. En resumen, la recato renacentista se caracteriza por su encuadre en el humanismo, la opinión de la recompensa y la cerco de la grandeza unilateral. Combina principios de la paciencia clásica y cristiana, y reflexiva las aspiraciones y preocupaciones de una fecha de altibajo y vuelco cultural.

  87. La ética racionalista

    Se basa en usar la razón para entender la moral y tomar decisiones éticas. Para los racionalistas, es crucial que las personas puedan decidir éticamente por sí mismas, usando su juicio y razonamiento. Además, valoran mucho la reflexión y el análisis para tomar decisiones éticas informadas. En lugar de depender de revelaciones divinas o tradiciones, los racionalistas éticos creen que los principios morales deben basarse en nuestra capacidad humana para discernir entre el bien y el mal.

    Algunos de los filósofos más destacados en el ámbito de la ética racionalista incluyen:

    1. Immanuel Kant: Es quizás el racionalista ético más influyente. Su ética se centra en el deber y la razón práctica, argumentando que las acciones son moralmente correctas si se realizan por deber y no por consecuencias.
    2. René Descartes: Aunque es más conocido por su enfoque en la filosofía de la mente y el conocimiento, Descartes también contribuyó a la ética racionalista al enfatizar la importancia de la razón y el método deductivo.
    3. Baruch Spinoza: Su enfoque ético se basa en la idea de que la naturaleza es la única sustancia, y la moralidad se entiende a través de la razón y la comprensión de la naturaleza humana.
    4. Gottfried Wilhelm Leibniz: Desarrolló una ética basada en la idea de que vivimos en el «mejor de los mundos posibles» y defendió la idea de que la razón puede llevarnos a entender las leyes morales del universo.

    Estos filósofos han dejado huella en la ética racionalista con sus ideas y teorías sobre la moralidad, la razón y la autonomía moral.

  88. Etica Racionalista

    La ética racionalista sostiene que la moralidad se deriva del uso de la razón humana. En lugar de depender de tradiciones, emociones o autoridad externa, esta corriente ética postula que los principios morales universales pueden ser discernidos mediante el ejercicio de la facultad racional. Se enfoca en la idea de que las acciones son correctas o incorrectas no por su resultado o contexto, sino por la lógica y la coherencia de los principios que las guían. En resumen, la ética racionalista busca establecer un sistema ético fundamentado en la razón y aplicable de manera universal.

    Autores:

    • Descartes: aunque principalmente conocido por sus contribuciones al racionalismo en la filosofía, también influyó en la ética racionalista. Su énfasis en la razón y en la búsqueda de verdades universales sentó las bases para el desarrollo posterior de esta corriente ética.
    • Baruch Spinoza: En su «Ética», Spinoza propone una visión ética racionalista que se basa en la idea de que la felicidad y la libertad se encuentran en la comprensión y aceptación de la naturaleza y del orden del universo. Para él, la razón y el conocimiento de la realidad son fundamentales para alcanzar la libertad y la felicidad auténtica.
    • Leibniz: la ética de Leibniz puede considerarse dentro del marco racionalista en la medida en que él enfatiza el papel de la razón en la comprensión del mundo y en la toma de decisiones morales. Leibniz confiaba en la capacidad humana para comprender el orden y la armonía del universo a través de la razón, y creía que esta comprensión podía guiar nuestras acciones éticas.
  89. Humanismo renacentista :

    El humanismo renacentista fue un movimiento cultural y filosófico que floreció en Europa durante los siglos XIV y XV, y alcanzó su apogeo en el Renacimiento italiano del siglo XV. Se caracterizó por una renovada valoración del ser humano, su capacidad para el conocimiento y el desarrollo individual, así como por un interés por la cultura clásica grecolatina.

    Los humanistas del Renacimiento abogaban por una educación integral que incluyera el estudio de las artes liberales, la literatura, la filosofía y la historia, con el objetivo de formar individuos cultos y virtuosos. Además, promovían la idea de que el ser humano era capaz de alcanzar la excelencia y la grandeza a través del cultivo de sus facultades intelectuales y morales.

    Este movimiento también enfatizaba la importancia de la razón y la observación empírica como herramientas para comprender el mundo, en contraposición a la visión teocéntrica predominante en la Edad Media. Los humanistas creían en la capacidad del ser humano para transformar y mejorar la sociedad a través del conocimiento y la acción, fomentando valores como la libertad, la tolerancia y el respeto por la diversidad.

    En resumen, el humanismo renacentista fue un período de redescubrimiento y exaltación del potencial humano, que influyó profundamente en el desarrollo cultural, intelectual y social de Europa occidental, sentando las bases para la modernidad.

  90. Ética Kantiana

    La ética kantiana, desarrollada por el filósofo alemán Immanuel Kant en el siglo XVIII, se fundamenta en la razón pura y universal como fuente de moralidad, en contraposición a influencias emocionales o circunstanciales. En obras como «Fundamentación de la metafísica de las costumbres» y «Crítica de la razón práctica», Kant establece principios éticos aplicables a todos los seres racionales.

    El núcleo de la ética kantiana es el imperativo categórico, un principio moral que exige que nuestras acciones sean realizadas conforme a una máxima que pueda ser universalizada sin generar contradicciones lógicas. En esencia, una acción es moralmente correcta si puede ser convertida en una ley universal sin conflicto.

    Además, Kant enfatiza el trato a las personas como fines en sí mismas, no simplemente como medios para nuestros propios fines. Este principio, conocido como el principio de la dignidad humana, requiere que respetemos la autonomía y libertad de los demás, tratándolos siempre con dignidad y consideración.

    En resumen, la ética kantiana se basa en la universalidad y racionalidad de los principios morales, junto con el respeto por la dignidad y autonomía de todos los seres racionales. Esta perspectiva ética ha influido profundamente en el pensamiento moral y político occidental, y sigue siendo objeto de debate y reflexión en la filosofía contemporánea.

  91. Ética Empirista:

    La ética empirista se basa en la idea de que nuestras creencias morales se forman a partir de la experiencia y la observación empírica. En lugar de depender de principios abstractos o de la voluntad divina, esta corriente ética sostiene que nuestras ideas sobre lo que es correcto o incorrecto se derivan de la observación de cómo nuestras acciones afectan a nosotros mismos y a los demás.

    En resumen, la ética empirista busca comprender los principios éticos a través del estudio del comportamiento humano y de sus consecuencias en el bienestar individual y social. En lugar de basarse en la razón pura o en la revelación divina, se apoya en la observación empírica y en el análisis de casos concretos para establecer normas morales.

    Autores:

    • David Hume: Hume argumentaba que nuestras creencias morales se derivan de la experiencia y la observación empírica, en lugar de principios racionales o la voluntad divina. Sostenía que nuestras ideas sobre lo que es correcto o incorrecto se basan en nuestra experiencia de placer y dolor, así como en la observación de las consecuencias de nuestras acciones en el bienestar de los demás.
    • Locke: En su obra «Ensayo sobre el entendimiento humano», Locke sostiene una teoría empirista del conocimiento, argumentando que todas nuestras ideas provienen de la experiencia sensorial. Sin embargo, en el ámbito ético, su enfoque es menos prominente que el de otros filósofos como David Hume.
  92. A lo largo del corte hemos tratado temas de suma importancia que han dado pie a un conocimiento amplio para nosotros como estudiantes y abogados en potencia.

    hemos contado con la suerte de tener un gran maestro como lo es el ilustre ARTETA y asi el aportar desde sus grandes conocimientos a las maravillosas clases de etica.

    estos son los temas tratados:

    Humanismo

    Hay que destacar que establecer una conceptualización de Humanismo es una tarea muy complicada, debido a que es un término polisémico. En este concepto se pueden englobar, según la RAE, significados como “conocimiento de las letras humanas” o “el interés por los estudios filológicos y clásicos”.

    El Humanismo tiene su origen en el siglo XIV y se extiende hasta el siglo XVI, y lo hizo de la mano del Renacimiento, iniciándose primero en Italia y extendiéndose posteriormente por toda Europa. Por ello, se suele denominar a esta corriente como Humanismo renacentista.

    A modo de resumen, las características del Humanismo más destacadas son las siguientes:

    • Sustitución del teocentrismo por el antropocentrismo.
    • Rompe con la Edad Media y sus principios y valores predominantes. En esta línea, se salta a la Edad Moderna.

    Ahora tomare referencia en cada etica tratada un autor para hacer mas especifica la definicion de esa etica.

    Etica racionalista

    DESCARTES:

    Descartes supone que la razón es igual en todos los hombres, pero no todos son capaces de llegar a la verdad, por falta de un método. Nadie podrá nunca estar facilitado para encontrar la verdad, si su razón está llena de prejuicios que estorban la madurez y la búsqueda.

    Etica empirista

    LOCKE:

    El empirismo afirma que la conciencia humana se halla encerrada en los confines de la experiencia y que más allá de ellos no hay más que problemas insolubles o arbitrarias fantasías. Con esto Locke impone una saludable moderación a las pretensiones de la razón humana.

    Etica kantiana

    KANT:

    La ética de Kant se centra en el deber y la moralidad basada en el respeto por la dignidad humana. Su principal idea es el «imperativo categórico», que establece que debemos actuar según principios que podríamos desear que se conviertan en leyes universales. Kant enfatiza la autonomía moral y la dignidad de la persona, argumentando que los seres humanos tienen un valor intrínseco y no deben ser tratados simplemente como medios para fines personales. En resumen, la ética de Kant promueve el respeto por la dignidad humana y la universalidad de las normas morales basadas en el deber.

    –DILAN MONSALVE

  93. LA ÉTICA RACIONALISTA/ RENÉ DESCARTES 

    La ética racionalista nos invita a confiar en la capacidad de la razón humana para discernir entre el bien y el mal. Nos recuerda que nuestras acciones deben estar fundamentadas en principios universales y en la reflexión racional, más que en dogmas religiosos o emociones pasajeras. Sin embargo, también nos desafía a considerar la complejidad de la moralidad y a no perder de vista la importancia de la empatía, las relaciones humanas y el contexto social en nuestras decisiones éticas. La ética racionalista nos invita a buscar un equilibrio entre la razón y la sensibilidad, reconociendo la profundidad y la diversidad de la experiencia humana en la búsqueda de la virtud y la justicia. 

    Para René Descartes, la ética racionalista se fundamenta en la primacía de la razón humana para determinar principios éticos. Descartes argumenta que la moralidad no depende de la religión, sino que es accesible a través de la razón pura. Sin embargo, su enfoque individualista y su énfasis exclusivo en la razón pueden plantear preocupaciones sobre la inclusión de aspectos emocionales y sociales en la moralidad. En pocas palabras, Descartes destaca la importancia de la razón en la ética, pero también promueve debates sobre la complejidad de la moralidad humana.

  94. LA ÉTICA EMPIRISTA/ LOCKE 

    La ética empirista nos recuerda que nuestras convicciones morales no son inherentes, sino que se desarrollan a partir de nuestras experiencias y observaciones del mundo que nos rodea. Esta perspectiva nos invita a considerar cómo nuestras interacciones y entorno moldean nuestros valores éticos. Sin embargo, también nos desafía a reflexionar sobre la diversidad de experiencias y la influencia de los sesgos en nuestra comprensión moral. La ética empirista nos invita a reconocer la importancia de la experiencia y la observación empírica en la formación de nuestros principios éticos, promoviendo una comprensión más profunda y contextualizada de la moralidad.

    La ética empirista, según Locke, sostiene que nuestro conocimiento moral se forma a través de la experiencia y la observación del mundo que nos rodea. Locke enfatiza que nuestras ideas morales no son innatas, sino que se adquieren a través de la interacción con el entorno y la sociedad. Esto destaca la importancia de la educación y la experiencia en la formación de nuestros valores éticos. Sin embargo, plantea desafíos sobre cómo reconciliar las diferencias morales entre culturas y cómo evitar debilitamiento en nuestras observaciones.En conclusión, la ética empirista de Locke subraya el papel de la experiencia en la comprensión moral, enfatizando la influencia del entorno en la formación de nuestros valores éticos.

  95. LA ÉTICA KANTIANA 

    La ética kantiana, basada en la filosofía moral de Immanuel Kant, enfatiza la importancia de los principios universales y el deber moral. Según Kant, la moralidad se fundamenta en actuar de acuerdo con el «imperativo categórico», tratando a los demás como fines en sí mismos. Esto nos desafía a considerar la dignidad y el respeto inherentes a cada individuo en todas nuestras acciones. Aunque plantea desafíos y preguntas, como la determinación de acciones en situaciones complejas, la ética kantiana ofrece una base sólida para la reflexión ética y la promoción de la universalidad de los principios morales.

  96. LA ÉTICA DE LA ILUSTRACIÓN/ MARX 

    La ética de la Ilustración surge en un contexto de cambio y progreso intelectual durante el siglo XVIII, enfocándose en la razón, la libertad y la autonomía individual como pilares fundamentales. Promovió la idea de que los seres humanos son capaces de alcanzar la felicidad y el bienestar a través del uso de la razón y el pensamiento crítico, en lugar de depender exclusivamente de la autoridad religiosa o política. Esta ética fomentó valores como la igualdad, la justicia y el respeto por los derechos humanos universales, contribuyendo al surgimiento de movimientos sociales que buscaban reformas políticas y sociales basadas en la razón y la libertad.

    Por otro lado, la ética de la Ilustración para Marx se enmarca en una crítica más profunda al sistema capitalista y a las desigualdades sociales que perpetúa. Marx, aunque compartió algunos ideales ilustrados como la búsqueda de la libertad y la justicia, criticó la forma en que el capitalismo alienaba a los trabajadores, explotándolos y convirtiéndolos en meros instrumentos de producción. Desde esta perspectiva, la ética de la Ilustración para Marx se convierte en una lucha por la emancipación de las clases oprimidas, enfocándose en la transformación radical de las estructuras sociales y económicas para lograr una verdadera igualdad y libertad para todos.

  97. La ética racionalista es una tendencia filosófica que sostiene que la razón es la fuente principal de la moralidad y que podemos usarla para determinar qué acciones son moralmente correctas o incorrectas.

    Esta posición contrasta con las teorías éticas que enfatizan la experiencia sensorial, la emoción, la tradición o la revelación divina como fuentes de conocimiento moral.

     Esta tiene sus orígenes en la filosofía antigua, pero la perspectiva se volvió más prominente durante la Ilustración europea. Filósofos como Baruch Spinoza, Immanuel Kant y René Descartes son considerados fundamentales en el desarrollo de la ética racionalista.

    CARACTERISTICAS

    Primacía de la razón– La razón es considerada la herramienta más confiable y universal para determinar la moralidad de nuestras acciones.

    Autonomía: Muchas formulaciones de la ética racionalista, especialmente la ética kantiana, enfatizan la autonomía individual. Según Kant, el comportamiento moral implica actuar de acuerdo con principios que se puede desear que se conviertan en leyes universales.

  98. La ética racionalista es una escuela de pensamiento que busca basar la moralidad en la razón. Los filósofos racionalistas creen que existen verdades morales objetivas y universales que pueden ser conocidas por la razón humana. Esta verdad moral se basa en principios racionales que se aplican a todas las situaciones.
    La ética racionalista se centra en los individuos y sus derechos. Los críticos argumentan que la ética racionalista no presta suficiente atención a las relaciones sociales y a nuestras responsabilidades hacia los demás.
    La ética racionalista es una teoría moral importante que ha tenido un impacto significativo en el pensamiento occidental. Sin embargo, también ha sido criticado por varios motivos. Es importante tener en cuenta estas críticas al evaluar la ética racionalista

  99. La ética racionalista es una escuela de pensamiento que busca basar la moralidad en la razón. Los filósofos racionalistas creen que existen verdades morales objetivas y universales que pueden ser conocidas por la razón humana. Esta verdad moral se basa en principios racionales que se aplican a todas las situaciones.
    La ética racionalista se centra en los individuos y sus derechos. Los críticos argumentan que la ética racionalista no presta suficiente atención a las relaciones sociales y a nuestras responsabilidades hacia los demás.
    La ética racionalista es una teoría moral importante que ha tenido un impacto significativo en el pensamiento occidental. Sin embargo, también ha sido criticado por varios motivos. Es importante tener en cuenta estas críticas al evaluar la ética racionalista

  100. La ética racionalista es una corriente filosófica que enfatiza la primacía de la razón en la determinación de la moralidad y la conducta ética. Los principales autores asociados con la ética racionalista son:

    1. René Descartes: Descartes fue un filósofo francés del siglo XVII conocido por su enfoque racionalista en filosofía. Aunque no dedicó una obra específica a la ética, su énfasis en el poder de la razón y la duda metódica influyó en el desarrollo de la ética racionalista.
    2. Baruch Spinoza: Spinoza, también del siglo XVII, fue un filósofo holandés cuya obra principal, «Ética demostrada según el orden geométrico», es considerada un hito en la ética racionalista. En esta obra, Spinoza presenta una ética basada en la razón y la naturaleza, argumentando que el conocimiento racional y la comprensión adecuada de la realidad conducen a la libertad y la felicidad.
    3. Gottfried Wilhelm Leibniz: Leibniz, contemporáneo de Spinoza, fue un filósofo y matemático alemán que contribuyó al desarrollo del racionalismo. En su obra, Leibniz abordó cuestiones éticas desde una perspectiva racionalista, enfatizando la armonía preestablecida entre la razón y la moralidad. Estos filósofos racionalistas contribuyeron significativamente al desarrollo de la ética moderna al poner énfasis en la capacidad de la razón humana para discernir el bien y el mal, y en la importancia de la reflexión racional en la toma de decisiones éticas.
  101. La ética racionalista dice que la razón, o sea, pensar con lógica, es lo más importante para decidir qué está bien y qué está mal. Busca reglas que sean válidas para todos, en cualquier situación. Se enfoca en hacer lo que se considera correcto sin importar las consecuencias. Se basa en ideas como las de Kant, que decía que hay ciertas reglas morales que siempre se deben seguir. No depende de religiones, sino que se basa en pensar con la cabeza. También le gusta que cada persona pueda decidir por sí misma qué es lo correcto. Critica la idea de que lo que está bien o mal dependa de la opinión de cada uno, diciendo que la razón nos da una base clara para decidir. En resumen, la ética racionalista cree que usando la razón podemos encontrar reglas morales que todos debemos seguir, enfatizando que cada uno debe decidir por sí mismo y seguir esas reglas siempre.
    Algunos autores que hablaron de la ética racionalista fueron:
    1. Kant: En su obra, especialmente en «Fundamentación de la metafísica de las costumbres» y «Crítica de la razón práctica», Kant desarrolla su teoría ética deontológica, basada en la idea de que las acciones deben ser juzgadas por su conformidad con el deber moral, en lugar de sus consecuencias.
    2. Descartes: Influyó en la ética racionalista al enfatizar la importancia de la razón y el pensamiento crítico en la búsqueda de la verdad y el conocimiento moral.
    3. Leibniz: En su concepto de «armonía preestablecida», que sostiene que Dios ha creado un mundo en el que la razón y la moral están en armonía.

  102. LIBRO LA GRAN ÉTICA DE ARISTÓTELES 

    La ética aristotélica propone un camino hacia la felicidad basado en la virtud y el desarrollo completo del ser humano. Según Aristóteles, la bondad no es simplemente un estado innato, sino que se cultiva a través de la práctica y la repetición de acciones virtuosas. Destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre extremos en nuestras acciones, evitando los vicios y buscando la moderación. En este sentido, la justicia, la amistad y la felicidad son valores fundamentales que enriquecen nuestras vidas y nos ayudan a alcanzar la plenitud. Aristóteles también enfatiza la conexión entre la ética individual y la vida en comunidad, argumentando que la educación y la política desempeñan un papel crucial en la formación de individuos éticos y sociedades justas. En pocas palabras, la ética aristotélica nos invita a buscar la realización personal a través de la virtud y a contribuir al bienestar social mediante el desarrollo humano y la participación activa en la comunidad.

  103. La ética racionalista de Descartes 

    René Descartes, figura fundamental del pensamiento moderno, sentó las bases del racionalismo con su método metódico y su búsqueda de la verdad. Su influencia se extendió a diversos campos, incluyendo la ética, donde propuso un sistema basado en la primacía de la razón.

    Para Descartes, la razón es la herramienta indispensable para alcanzar el conocimiento verdadero y, por ende, para discernir lo bueno de lo malo en el ámbito moral. A través de la razón, podemos superar las dudas y las apariencias engañosas, llegando a verdades claras y distintas.

    Libertad y búsqueda de la felicidad: objetivos de la existencia humana

    Descartes defiende la libertad como un atributo esencial del ser humano. Esta libertad, sin embargo, no es absoluta, ya que se encuentra limitada por nuestra propia racionalidad. La razón nos permite elegir de forma autónoma, pero solo dentro de los márgenes de lo que es bueno y verdadero.

    El objetivo final de la vida humana, según Descartes, es la búsqueda de la felicidad. Esta felicidad no se basa en placeres efímeros o en la satisfacción de deseos inmediatos, sino en el cultivo de la virtud y el ejercicio de la razón.

    Las virtudes: pilares de la ética cartesiana

    Si bien Descartes no presenta una lista exhaustiva de virtudes, sí enfatiza en algunas que considera fundamentales:

    Generosidad: La disposición a compartir nuestros bienes y beneficios con los demás.

    Sinceridad: La honestidad y la verdad en el trato con las personas.

    Moderación: El control de nuestros deseos y pasiones, evitando los excesos.

    Fortaleza: La valentía para enfrentar las dificultades y los obstáculos.

    Prudencia: La capacidad de tomar decisiones acertadas y reflexivas.

    La relación entre razón y voluntad: la clave para la acción moral

    En la ética cartesiana, razón y voluntad no son conceptos independientes. La razón nos guía hacia lo que es bueno y verdadero, mientras que la voluntad nos permite elegir actuar de acuerdo con la razón. La verdadera felicidad, según Descartes, se alcanza cuando la voluntad se somete a la razón, permitiendo que esta última guíe nuestras acciones.

  104. Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La ética racionalista de Descartes 

    René Descartes, figura fundamental del pensamiento moderno, sentó las bases del racionalismo con su método metódico y su búsqueda de la verdad. Su influencia se extendió a diversos campos, incluyendo la ética, donde propuso un sistema basado en la primacía de la razón.

    Para Descartes, la razón es la herramienta indispensable para alcanzar el conocimiento verdadero y, por ende, para discernir lo bueno de lo malo en el ámbito moral. A través de la razón, podemos superar las dudas y las apariencias engañosas, llegando a verdades claras y distintas.

    Libertad y búsqueda de la felicidad: objetivos de la existencia humana

    Descartes defiende la libertad como un atributo esencial del ser humano. Esta libertad, sin embargo, no es absoluta, ya que se encuentra limitada por nuestra propia racionalidad. La razón nos permite elegir de forma autónoma, pero solo dentro de los márgenes de lo que es bueno y verdadero.

    El objetivo final de la vida humana, según Descartes, es la búsqueda de la felicidad. Esta felicidad no se basa en placeres efímeros o en la satisfacción de deseos inmediatos, sino en el cultivo de la virtud y el ejercicio de la razón.

    Las virtudes: pilares de la ética cartesiana

    Si bien Descartes no presenta una lista exhaustiva de virtudes, sí enfatiza en algunas que considera fundamentales:

    Generosidad: La disposición a compartir nuestros bienes y beneficios con los demás.

    Sinceridad: La honestidad y la verdad en el trato con las personas.

    Moderación: El control de nuestros deseos y pasiones, evitando los excesos.

    Fortaleza: La valentía para enfrentar las dificultades y los obstáculos.

    Prudencia: La capacidad de tomar decisiones acertadas y reflexivas.

    La relación entre razón y voluntad: la clave para la acción moral

    En la ética cartesiana, razón y voluntad no son conceptos independientes. La razón nos guía hacia lo que es bueno y verdadero, mientras que la voluntad nos permite elegir actuar de acuerdo con la razón. La verdadera felicidad, según Descartes, se alcanza cuando la voluntad se somete a la razón, permitiendo que esta última guíe nuestras acciones.

  105. La ética empirista de John Locke

    John Locke, figura prominente del pensamiento moderno, sentó las bases del empirismo y del liberalismo con su enfoque experimental y su defensa de la libertad individual. Su obra, de gran influencia, abarca diversos campos, incluyendo la ética, donde propuso un sistema basado en la experiencia y la razón.

    La experiencia y la razón: pilares de la ética lockeana

    Para Locke, el conocimiento moral, al igual que cualquier otro tipo de conocimiento, se basa en la experiencia. A través de la observación y el análisis de nuestras experiencias, podemos discernir lo que es bueno y malo, justo e injusto. La razón, sin embargo, juega un papel crucial al permitirnos interpretar y comprender nuestras experiencias de manera racional y crítica.

    El estado natural y la ley natural: fundamentos de la moralidad

    Locke parte de la idea de un estado natural en el que todos los individuos son libres e iguales, con derechos naturales a la vida, la libertad y la propiedad. Estos derechos naturales, basados en la razón y la experiencia, nos permiten establecer una ley natural universal que guía nuestras acciones morales.

    El consentimiento y la propiedad privada: pilares de la sociedad

    El consentimiento, según Locke, es el elemento fundamental para la organización social y política. Los individuos, a través de un acuerdo racional, pueden establecer pactos y formar gobiernos legítimos que protejan sus derechos naturales. La propiedad privada, fruto del trabajo y el esfuerzo individual, es un derecho natural esencial para la libertad y el bienestar de los individuos.

    Las virtudes en la ética de Locke: guía para una vida buena

    Si bien Locke no presenta una lista exhaustiva de virtudes, sí considera algunas como esenciales para una vida buena y justa:

    Razón: La capacidad de pensar de forma clara, lógica y crítica es fundamental para discernir lo bueno de lo malo y tomar decisiones morales acertadas.

    Tolerancia: El respeto a las diferentes opiniones y creencias, incluso aquellas con las que no estamos de acuerdo.

    Justicia: La voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde, respetando los derechos de los demás.

    Prudencia: La capacidad de actuar con moderación y previsión, considerando las consecuencias de nuestras acciones.

    Templanza: El control de nuestros deseos y pasiones, evitando los excesos y buscando el equilibrio.

    La relación entre razón y voluntad: la clave para la acción moral

    En la ética de Locke, la razón juega un papel fundamental en la determinación de la ley natural y en la guía de nuestras acciones morales. Sin embargo, la voluntad también tiene un papel importante, ya que somos libres de elegir si queremos actuar de acuerdo con la razón o no.

  106. Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Ética Kantiana

    Immanuel Kant, figura central del pensamiento moderno, sentó las bases de la filosofía moral moderna con su ética deontológica, basada en el deber y la razón. Su obra, de gran trascendencia, ha influido profundamente en diversas áreas del conocimiento, incluyendo la ética, donde propuso un sistema moral centrado en el imperativo categórico y la autonomía individual.

    Los pilares de la ética kantiana: deber, razón y autonomía

    El imperativo categórico: La piedra angular de la ética kantiana es el imperativo categórico, un principio moral universal que nos obliga a actuar únicamente de acuerdo a aquellas máximas que podamos querer que sean leyes universales. Esto significa que nuestras acciones deben basarse en principios racionales y justos que podrían ser aplicados por cualquier ser racional en cualquier circunstancia.

    La autonomía moral: Un elemento fundamental de la ética kantiana es la autonomía moral, la capacidad de ser nuestros propios legisladores morales. Los seres humanos, según Kant, somos capaces de actuar de forma libre y racional, y por lo tanto, tenemos la responsabilidad de elegir actuar de acuerdo con el imperativo categórico.

    La dignidad humana: En la ética kantiana, todos los seres humanos, en virtud de su racionalidad, poseen una dignidad inherente y un valor moral absoluto. Esto significa que nunca debemos tratar a los demás como simples medios para nuestros fines, sino siempre como fines en sí mismos, con respeto y consideración.

    Deberes perfectos e imperfectos: guías para la acción moral

    Kant establece una distinción entre dos tipos de deberes morales: los deberes perfectos y los deberes imperfectos.

    Deberes perfectos: Son aquellos que requieren que actuemos de una manera específica y absoluta, como no matar o no robar. Estos deberes no admiten excepciones y deben cumplirse siempre, independientemente de las circunstancias.

    Deberes imperfectos: Son más generales y nos obligan a actuar de una manera que mejore el bienestar de los demás, aunque no siempre lo hagamos de una manera específica. Estos deberes admiten excepciones y dependen de las circunstancias particulares de cada caso.

    Las virtudes en la ética kantiana: cualidades esenciales para una vida moral

    Si bien Kant no presenta una lista exhaustiva de virtudes, sí considera algunas como esenciales para una vida moralmente buena:

    Buena voluntad: La disposición a actuar de acuerdo con el imperativo categórico, incluso cuando esto implica sacrificio o dificultad. La buena voluntad es el motor central de la ética kantiana, ya que nos permite superar nuestras inclinaciones egoístas y actuar por principios racionales y justos.

    Veracidad: La honestidad y la sinceridad en el trato con los demás. La veracidad es fundamental para construir relaciones de confianza y respeto mutuo, y para evitar el engaño y la manipulación.

    Justicia: La voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde, respetando los derechos de los demás. La justicia es esencial para una sociedad ordenada y justa, donde todos los individuos puedan disfrutar de sus derechos y libertades.

    Benevolencia: La bondad y la generosidad hacia los demás. La benevolencia nos impulsa a ayudar a los necesitados y a contribuir al bienestar de los demás, sin esperar nada a cambio.

    Gratitud: El reconocimiento y el aprecio por los beneficios recibidos de los demás. La gratitud nos permite cultivar relaciones positivas y fomentar un sentido de comunidad y solidaridad.

    La relación entre razón y voluntad: la clave para la acción moral kantiana

  107. Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Ética de la Ilustración

    En el umbral de la modernidad, la Ética de la Ilustración emergió como un faro de luz racional en un mar de dogmas y tradiciones. Sus pensadores, figuras como John Locke, Jean-Jacques Rousseau e Immanuel Kant, desafiaron las normas morales establecidas y propusieron una visión innovadora basada en la razón, la libertad y el individuo.

    Pilares de la Ética Ilustrada:

    La razón como brújula moral: La Ética de la Ilustración entronizó a la razón como la guía fundamental para discernir el bien del mal. Los individuos, mediante el ejercicio de su capacidad racional, podían comprender principios morales universales y tomar decisiones éticas autónomas.

    La libertad: un derecho inalienable: La libertad individual se convirtió en un valor central de esta corriente de pensamiento. Los seres humanos, por naturaleza libres e iguales, tenían el derecho de perseguir su propia felicidad sin interferencias injustificadas.

    El contrato social: un pacto para la convivencia: La sociedad, según la Ética de la Ilustración, no era una imposición divina, sino el resultado de un acuerdo racional entre individuos que buscaban proteger sus derechos y libertades. Este contrato social sentó las bases para la organización política y la armonía social.

    Los derechos naturales: una herencia universal: La Ética de la Ilustración defendió la existencia de derechos naturales inalienables, como el derecho a la vida, la libertad y la propiedad. Estos derechos, inherentes a todos los seres humanos, no podían ser arrebatados por ninguna autoridad externa.

    Virtudes que iluminan el camino:

    Si bien no existe una lista exhaustiva de virtudes en la Ética de la Ilustración, algunos valores fundamentales destacaron:

    Razón: La capacidad de pensar de forma clara, lógica y crítica era esencial para tomar decisiones morales acertadas.

    Tolerancia: El respeto a las diferentes opiniones y creencias, incluso aquellas con las que no se estaba de acuerdo, era un principio fundamental.

    Justicia: La voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde, respetando los derechos de los demás, era un pilar de la convivencia pacífica.

    Prudencia: La capacidad de actuar con moderación y previsión, considerando las consecuencias de nuestras acciones, era crucial para evitar decisiones imprudentes.

    Templanza: El control de nuestros deseos y pasiones, evitando los excesos y buscando el equilibrio, era esencial para una vida virtuosa.

  108. Por: Mariángel Ruiz Palencia

    La Ética de Aristóteles no es un libro único, sino que se trata de un conjunto de ideas sobre la moral y la vida virtuosa que se encuentran dispersas en varias de sus obras. Las dos obras más importantes sobre este tema son:

    1. Ética a Nicómaco:

    Considerada la obra más importante de Aristóteles sobre la ética.

    Explora en profundidad la naturaleza de la felicidad, la virtud y el bien.

    Examina diferentes virtudes éticas, como la templanza, el coraje, la justicia y la generosidad.

    Presenta la doctrina del punto medio como un principio fundamental para alcanzar la virtud.

    2. Ética a Eudemo:

    Una obra menos conocida que la Ética a Nicómaco, pero que ofrece una perspectiva complementaria sobre la moral aristotélica.

    Se centra en el concepto de felicidad y en las diferentes formas de vida que pueden conducir a ella.

    Examina el papel de la amistad y la familia en la vida moral.

    Discute la importancia de la educación para el desarrollo del carácter virtuoso.

    Otras obras relevantes:

    Política: En esta obra, Aristóteles analiza la naturaleza de la polis (ciudad-estado) y la relación entre la ética y la política.

    Retórica: Aristóteles explora el arte de la persuasión y su papel en la vida pública y privada.

    De Anima (Sobre el Alma): En esta obra, Aristóteles discute la naturaleza del alma y su relación con la razón y la virtud.

  109. En mi aporte desarrollaré los temas que hemos tratado a lo largo del corte, donde hemos estudiado cada uno de ellos a través de la asignación que el profesor Cristobal Arteta realizó a cada grupo de estudiantes, cada grupo tenia la responsabilidad de investigar sobre cada corriente filosófica para posteriormente sustentarlo en clases y compartir el conocimiento adquirido durante la investigación a los demás compañeros.

    Inicialmente se desarrolló:

    1.) EL HUMANISMO: Se enfatiza el valor y la agencia de los seres humanos individuales o colectivamente, a través de una perspectiva ética y filosófica. El ser humano debe ser el centro de nuestras consideraciones éticas, donde se valore la dignidad, la libertad y el potencial individual; los seres humanos son capaces de razonar y mejorar moralmente a través de la educación y el desarrollo personal, sin necesidad de referencias a entidades sobrenaturales.

    2.) ETICA RACIONALISTA: La razón es la principal herramienta para determinar la conducta correcta, en este contexto se difundió la idea que los principios éticos universales se pueden descubrir a través del uso de la razón, sin importar si la experiencia es a través de los sentidos (sensorial), apoyados en filósofos como Baruch Spinoza y René Descartes, se promovió que la normas morales son inherentes a la lógica del pensamiento humano y se pueden validar a través del razonamiento.

    3.) ETICA EMPIRISTA: El conocimiento se deriva a través de los sentidos (sensorial) y la observación, nuestros juicios morales están influenciados por nuestros sentimientos y experiencias personales, donde la razón juega un papel secundario, a través de la organización y reflexión sobre nuestro actuar emocional, filósofos como David Hume fueron los que promovieron esta corriente filosófica donde la empatía y la respuesta emocional son importantes para el juicio moral.

    4.) ETICA KANTIANA: Se debe actuar según máximas que podamos desear se conviertan en leyes universales, esta ley moral es accesible a través de la razón, donde se exige a la comunidad, tanto en nosotros mismos como en los demás, donde se establezca un fin y no un medio, a través de la ética kantiana, propuesta por Immanuel Kant se precisa una insistencia en la moralidad como un deber derivado de principios racionales.

    Por medio de estas corrientes, se le ofrece una perspectiva a la sociedad en general, de como pueden determinar la conducta correcta, en donde se enfocan diferentes aspectos del razonamiento y la experiencia humana, a través de un juicio de valor personal podemos establecer cuales son las herramientas efectivas para vivir que ofrece una vida ética.

  110. «La Ética de Aristóteles» es un libro que nos ofrece valiosas enseñanzas sobre cómo vivir una vida buena y virtuosa. Aristóteles nos guía en un viaje de autoexploración moral, donde nos muestra que la felicidad se alcanza a través de la práctica de la virtud.

    Lo que más me llama la atención es cómo Aristóteles no solo nos presenta teorías abstractas, sino que también nos brinda consejos prácticos para aplicar en nuestra vida diaria. Es como tener a un amigo sabio que nos da orientación sobre cómo tomar decisiones éticas y vivir de acuerdo con nuestros valores.

    La idea de que la virtud es un hábito que se desarrolla con la práctica constante es especialmente inspiradora. Nos recuerda que la excelencia moral es un proceso continuo de crecimiento personal.

    En resumen, «La Ética de Aristóteles» nos desafía a reflexionar sobre nuestras acciones y nos inspira a buscar la virtud en nuestras vidas. Es un recordatorio importante de que la verdadera felicidad proviene de vivir de manera ética y significativa.

  111. Brandy Acevedo- Leslie Ariza

    Ética-Grupo 2

    La «Genealogía de la moral» es una obra filosófica de Friedrich Nietzsche en la que explora la genealogía de los conceptos morales y éticos en la sociedad occidental. El libro se compone de tres ensayos: En el primer ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «Genealogía de la moral: una polémica», Friedrich Nietzsche aborda la genealogía de los conceptos morales de «bueno» y «malo». Nietzsche plantea que estos conceptos tienen sus raíces en la dicotomía entre los valores de los poderosos y los débiles en la sociedad. Argumenta que históricamente, los poderosos veían como «bueno» aquello que los beneficiaba y como «malo» lo que los perjudicaba, mientras que los débiles invertían estos valores, considerando «bueno» lo humilde, modesto y compasivo, y «malo» lo poderoso, dominante y egoísta.

    En el segundo ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «La psicología de los motivos», Friedrich Nietzsche se adentra en la psicología detrás de la formación de conceptos morales como el castigo, el sentimiento de culpa y el deber. Nietzsche sostiene que estos conceptos tienen su origen en la necesidad de controlar y reprimir los instintos naturales del ser humano. El filósofo aborda cómo la sociedad ha utilizado la noción de «culpa» como un medio para ejercer control sobre las personas, fomentando así un sentido de responsabilidad y obediencia a través del sentimiento de culpa. Además, examina cómo el castigo ha sido utilizado como una forma de imponer normas morales y sociales, señalando que su propósito principal es mantener el orden y reprimir los impulsos individuales.

    En el tercer ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «¿Los primeros filósofos son psicólogos?», Friedrich Nietzsche cuestiona las motivaciones detrás del surgimiento de la filosofía griega. El filósofo aborda la idea de que los primeros filósofos estaban motivados por impulsos psicológicos más que por un deseo puramente racional de conocimiento.

    En conclusión, «La genealogía de la moral» es una de las obras más influyentes y polémicas de Friedrich Nietzsche. En ella, el filósofo alemán analiza el origen y la evolución de los conceptos morales occidentales desde una perspectiva crítica y cuestionadora. 

  112. Brandy Acevedo-Leslie Ariza

    Ética-Grupo 2

    La «Genealogía de la moral» es una obra filosófica de Friedrich Nietzsche en la que explora la genealogía de los conceptos morales y éticos en la sociedad occidental. El libro se compone de tres ensayos: «Genealogía de la moral: una polémica», «La psicología de los motivos» y «¿Los primeros filósofos son psicólogos?».

    En el primer ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «Genealogía de la moral: una polémica», Friedrich Nietzsche aborda la genealogía de los conceptos morales de «bueno» y «malo». Nietzsche plantea que estos conceptos tienen sus raíces en la dicotomía entre los valores de los poderosos y los débiles en la sociedad. Argumenta que históricamente, los poderosos veían como «bueno» aquello que los beneficiaba y como «malo» lo que los perjudicaba, mientras que los débiles invertían estos valores, considerando «bueno» lo humilde, modesto y compasivo, y «malo» lo poderoso, dominante y egoísta.

    En el segundo ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «La psicología de los motivos», Friedrich Nietzsche se adentra en la psicología detrás de la formación de conceptos morales como el castigo, el sentimiento de culpa y el deber. Nietzsche sostiene que estos conceptos tienen su origen en la necesidad de controlar y reprimir los instintos naturales del ser humano. El filósofo aborda cómo la sociedad ha utilizado la noción de «culpa» como un medio para ejercer control sobre las personas, fomentando así un sentido de responsabilidad y obediencia a través del sentimiento de culpa. Además, examina cómo el castigo ha sido utilizado como una forma de imponer normas morales y sociales, señalando que su propósito principal es mantener el orden y reprimir los impulsos individuales.

    En el tercer ensayo de «La genealogía de la moral» titulado «¿Los primeros filósofos son psicólogos?», Friedrich Nietzsche cuestiona las motivaciones detrás del surgimiento de la filosofía griega. El filósofo aborda la idea de que los primeros filósofos estaban motivados por impulsos psicológicos más que por un deseo puramente racional de conocimiento.

    En conclusión, «La genealogía de la moral» es una de las obras más influyentes y polémicas de Friedrich Nietzsche. En ella, el filósofo alemán analiza el origen y la evolución de los conceptos morales occidentales desde una perspectiva crítica y cuestionadora. 

  113. Voltaire fue un personaje muy influyente en su época, sus ideales abogaban a la libertad de expresión y cuestionamiento, la separación de poderes y la tolerancia religiosa . Aunque el francés fue expulsado de su país natal logro influenciar a líderes, intelectuales y político de su territorio al implementar sus ideales y poniéndolos en práctica para la revolución francesa . Todas sus críticas y pensamientos estaban expresados en sus obras o libros .

  114. En el libro la genealogía de la moral escrita por Friedrich abarca una crítica profunda hacia la moral tradicional esto generando un especie de cuestionamientos críticos hacia la sociedad tradicional de su época , analizando e identificando a través de la genealogía » la moral no nace de la verdad, si no de la mentira., no nace del amor desinteresado del prójimo, si no del egoísmo y la sed de la verdad» abarcando la moral como una construcción social e histórica en consecuencia a los productos de las dinámicas de las clases influyentes o dominantes y el poder

  115. En mi comentario lo que busco es rescatar la importancia que de alguna manera Nietzsche le da a la moral religiosa-tradicional, dado que con mucha constancia se le da más relevancia a la crítica feroz que hace el autor,sobre el origen de la moral cristiana, que se encuentra en lo que se llama (formación reactiva), que desde luego es importante, pues constituye uno de los ejes centrales de su filosofía, pero lo que pretendo aquí es evidenciar cómo en el tratado 2 Nietzsche nos demuestra el papel fundamental que juega esa moral religiosa, para la aparición de (LA VOLUNTAD DE PODER).Para poder potenciar la voluntad de poder se necesita resistencia lo que quiero decir con esto es que para Nietzsche toda esa moral de las costumbres adquiere una relevancia considerable, en lo que respecta a la aparición y desarrollo de la voluntad de poder, dado que toda esa moral eminentemente religiosa,tradicionalista, acaba siendo una serie de elementos que le permiten tener una razón para revelarse, sublevarse y de esta manera potenciar esa voluntad de poder.

    conclusión: Indudablenete Nietzsche rechaza la moral cristiana, reniega de ella, por no considerarla sujeta a la realidad, pues se basa en ilusiones,(una vida más allá de esta),sin embargo, al mismo tiempo le da una importancia a esta, pues sin la aparición de esa moral de las costumbres, no sería posible la aparición y el desarrollo del súper hombre

  116. Aristóteles, uno de los filósofos más influyentes de la antigüedad, desarrolló una ética basada en la virtud que ha dejado una profunda huella en la filosofía occidental. Su obra más conocida en este ámbito es la «Ética a Nicómaco», donde establece los principios fundamentales de su pensamiento ético.

    La Ética de la Virtud

    La ética aristotélica se centra en la idea de la virtud (areté), entendida como una cualidad que permite a los individuos alcanzar su máximo potencial y vivir de manera plena. Para Aristóteles, la virtud es un hábito adquirido que se encuentra en un punto medio entre dos extremos viciosos: el exceso y el defecto. Este concepto, conocido como el «justo medio» (mesótes), se ilustra con ejemplos como la valentía, que es el punto medio entre la temeridad y la cobardía.

    El Fin Supremo: La Eudaimonía

    Aristóteles sostiene que todas las acciones humanas tienen un fin último, que es la eudaimonía, traducida comúnmente como «felicidad» o «florecimiento humano». La eudaimonía no se refiere a un estado transitorio de placer, sino a una condición duradera de realización personal que se alcanza a través de la práctica de las virtudes. La vida virtuosa es, para Aristóteles, la vida buena, en la que el ser humano realiza su naturaleza racional de manera plena.

    La Razón y el Carácter

    Una característica distintiva de la ética aristotélica es la centralidad de la razón (logos). Aristóteles argumenta que la virtud no es meramente una cuestión de comportamiento externo, sino que implica una disposición racional del alma. Para ser virtuoso, uno debe actuar de acuerdo con la razón, y esto requiere tanto conocimiento como formación del carácter. La educación y la práctica constante son esenciales para desarrollar un carácter virtuoso.

    Las Virtudes Morales e Intelectuales

    Aristóteles distingue entre virtudes morales e intelectuales. Las virtudes morales, como la justicia, la templanza y la valentía, se desarrollan a través de la habituación. En cambio, las virtudes intelectuales, como la sabiduría (sofía) y el entendimiento (nous), se cultivan mediante la enseñanza y el aprendizaje. Ambas categorías de virtudes son necesarias para alcanzar la eudaimonía, ya que complementan la naturaleza racional y social del ser humano.

    Conclusión

    La ética de Aristóteles ofrece una visión holística del buen vivir, en la que la razón, el carácter y la comunidad juegan roles esenciales. Su enfoque en la virtud como un equilibrio y su insistencia en la eudaimonía como el fin último de la vida humana siguen siendo relevantes en debates éticos contemporáneos. Al enfatizar la formación del carácter y la importancia de la comunidad, Aristóteles nos invita a considerar cómo nuestras acciones contribuyen al bienestar no solo personal, sino también colectivo.

    Juan Manuel Caballero.

  117. Nietzsche analiza el origen y el desarrollo de los valores morales occidentales, cuestionando la noción de la moral tradicional y sugiriendo que los valores morales han surgido de luchas de poder y resentimiento.

    Este libro nos hace mirar de una manera más reflexiva a acontecimientos del pasado, pero también es una gran fuente de conocimiento para el entendimiento de la moral personal y social.

  118. El Poder de la Ética.

    La filosofía es importante para todas las ciencias, para el desarrollo del ser humano en su día a día. Los más grande filósofos fueron concejeros de antiguos lidere políticos. Tenemos de ejempló la antigua Grecia.

    El poder de la filosofía no es para los que quieran hacer de ella un vicio o un defecto si no hacer de ella una virtud. Viviendo dignamente en libertad para no ser preso de las grandes multinacionales o poderes que tratan de encerrar tu conciencia en la tecnología o en la banalidad de tu mente vacía.

    La primera generación de la filosofía latinoamericana siendo el centro en la aclimatación del positivismo europeo a las circunstancias latinoamericanas, bajo los lemas libertad, orden y progreso entres esos tenemos a Alberdi, Juan B, Barreto, Tobías entre otros. La segunda generación se le denomina la de los Fundadores. con una clara preferencia por el pensamiento intuitivo y por los conceptos de duración, de devenir concreto y cualitativo. Siendo una buena generación de escritores y maestros de juventudes que se preocupan por una filosofía propia. A otra generación se le denomino como la de la normalización. La filosofía se hace más académica y sus representantes presentando mayor profesionalismo, especialización y menor influencia en la vida pública. Entres eso tenemos como ejemplo, Romero, Francisco Argentina 1891 –1960 entre muchos mas.

    ELIZA FIGUEROA MARIMON

  119. La genealogía de la moral de Friedrich Nietzsche es una obra fundamental para comprender su pensamiento y su crítica a la moral tradicional. En este libro, Nietzsche realiza una profunda investigación genealógica de los conceptos de “bueno” y “malo”, exponiendo sus orígenes y transformaciones a lo largo de la historia.

    Una de las ideas centrales del libro es la distinción entre la moral señorial y la moral de esclavos. La moral señorial, propia de una clase aristocrática, valora la fuerza, la autonomía, la creatividad y la superación de uno mismo. En cambio, la moral de esclavos, propia de una clase resentida y débil, valora la debilidad, la humildad, la sumisión y la piedad. Según Nietzsche, la moral de esclavos se impuso sobre la moral señorial a través de una “inversión de valores”, dando lugar a la moral tradicional occidental.

    Nietzsche critica la moral de esclavos por ser resentida, negativa y nihilista. Argumenta que esta moral debilita la voluntad de poder y la creatividad humana, y conduce a una vida mediocre y conformista. En su lugar, propone una nueva moral, que él llama “moral de amos”, basada en la autoafirmación, la creatividad y la voluntad de poder. Esta moral la asocia con el “superhombre”, un individuo que supera la moral tradicional y crea sus propios valores.

    La genealogía de la moral es una obra compleja y controvertida que ha sido interpretada de diversas maneras. Sin embargo, es una obra fundamental para entender el pensamiento de Nietzsche y su crítica a la moral tradicional. Es un libro que invita a la reflexión y al cuestionamiento de nuestras propias creencias morales, haciéndonos pensar en el origen y las motivaciones de la moral que nos rodea.

    Abigail Olivo Mejía

  120. Aristóteles y la gran Moral

    Presentado por: Aldair Catalán

    Daniela Bustamante

    Daniel Nieto

    Ética: Grupo 2

    Aristóteles plantea en su obra una serie de virtudes para explicar la verdadera naturaleza moral, la cual debe ser directamente relacionada al sentir político, expresa que “La moral a mi juicio puede formar parte de la política”, plantea que el verdadero fin es entender el bien. En ese orden de ideas expresa 3 características sobre el bien y son:

    • El bien es algo supremo.
    • Hay bienes que son del alma.
    • La virtud se halla presente en el alma.

    Este filósofo griego afirma que es necesario mantenerse en el equilibrio, es decir entre el parecer y el dolor; por otra parte, expresa que, para entenderla desde la moral, la ética es necesariamente práctica, porque la naturaleza del bien expresa virtudes mismas, en ese sentido su obra recoge y aporta un legado científico para poder profundizar el término “virtud”.

    Una de sus frases afirma que “La virtud no consiste en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno hace”.

    Con esta frase, se puede concluir que la obra de Aristóteles se caracteriza por:

    1. Presentar el verdadero sentir de la ética, es decir su razón práctica.
    2. Definir la virtud como un bien.
    3. Presentar los bienes propios del alma.
  121. «LA GENEALOGÍA DE LA MORAL» DE NIETZSCHE
    RESUMEN
    Las personas que producen bondad. Mostrándonos a los nobles, a los poderosos y a los hombres
    de posición valorándose a sí mismo a sus obras como buenos, mostrándose en primer rango.
    Contraposición a todo lo bajo vulgar o plebeyo considerado malo. Colocando lo bueno como
    algo útil para lograr un fin, teoría de Hebert Spencer. Al enfrentarse la casta de los guerreros y la
    casta sacerdotal entran en un conflicto El primer planteamiento que pude ver del libro fue el
    termino bueno que proviene de las donde la casta sacerdotal de los judíos cambia total mente el
    término. Implantado que los desgraciados, los pobres, los que sufren, los indigentes, los
    enfermos son los únicos bienaventurados a los ojos de Dios son los buenos, mientras los nobles,
    los insaciables, los codiciosos serán desdichados serán. malditos y condenados. Con los judíos
    comienza una rebelión que tiene una historia de más de dos mil, años y aunque en la actualidad
    a desaparecido en nuestro campo visual, ellos han resultado victorioso.
    Cada persona es capaz de tomar decisiones y ser autónomo con respeto su conciencia siendo
    libre poseedor de una voluntad duradera y convirtiendo la responsabilidad en un instinto y este
    instintito dominante en su conciencia. el sentimiento de culpa viene de los más antiguos
    relaciones anti personales de compradores y vendedores donde si no cumplías tu palabra te
    cobraban por medio de bienes o familia para pagar tu deuda así era la relación de creador y
    codeudor. En la actualidad usamos una forma de justicia partir de la cual el establecimiento de la
    ley existe. lo justo y lo injusto obligando al hombre en vivir en sociedad y en paz. manejando sus
    propios instintos y conciencia.

    El Tratado Segundo, «La culpa, la mala conciencia y lo malo», entendimos que, Nietzsche
    explora la evolución de la moral a través de la historia, analizando cómo conceptos como la
    culpa y la conciencia han sido fundamentales en la formación de los valores morales. Además,
    Nietzsche argumenta que la moral tradicional se basa en la idea de la culpa como un mecanismo
    de control social y de autocontrol individual y también critica la noción de que, la moralidad está
    intrínsecamente ligada a la idea de lo bueno y lo malo, sugiriendo que estas categorías son
    construcciones culturales que han sido impuestas a lo largo del tiempo.
    Ahora bien, en el tratado tercero, «Lo que falta a la moral», se continúa el análisis de la
    moralidad, centrándose Nietzsche en la idea de la «santidad del deber» y la influencia de la
    religión en la formación de los valores morales. Él cuestiona la validez de los ideales ascéticos y
    la renuncia a los placeres terrenales como camino hacia la virtud. Argumenta que la moral
    tradicional ha sido utilizada como un instrumento de opresión y control, y propone una
    reevaluación de los valores morales basada en una perspectiva más individualista y auténtica.
    Para concluir nosotras podemos decir que, Nietzsche profundiza en su libro “la genealogía de la
    moral” realizando cuestionamientos sobre las bases de la moral tradicional y proponiendo una
    nueva forma de entender los valores morales desde una perspectiva crítica y reflexiva.

    Luisa Fernanda Mercado Noriega
    Eliza María Figueroa Marimón

  122. Considero que Friedrich Nietzsche, en su obra La genealogía de la moral, nos invita a desentrañar los orígenes y la evolución de los valores morales que han regido a la sociedad occidental. A través de una crítica genealógica, el filósofo alemán cuestiona la validez de la moral tradicional, exponiéndola como una construcción social producto de la lucha de poder entre diferentes grupos humanos.

    Nietzsche comienza por diseccionar la dicotomía moral bueno/malo, revelando su carácter histórico y contingente. Sostiene que esta distinción no se basa en verdades universales, sino en las necesidades y valores de las clases dominantes. La moral del «bueno», asociada a la debilidad y la sumisión, ha sido impuesta por las clases sacerdotales y las masas para controlar a aquellos que poseen una voluntad de poder más fuerte.

    En contraposición a la moral tradicional, Nietzsche propone la revalorización de la moral noble, una ética basada en la autonomía individual, la creatividad y la búsqueda de la excelencia. Esta moral, encarnada por figuras como guerreros y aristócratas, se caracteriza por su aceptación de la vida en toda su complejidad, incluyendo el dolor y el sufrimiento.

    Nietzsche critica duramente la moral de esclavos, una ética que surge como reacción a la moral noble y que se caracteriza por el resentimiento, la negación de la vida y la búsqueda de la igualdad. Esta moral, asociada a las clases sacerdotales y a las masas, ha dado lugar a valores como la piedad, la humildad y la abnegación, valores que, según Nietzsche, debilitan y empobrecen la vida humana.

    La genealogía de la moral es una obra compleja y desafiante que invita a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la moral. Nietzsche nos ofrece una perspectiva radicalmente nueva sobre los valores que han guiado a la humanidad durante siglos, cuestionando su legitimidad y abriendo el camino para una posible revalorización de la ética.

    María Camila Uribe Rodríguez.

  123. Considero que Friedrich Nietzsche, en su obra La genealogía de la moral, nos invita a desentrañar los orígenes y la evolución de los valores morales que han regido a la sociedad occidental. A través de una crítica genealógica, el filósofo alemán cuestiona la validez de la moral tradicional, exponiéndola como una construcción social producto de la lucha de poder entre diferentes grupos humanos.

    Nietzsche comienza por diseccionar la dicotomía moral bueno/malo, revelando su carácter histórico y contingente. Sostiene que esta distinción no se basa en verdades universales, sino en las necesidades y valores de las clases dominantes. La moral del «bueno», asociada a la debilidad y la sumisión, ha sido impuesta por las clases sacerdotales y las masas para controlar a aquellos que poseen una voluntad de poder más fuerte.

    En contraposición a la moral tradicional, Nietzsche propone la revalorización de la moral noble, una ética basada en la autonomía individual, la creatividad y la búsqueda de la excelencia. Esta moral, encarnada por figuras como guerreros y aristócratas, se caracteriza por su aceptación de la vida en toda su complejidad, incluyendo el dolor y el sufrimiento.

    Nietzsche critica duramente la moral de esclavos, una ética que surge como reacción a la moral noble y que se caracteriza por el resentimiento, la negación de la vida y la búsqueda de la igualdad. Esta moral, asociada a las clases sacerdotales y a las masas, ha dado lugar a valores como la piedad, la humildad y la abnegación, valores que, según Nietzsche, debilitan y empobrecen la vida humana.

    La genealogía de la moral es una obra compleja y desafiante que invita a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la moral. Nietzsche nos ofrece una perspectiva radicalmente nueva sobre los valores que han guiado a la humanidad durante siglos, cuestionando su legitimidad y abriendo el camino para una posible revalorización de la ética.

    María C. Uribe R.

  124. Observamos acerca de la relevancia y la función de la ética filosófica en la toma de decisiones y en la construcción de una sociedad que posea una ética responsable.
    Presentan distintos enfoques éticos, como el utilitarismo, el deontologismo y la ética de la virtud, que nos brindan una alternativa sobre su aplicabilidad en situaciones éticas complejas.
    En la filosofía de América Latina se analiza el rol de la filosofía en la formación de crear una ética propia y que se pueda contextualizar en América Latina, teniendo en cuenta sus diversidades históricas, culturales y sociales

    Desde la perspectiva filosófica latinoamericana, se busca que la filosofía y todos los filósofos no sean menos observadores distantes de la realidad, sino que ellos se conviertan en intérpretes activos del momento actual. Se destaca la importancia de buscar raíces filosóficas y éticas que puedan orientar comportamientos y decisiones en América Latina, superando las influencias externas y adaptando las ideas filosóficas occidentales a la realidad y al contexto latinoamericano.
    Nos plantean que la filosofía puede ayudarnos a contribuir en la reflexión crítica sobre los valores éticos de la region, a su vez promoviendo un pensamiento ético que esté comprometido con la realidad latinoamericana.

    invitan a aplicar una ética que ayude a los ciudadanos críticos y responsables, que sean capaces de contribuir al bien común y el desarrollo sostenible de la sociedad. Muestran a Eduardo Caballero Calderón, José Martí, José Enrique Rodó, Carlos Vaz Ferreira, entre otros, que han contribuido a un desarrollo filosofar ético en Latinoamérica y también que han abogado por una ética de liberación. Este tipo de ética busca cuestionar las estructuras de poder y dominación, también propone unas alternativas éticas y justas para la sociedad.
    La ética en este tipo de contexto es presentada como un principio de valores que lleven a las acciones individuales y colectivas, buscando el bien común y la justicia social. Se busca que la política y la sociedad tengan principios éticos sólidos, para que puedan promover la participación ciudadana, igualdad y el respeto por la diversidad.

    Laura Marcela Perez De avila. Grupo 2

  125. ÉTICA RACIONALISTA – LEIBNIZ 

    La ética racionalista de Leibniz es una propuesta filosófica que integra la razón, la moralidad y una visión optimista del universo. Leibniz creía que el universo estaba gobernado por una razón divina que se manifestaba tanto en las leyes de la naturaleza como en los principios morales que los seres humanos podían discernir a través del uso de la razón.

    En el corazón de su ética se encuentra la idea de la armonía preestablecida, que postula que Dios, en su infinita sabiduría, creó el mejor de los mundos posibles. En este mundo, todos los acontecimientos y las acciones de las criaturas racionales están interconectados de manera armoniosa, lo que implica que incluso el mal y el sufrimiento tienen un propósito dentro del plan divino más amplio.

    Leibniz sostenía que la razón humana era suficiente para comprender las verdades morales, ya que es un reflejo de la razón divina. Para él, el bien moral se identifica con lo que promueve la perfección y la felicidad en un sentido universal, y no meramente con la satisfacción de deseos individuales o el cumplimiento de normas rígidas.

    Un aspecto central de su ética es la justicia como caridad sabía. Según Leibniz, la justicia no es simplemente el cumplimiento de reglas abstractas o la retribución, sino que implica una forma de amor racional y benevolente hacia los demás. Esta concepción de la justicia se alinea con su visión de un universo armonioso e interconectado, donde cada acción moral contribuye al bien común.
    En definitiva , la ética de Leibniz es una invitación a contemplar un universo ordenado y racional, donde la moralidad se entiende como una expresión de la armonía y la sabiduría divina. Los seres humanos, a través de la razón, pueden comprender este orden y actuar de acuerdo con él, promoviendo el bien universal y la justicia como una forma de amor racional. Esta perspectiva nos desafía a ver más allá de nuestros intereses inmediatos y a considerar el impacto de nuestras acciones en el bienestar general, en un mundo que, según Leibniz, es el mejor de los mundos posibles.

  126. ÉTICA EMPIRISTA – DAVID HUME

    La ética de David Hume, un destacado filósofo empirista del siglo XVIII, ofrece una perspectiva única que contrasta fuertemente con la racionalista de Leibniz. Hume argumenta que la moralidad no se fundamenta en la razón, sino en las emociones y sentimientos humanos. Esta visión se centra en la naturaleza humana y la experiencia, en lugar de principios abstractos y racionales.

    Hume sostiene que los juicios morales derivan de los sentimientos de aprobación o desaprobación que experimentamos ante determinadas acciones o características de las personas. En otras palabras, lo que consideramos bueno o malo no se basa en un razonamiento lógico, sino en cómo nos hacen sentir las acciones y las personas. Según Hume, la razón sólo puede informarnos sobre hechos y relaciones causales, pero no puede determinar lo que deberíamos valorar o desear.

    Uno de los conceptos clave en la ética de Hume es la simpatía. Hume cree que los seres humanos tienen una capacidad natural para simpatizar con los demás, lo que nos permite experimentar sus emociones y sufrimientos. Esta simpatía es fundamental para la moralidad, ya que nos lleva a actuar de manera altruista y a desarrollar normas y valores que favorecen la convivencia y el bienestar social.

    Hume también introduce la idea de las virtudes artificiales y las virtudes naturales. Las virtudes naturales, como la benevolencia y la generosidad, surgen directamente de la simpatía y nuestros sentimientos innatos. Las virtudes artificiales, como la justicia y el respeto por la propiedad, son construcciones sociales necesarias para el orden y la cooperación en sociedades más complejas. Aunque estas virtudes no se derivan directamente de nuestros sentimientos, son esenciales para el bienestar colectivo y, con el tiempo, se integran en nuestra sensibilidad moral.

    Un aspecto notable de la ética de Hume es su enfoque en la practicidad y la utilidad de las normas morales. Hume argumenta que las reglas y principios morales deben ser útiles para la sociedad, promoviendo la felicidad y reduciendo el sufrimiento. Esta visión pragmática contrasta con las teorías que buscan fundamentos morales en principios abstractos o trascendentales.

  127. La ética de la Ilustración, desarrollada en el siglo XVIII, abarca diversas perspectivas de pensadores que, aunque comparten un énfasis en la razón y el humanismo, presentan visiones particulares sobre la moralidad y la sociedad.

    Voltaire: Su ética se basa en la tolerancia, la libertad de pensamiento y la crítica a la superstición y la intolerancia religiosa. Voltaire defendía los derechos individuales y la importancia de la razón para combatir la injusticia y la opresión. Su enfoque ético busca promover una sociedad donde la libertad y la justicia prevalezcan, y donde la crítica racional se utilice para mejorar las instituciones y prácticas sociales.

    Jean-Jacques Rousseau: Rousseau plantea una ética centrada en la idea de la bondad natural del ser humano y la corrupción causada por la sociedad. En su visión, la moralidad auténtica surge de la voluntad general y la cooperación social basada en el contrato social. Rousseau aboga por una sociedad más igualitaria y democrática, donde las leyes reflejen la voluntad y el bienestar común, y donde los individuos se sientan libres y respetados.

    Friedrich Nietzsche: Aunque posterior a la Ilustración, Nietzsche ofrece una crítica radical a la ética ilustrada. Rechaza la moralidad tradicional basada en la razón y la universalidad, proponiendo en su lugar una ética basada en la afirmación de la vida, la voluntad de poder y la autenticidad individual. Nietzsche desafía las normas morales establecidas, promoviendo una perspectiva donde la creatividad y la autoafirmación son esenciales para la realización humana.

    Thomas Hobbes: Precursor de la Ilustración, Hobbes ofrece una visión más pesimista de la naturaleza humana. En su obra «Leviatán», argumenta que en el estado de naturaleza, los seres humanos actúan movidos por intereses egoístas y en constante conflicto. La ética de Hobbes se centra en la necesidad de un contrato social y un gobierno fuerte para asegurar la paz y la seguridad. La moralidad, para Hobbes, se deriva del acuerdo mutuo y la autoridad del soberano que impone leyes para prevenir el caos y la guerra.

  128. El poder de la ética

    Presentado por: Daniel Nieto

    Daniela Bustamante

    Aldair Catalán

    El poder de la ética desde la perspectiva filosófica latinoamericana”, plantea como tesis el afirmar que la ética puede ser la clave para comprender y dimensionar la perspectiva política, social, y emancipadora que requiere el mundo, además adopta desde Latinoamérica una postura  para asumir voluntades de cambio que permitan enfrentar los problemas que han ahondado a nuestras naciones, desde el sentir político y social el poder ético es necesario para poder darle solución a fenómenos como la corrupción y las crisis educativas. Ahora bien, desde otra perspectiva puede asumirse que la ética en nuestro contexto latinoamericano puede ser impulsada gracias a diversos pensadores como dusell, Zuleta y otros más quienes enriquecen la voluntad de un cambio de mentalidades para un progreso social.

    Otro de los autores que cita el profesor, es Juan Abelardi, quien junto con otra serie de pensadores latinoamericanos la necesidad de una racionalidad ética capaz de abordar y transformar la realidad presente en muchas comunidades y países como Colombia.

    Durante la obra se encuentran rasgos característicos como:

    • Personalidad del pensamiento latinoamericano.
    • Recorrido histórico para una construcción social a partir del pensamiento latinoamericano.
    • Caracterización de autores y su aporte para Latinoamérica.

    La obra aborda de forma reflexiva cual debe ser el proceso de transformación social, que debe ser ejercido a partir de una ética responsable que no se limite solo al actuar, sino que trascienda de ello, en otras palabras, una actitud crítica y propositiva frente a las dinámicas del mundo actual. Finalmente, es válido resaltar que el autor termina en su texto, resaltando que el poder de la ética puede renovar y cambiar las conciencias.

  129. Análisis crítico de “Aurora” de Nietzsche

    Nietzsche comienza Aurora criticando a los filósofos por sus prejuicios y falta de autoexamen. Sostiene que muchos filósofos aceptan dogmas y creencias sin cuestionarlos profundamente, lo que limita su capacidad de llegar a una verdadera comprensión de la realidad. Nietzsche anima a los filósofos a ser más críticos y a cuestionar incluso sus propias suposiciones básicas. Un prejuicio común que Nietzsche critica es la creencia en la objetividad absoluta. Este sugiere que la búsqueda de la verdad está influenciada por la perspectiva y los intereses individuales de cada filósofo.

    Nietzsche explora como los sentimientos morales, como la compasión, la humildad y la justicia, han evolucionado a lo largo del tiempo. Argumenta que estos sentimientos no son innatos, sino que se han desarrollado en respuesta a condiciones históricas y culturales específicas. Analiza como el cristianismo, en particular, ha moldeado los sentimientos morales de occidente, promoviendo valores que él considera debilitantes. La compasión es vista por Nietzsche como una herramienta utilizada por el cristianismo para mantener el control sobre las personas, él dice que aunque la compasión parece ser un valor positivo, en realidad puede impedir que las personas desarrollen su propia autonomía.

    Nietzsche también examina la religión desde una perspectiva crítica, argumentando que las creencias religiosas son proyecciones de las necesidades y miedos humanos. Considera que la religión ha sido utilizada para imponer una moralidad que limita el potencial humano y desvaloriza la vida terrenal en favor de una vida después de la muerte, por ejemplo, la creencia de un Dios omnipotente y la promesa de una vida eterna pueden ser vistas como formas de controlar el comportamiento humano, manteniendo a las personas en un estado de dependencia y sumisión en lugar de fomentar su crecimiento y autonomía.

    Nietzsche desafía de que la moralidad es absoluta y universal, sostiene que las normas morales son construcciones humanas que reflejan las necesidades y circunstancias de una sociedad en un momento dado. Propone que cada individuo debe desarrollar su propia moralidad basada en su experiencia y comprensión del mundo, es decir, en lugar de aceptar ciegamente que mentir siempre está mal, cada individuo debería evaluar las circunstancias y consecuencias de sus acciones para determinar lo que es moralmente correcto en cada situación.

    Por ultimo me llamó la atención la idea que introduce Nietzsche de “Hombre nuevo”, lo describe como un individuo que ha trascendido las restricciones de la moralidad tradicional y vive según sus propios valores. Este hombre nuevo es autónomo y acepta la vida tal como es incluyendo sus dificultades y desafíos, siguiendo el concepto de “amor fati” otro aspecto llamativo ya que esto significa “amor al destino”. Este hombre nuevo no se ve limitado por la culpa o la venganza impuesta por la moral tradicional. En su lugar, acepta sus deseos e impulsos y busca expresar su creatividad y vitalidad de manera autentica.

    La enseñanza profesional y personal que me deja, es igual a lo que simboliza el nombre de este libro “Aurora”. Simboliza una nueva era de pensamiento y moralidad. La aurora representa el momento del amanecer, cuando la oscuridad de la noche da paso a la luz del día. Este título refleja el propósito de la obra y lo que sus lectores pueden sentir, iluminar el pensamiento, liberar a las personas de las sombras de las viejas creencias y prejuicios, dar paso a una nueva comprensión de la vida y la moralidad, nos enseña a ser libres, vivir plenamente sin ataduras, buscar nuestros placeres y felicidad de acuerdo a como vemos y vivimos nuestro propio mundo.

  130. ÉTICA RACIONALISTA (Descartes, Espinoza, Leibniz)

    Por: Mariángel Ruiz

    DESCARTES: Reflexión sobre la ética racionalista de Descartes René Descartes, conocido como el padre de la filosofía moderna, no solo se centró en cuestiones epistemológicas y metafísicas, sino también exploró la ética dentro del marco del racionalismo. Su enfoque busca anclar la moral en la razón, proporcionando un camino hacia la felicidad y una vida virtuosa. Principios éticos cartesianos Duda metódica: Descartes comienza su análisis ético cuestionando todo lo que no pueda ser demostrado con certeza absoluta, incluyendo las normas y creencias morales, en busca de una base sólida para la ética

    Supremacía de la razón: Para Descartes, la razón es la única herramienta confiable para discernir lo verdadero de lo falso en asuntos morales, identificando principios universales e inmutables independientes de las tradiciones o creencias individuales.

    Libertad y voluntad: Considera al ser humano como un agente libre que elige entre el bien y el mal, aunque esta libertad está limitada por la razón. La voluntad, guiada por la razón, permite la acción virtuosa y la búsqueda de la felicidad.

    Virtudes destacadas por Descartes

    Generosidad: Control de las pasiones y la moderación en la acción.

    Firmeza: Persistencia en las decisiones tomadas basadas en la razón.

    Autocontrol: Gestión de emociones y comportamiento racional.

    Concepto de felicidad

    Descartes sostiene que la verdadera felicidad no se encuentra en la búsqueda de placeres temporales, sino en vivir conforme a la razón y las virtudes, lo que lleva a la tranquilidad mental y la plenitud existencial.

    Críticas y limitaciones

    Sobrevaloración de la razón: Ha sido criticado por su enfoque excesivo en la razón, ignorando la relevancia de las emociones y la intuición en las decisiones morales.

    Desconexión emocional: La búsqueda de virtud racional puede suprimir las emociones, dificultando la comprensión de situaciones complejas que requieren sensibilidad.

    Falta de aplicabilidad práctica: La ética cartesiana ha sido cuestionada por su abstracción y la dificultad de aplicación en la vida cotidiana.

    A pesar de las críticas, la ética racionalista de Descartes ofrece un marco valioso para reflexionar sobre la moral y la búsqueda de una vida virtuosa, destacando la importancia de la razón, la libertad y la responsabilidad individual en la actualidad.

      SPINOZA:

      Baruch Spinoza, filósofo neerlandés del siglo XVII, desarrolló una ética racionalista que explora la naturaleza de la realidad, el papel del ser humano en ella y el camino hacia la felicidad y la libertad. Su obra principal, Ética demostrada según el orden geométrico, presenta una visión sistemática y rigurosa de la moral, fundamentada en la razón y el conocimiento científico.

      Principios éticos spinozianos

      1. Monismo: Spinoza parte de la premisa de una única sustancia, Dios o Naturaleza, de la cual todo emana. Esta sustancia es infinita, eterna e indivisible.
      2. Determinismo: Todas las acciones en el universo, incluidas las humanas, están determinadas por las leyes naturales. La libertad, para Spinoza, radica en el conocimiento de estas leyes y la capacidad de actuar en armonía con ellas.
      3. Conatus: Cada ser posee un impulso innato para preservar su existencia, que fundamenta sus emociones, acciones y decisiones.

      Virtudes en la ética de Spinoza

      Spinoza no enumera virtudes específicas, sino que propone el cultivo de la potencia o capacidad de actuar según la razón, que conduce a la felicidad.

      • Razón: Es fundamental para comprender la realidad y liberarse de las emociones negativas.
      • Generosidad: Implica actuar en beneficio de otros, reconociendo la interconexión entre todos los seres.
      • Fortaleza: Consiste en enfrentar desafíos con determinación, guiados por la razón.
      • Humildad: Reconocer nuestras limitaciones y nuestra dependencia de la naturaleza.

      Felicidad y realización personal

      Para Spinoza, la verdadera felicidad se encuentra en el desarrollo de la razón y las virtudes, que llevan a un estado de beatitud intelectual y liberan del sufrimiento y las pasiones negativas.

      Críticas y limitaciones

      • Determinismo: Se critica por limitar la libertad individual al sugerir que las acciones están predestinadas.
      • Énfasis en la razón: Al igual que en la ética cartesiana, se critica el exceso de énfasis en la razón, relegando la importancia de las emociones.
      • Dificultad de aplicación: La ética spinoziana, abstracta y teórica, puede ser difícil de aplicar en la vida cotidiana.

      A pesar de las críticas, la ética racionalista de Spinoza ofrece una visión profunda sobre la moral y la búsqueda de la plenitud. Su énfasis en la razón, el conocimiento y la conexión con la naturaleza sigue siendo relevante hoy en día.

      LEIBNIZ

      Gottfried Wilhelm Leibniz, destacado filósofo y matemático del siglo XVII, forjó una ética racionalista que aborda la comprensión del bien y el mal, el rol de la razón en las decisiones morales, y la senda hacia la felicidad y la perfección. En su obra principal, Ensayo de teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal, expone una visión sistemática de la moral basada en la razón, la lógica y la armonía universal.

      Principios Fundamentales

      1. Monadología: Leibniz presenta una metafísica donde el universo está compuesto por mónadas, unidades indivisibles, cada una con sus propias características y acciones.
      2. Predeterminación Armónica: Aunque Dios predetermina todos los eventos, incluidas las acciones humanas, la libertad reside en actuar de acuerdo con nuestra naturaleza racional y contribuir a la armonía universal.
      3. Optimismo Racional: Considera que el mundo actual es el mejor posible, donde el mal surge de las limitaciones de las mónadas finitas y no de la creación divina.

      Virtudes en la Ética de Leibniz

      Leibniz propone cultivar la armonía y la perfección en nuestras acciones para acercarnos a Dios y a la armonía universal. Destaca:

      • Amor: Como la benevolencia hacia los demás.
      • Justicia: Actuar respetando los derechos y contribuyendo al bien común.
      • Prudencia: Discernir y actuar racionalmente.
      • Sabiduría: Conocimiento y aplicación de las leyes naturales para alcanzar la felicidad y perfección.

      Felicidad y Plenitud Existencial

      Leibniz sostiene que la felicidad proviene del cultivo de la razón, las virtudes y la armonía con Dios y el universo, liberándonos del sufrimiento y la discordia.

      Limitaciones y Críticas

      • Optimismo Radical: Su visión optimista del mundo puede ser considerada ingenua ante el problema del mal.
      • Énfasis en la Razón: Como en otras éticas racionalistas, se critica su falta de consideración de las emociones y la intuición.
      • Dificultad de Aplicación: La abstracción de su ética puede hacerla difícil de aplicar en la vida cotidiana.

      A pesar de estas críticas, la ética racionalista de Leibniz sigue siendo relevante por su perspectiva profunda sobre la moral y la búsqueda de la perfección, enfatizando la razón, la armonía universal y el cultivo de virtudes.

    1. ÉTICA EMPIRISTA (Hume, Locke)

      Por: Mariángel Ruíz

      David Hume:

      David Hume, eminente filósofo escocés del siglo XVIII, elaboró una ética empirista fundamentada en la experiencia y la observación, rechazando la existencia de principios morales universales e inmutables. Su obra principal, Investigación sobre la naturaleza de la moral, presenta una perspectiva novedosa donde las emociones y los sentimientos desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones éticas.

      Principios Fundamentales de la Ética Humeana

      1. Empirismo: Para Hume, todo conocimiento se origina en la experiencia, ya sea a través de los sentidos o de la reflexión interna, descartando la presencia de ideas innatas o principios morales absolutos.
      2. Naturalismo: La moralidad, según Hume, se arraiga en los sentimientos y emociones humanas, no en la razón o la voluntad divina. Lo que percibimos como bueno o malo se deriva de nuestras experiencias, generando placer o dolor.
      3. Utilitarismo: Hume aboga por un utilitarismo donde la mejor acción es aquella que maximiza la felicidad para el mayor número de personas.

      Virtudes en la Ética Humeana

      Hume no establece una lista fija de virtudes, sino una guía basada en características que promueven la felicidad y la vida en sociedad:

      • Benevolencia: La capacidad de sentir simpatía y compasión hacia los demás es la base de la moralidad según Hume.
      • Justicia: Implica respetar los derechos y propiedades de los demás para fomentar la armonía social y la felicidad general.
      • Moderación: Controlar los deseos y evitar los excesos, buscando un equilibrio entre el placer y la satisfacción a largo plazo.
      • Sinceridad: La honestidad consigo mismo y con los demás es esencial para construir relaciones de confianza y cooperación.

      Felicidad y Plenitud Existencial

      Hume postula que la felicidad no radica en la búsqueda de placeres momentáneos, sino en cultivar virtudes y llevar una vida equilibrada y satisfactoria. Al desarrollar la empatía, actuar con justicia, controlar los deseos y ser honestos, podemos alcanzar un estado de bienestar y plenitud.

      Limitaciones y Críticas

      • Relativismo Moral: Su ética ha sido criticada por su relativismo moral al negar la existencia de principios morales universales.
      • Énfasis en las Emociones: Al centrarse en las emociones, algunos argumentan que podría llevar a una moral subjetiva.
      • Dificultad para Fundamentar la Obligación Moral: Se critica su incapacidad para explicar por qué tenemos obligaciones morales específicas.

      A pesar de las críticas, la ética empirista de Hume ofrece una perspectiva única y valiosa sobre la moralidad, destacando la importancia de la experiencia, la emoción y la búsqueda de la felicidad en nuestras decisiones éticas.

      John Locke:

      John Locke, destacado filósofo inglés del siglo XVII, desarrolló una ética empirista que se sustenta en la razón, la experiencia y la libertad individual. Sus obras principales, Ensayo sobre el entendimiento humano y Segundo tratado sobre el gobierno civil, exponen su visión de la moralidad, donde la ley natural, los derechos inherentes y la tolerancia ocupan un lugar fundamental.

      Principios Fundamentales de la Ética Lockeana

      • Empirismo: En línea con Hume, Locke postula que todo conocimiento surge de la experiencia, incluida la moralidad, que se deriva de la reflexión sobre nuestras vivencias.
      • Ley Natural: Locke defiende la existencia de una ley natural arraigada en la razón humana, que establece principios universales como la preservación de la vida, la libertad y la propiedad.
      • Derechos Naturales: Desde el nacimiento, los individuos poseen derechos inalienables como la vida, la libertad y la propiedad, fundamentales para la moralidad y que deben ser protegidos por la sociedad.
      • Contrato Social: La sociedad se estructura en torno a un contrato social, en el cual los individuos ceden parte de su libertad a cambio de protección de sus derechos por parte del gobierno, que debe actuar conforme a la ley natural y resguardar los derechos individuales.

      Virtudes en la Ética de Locke

      Locke no establece una lista fija de virtudes, pero resalta algunas esenciales para una vida moral y una sociedad justa:

      • Razón: Es la herramienta primordial para comprender la ley natural y tomar decisiones éticas acertadas.
      • Tolerancia: Fundamental para una sociedad pacífica y próspera, implica aceptar y respetar diferentes creencias y opiniones.
      • Justicia: Implica respetar los derechos de los demás y actuar conforme a la ley natural.
      • Prudencia: Capacita para discernir entre lo correcto y lo incorrecto, actuando con sensatez y responsabilidad.

      Felicidad y Plenitud Existencial

      Según Locke, la felicidad no se halla en la búsqueda de placeres pasajeros, sino en el ejercicio de la razón, la libertad y la virtud. Al vivir conforme a la ley natural, proteger nuestros derechos y contribuir al bien común, podemos alcanzar una vida plena y satisfactoria.

      Limitaciones y Críticas

      • Individualismo: Criticado por su excesivo individualismo, al parecer dar prioridad a los derechos individuales sobre el bien común.
      • Fundamentación de la Ley Natural: Algunos señalan que Locke no logra fundamentar adecuadamente la existencia de una ley natural universal y objetiva.
      • Desigualdad Social: Su teoría del contrato social es criticada por no abordar adecuadamente las causas de la desigualdad social y la pobreza.

      A pesar de las críticas, la ética empirista de Locke ofrece una perspectiva original y valiosa sobre la moralidad, la libertad individual y la tolerancia. Su énfasis en la razón, la experiencia y los derechos naturales sigue siendo relevante en la actualidad, especialmente en sociedades democráticas y liberales.

    2. Por: Mariángel Ruiz

      ÉTICA KANTIANA

      Immanuel Kant, destacado filósofo alemán del siglo XVIII, revolucionó el pensamiento moral con su obra Crítica de la razón práctica, introduciendo el concepto del imperativo categórico como principio moral universal e incondicional. Su enfoque ético, conocido como el «giro copernicano», desplazó a Dios y la teología del centro de la moral, situando la razón y la autonomía individual en su lugar.

      El Giro Copernicano de Kant

      Kant comparó su revolución ética con la revolución copernicana en la astronomía, desplazando a la Tierra del centro del universo. De manera análoga, desplazó a Dios de la moral, otorgando primacía a la razón y la autonomía del individuo.

      El Imperativo Categórico

      El imperativo categórico, eje central de la ética kantiana, es un principio moral universal que nos insta a actuar de manera que nuestra máxima pueda convertirse en ley universal. Es decir, debemos actuar de forma intrínsecamente buena, independientemente de las consecuencias.

      Las Preguntas Kantianas

      Kant planteó cuatro preguntas fundamentales que guían la reflexión moral:

      1. ¿Qué puedo saber?
      2. ¿Qué debo hacer?
      3. ¿Qué puedo esperar?
      4. ¿Qué es el hombre?

      Comentario sobre la Ética Kantiana

      La ética kantiana ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento occidental, inspirando a filósofos, políticos y movimientos sociales. Su énfasis en la razón, la autonomía y la universalidad moral ha dejado una marca perdurable en la historia del pensamiento ético.

      Limitaciones y Críticas

      • Formalismo: Algunos críticos consideran que la ética kantiana es demasiado formalista, pasando por alto las emociones, las consecuencias y las circunstancias específicas en la toma de decisiones éticas.
      • Dificultad de Aplicación: El imperativo categórico puede resultar difícil de aplicar en situaciones concretas debido a la necesidad de evaluar la universalidad de nuestras máximas.
      • Desconexión de la Realidad: Se critica a la ética kantiana por su aparente desconexión de las realidades sociales, políticas y económicas, al ser percibida como demasiado abstracta.

      A pesar de las críticas, la ética kantiana sigue siendo una de las teorías morales más influyentes y relevantes. Su énfasis en la razón, la autonomía y la universalidad moral nos desafía a reflexionar sobre nuestros valores y a tomar decisiones éticas fundamentadas.

    3. ÉTICA DE ILUSTRACIÓN ( concepto, Voltaire y Rousseau)

      Por: Mariángel Ruiz

      La Ética de la Ilustración, también conocida como moral ilustrada, es un conjunto de ideas filosóficas que surgieron durante el siglo XVIII en el contexto del movimiento intelectual de la Ilustración. Este movimiento destacó la importancia de la razón, la ciencia, el progreso y el humanismo, desafiando las autoridades tradicionales como la religión y la monarquía absoluta.

      En sus pilares fundamentales, la Ética de la Ilustración se basaba en la primacía de la ciencia y la razón para comprender el mundo y tomar decisiones morales. Se defendía la autonomía individual y la capacidad de discernir entre el bien y el mal mediante el uso de la razón. Además, se promovía el valor del ser humano, resaltando la dignidad, la libertad individual y la búsqueda de la igualdad y la justicia para todos. Los pensadores ilustrados creían en el progreso de la humanidad a través de la educación, la ciencia y la razón, aspirando a una sociedad más feliz y próspera.

      Destacados representantes de esta ética fueron Voltaire y Rousseau. Voltaire criticó la religión, la superstición y la intolerancia, abogando por la libertad de expresión, la tolerancia religiosa y la separación Iglesia-Estado. Por su parte, Rousseau cuestionó el progreso y la sociedad de su tiempo, proponiendo que la autoridad legítima proviene del consentimiento de los ciudadanos y abogando por una sociedad más igualitaria y justa.

      La Ética de la Ilustración dejó un legado profundo en el pensamiento occidental, sentando las bases para las democracias modernas, los derechos humanos y el Estado de derecho. A pesar de las críticas que ha recibido, continúa siendo una fuente de inspiración para quienes buscan construir sociedades más justas, libres y racionales.

      1. Ética racionalista: Gottfried Wilhelm Leibniz

      La ética racionalista sostiene que los principios morales se pueden descubrir y justificar mediante la razón. Los racionalistas creen que existen verdades morales universales y objetivas que se pueden conocer a través del pensamiento lógico y deductivo.

      Leibniz desarrolló una teoría ética basada en el principio de la razón suficiente y la armonía preestablecida. Su visión ética se integra en su metafísica, donde todo en el universo tiene una razón de ser y un propósito.

      • Monadas: Leibniz introdujo el concepto de «mónadas», que son sustancias indivisibles y fundamentales del universo. Cada mónada refleja el universo entero desde su perspectiva, y sus interacciones se rigen por una armonía preestablecida por Dios.
      • Optimismo metafísico: Leibniz es conocido por su afirmación de que vivimos en «el mejor de los mundos posibles», dado que Dios, siendo perfecto y omnisciente, creó el mundo de tal manera que maximiza el bien y minimiza el mal.
      • Ética empirista: David Hume

      La ética empirista sostiene que el conocimiento moral deriva de la experiencia sensorial y la observación, más que de la razón pura. Según esta corriente, los juicios morales están basados en los sentimientos y las emociones humanas.

      David Hume argumentó que las bases de la moralidad son emocionales más que racionales. Según Hume, la moralidad es un producto de los sentimientos humanos.

      • Sociabilidad natural: Hume sostuvo que los seres humanos tienen una «sociabilidad natural» y que las virtudes morales son aquellas que promueven la felicidad y la cooperación social.
      • «Es» y «debe ser»: Hume es famoso por su «guillotina de Hume», que establece que no se puede derivar un «debe ser» (un juicio moral) de un «es» (un hecho empírico). Esta distinción subraya que los juicios morales no se pueden fundamentar únicamente en observaciones sobre el mundo.
      • Ética kantiana: Immanuel Kant

      La ética kantiana se basa en el principio de la autonomía moral y el imperativo categórico, que sostiene que las acciones son moralmente correctas si se pueden universalizar y respetan la dignidad de los seres racionales.

      Immanuel Kant desarrolló una teoría ética deontológica, centrada en la idea de deber y en la racionalidad.

      • Imperativo categórico: Kant formuló el imperativo categórico, que es una ley moral universal que obliga a actuar solo según máximas que puedan ser universalizadas sin contradicción.
      • Autonomía y dignidad: Kant enfatizó la autonomía de la voluntad y la dignidad intrínseca de los seres humanos, argumentando que debemos tratar a las personas como fines en sí mismas y nunca meramente como medios.
      • Ética de la Ilustración: Jean-Jacques Rousseau

      La Ilustración tuvo un impacto significativo en la sociedad y la política de su tiempo y en épocas posteriores. Inspiró revoluciones como la Americana y la Francesa, y estableció las bases de la modernidad occidental, influyendo en la educación, la política, la economía y los derechos humanos. También promovió el desarrollo de instituciones democráticas, la separación de poderes en el gobierno, y el avance de la ciencia y la tecnología.

      Jean-Jacques Rousseau

      Definición:

      Rousseau propuso una ética basada en la naturaleza humana y el contrato social, argumentando que la moralidad surge de la vida en comunidad y la voluntad general.

      • Contrato social: Rousseau argumentó que la legitimidad política y la moralidad surgen del «contrato social», un acuerdo entre individuos para formar una sociedad que refleja la voluntad general y el bien común.
      • Estado de naturaleza: Rousseau sostuvo que los seres humanos son inherentemente buenos en su estado natural, y que la corrupción y la inmoralidad provienen de la sociedad y las instituciones.

      Friedrich Nietzsche

      Nietzsche propuso una ética basada en la superación del individuo y el rechazo de la moral tradicional cristiana, que consideraba decadente y contraria a la vida.

      • Transvaloración de los valores: Nietzsche abogó por una «transvaloración de todos los valores», rechazando los valores tradicionales de la moral judeocristiana y promoviendo la afirmación de la vida y la creación de nuevos valores.
      • Übermensch: Introdujo el concepto del «Übermensch» o «superhombre», un individuo que crea sus propios valores y vive más allá de las normas convencionales.

      Thomas Hobbes

      Hobbes desarrolló una ética basada en el egoísmo racional y el contrato social, argumentando que la moralidad surge de la necesidad de seguridad y cooperación mutua.

      • Estado de naturaleza: Hobbes describió el estado de naturaleza como una «guerra de todos contra todos» en la que la vida es «solitaria, pobre, desagradable, brutal y breve».
      • Contrato social: Para Hobbes, la moralidad y el orden social surgen del contrato social, en el cual los individuos acuerdan ceder algunas de sus libertades a un soberano a cambio de seguridad y paz.
    4. Ética de Marx, Nietzsche y Hobbes

      La Ética de Marx, Nietzsche y Hobbes ofrece tres visiones contrastantes sobre la moralidad, cada una fundamentada en principios filosóficos distintos.

      La Ética marxista, de Karl Marx, se centra en el análisis materialista de la historia y critica el capitalismo como generador de una moral que legitima la explotación. Propone una moralidad basada en la igualdad y la justicia social en una sociedad sin clases.

      La Ética nietzscheana, de Friedrich Nietzsche, desafía la moral tradicional como una forma de represión social. Nietzsche propone una moral basada en la voluntad de poder y la autosuperación, contrastando con la moral del rebaño que promueve la sumisión.

      La Ética hobbesiana, de Thomas Hobbes, parte de una visión pesimista de la naturaleza humana y la necesidad de un contrato social para evitar el caos y la violencia. Considera que la moralidad deriva de las leyes establecidas por el estado para mantener el orden social.

      Cada enfoque tiene sus críticas. La Ética marxista es criticada por su determinismo económico, la nietzscheana por su relativismo moral y la hobbesiana por su visión pesimista de la naturaleza humana.

      A pesar de estas críticas, estas perspectivas filosóficas siguen siendo relevantes en la actualidad, desafiándonos a reflexionar sobre los fundamentos de la moralidad y su papel en la sociedad.

    5. ”La Moral de Aristóteles” y “Aurora” de Nietzsche

      Por: Mariángel Ruiz

      La comparación entre «La moral de Aristóteles» y «Aurora» de Nietzsche ofrece un interesante contraste entre dos enfoques filosóficos diferentes sobre la moralidad y la ética.

      En «La moral de Aristóteles», el énfasis está en la ética de la virtud, donde el objetivo es alcanzar la eudaimonia o la felicidad a través del cultivo de virtudes como la prudencia, la valentía, la justicia y la templanza. Aristóteles aborda la moral desde una perspectiva teleológica, donde el fin último es el florecimiento humano dentro de una comunidad ética.

      Por otro lado, «Aurora» de Nietzsche presenta una crítica radical a la moral tradicional y a los valores establecidos. Nietzsche cuestiona la noción de bien y mal, y propone una «moralidad más allá del bien y del mal», que implica la superación de los valores tradicionales en favor de una voluntad de poder creativa y auténtica.

      Comparativamente, mientras que Aristóteles se enfoca en la búsqueda de la excelencia moral a través del desarrollo de virtudes arraigadas en la naturaleza humana, Nietzsche aboga por una reevaluación de los valores morales convencionales y una afirmación de la individualidad y la voluntad de poder.

      Explorar estas dos obras en conjunto proporciona una comprensión más amplia de las diferentes perspectivas filosóficas sobre la moralidad, desde una concepción más tradicional y comunitaria hasta una crítica más radical y existencial.

    6. Aurora
      Friedrich Nietzsche

      Aurora es una obra filosófica de Friedrich Nietzsche que aborda una amplia gama de temas, desde la moralidad hasta la cultura y la religión. Al reflexionar sobre este trabajo, encontramos algunas ideas provocativas y reveladoras que incitan a la reflexión personal.

      En Aurora, Nietzsche critica severamente la moral tradicional, especialmente la moral cristiana, considerándola una forma de esclavitud espiritual que suprime el potencial humano. Aboga por una moralidad más allá del bien y del mal que surge de la individualidad y la voluntad de poder. Esta idea desafía las nociones tradicionales del bien y del mal y plantea la cuestión de cómo construir una moralidad verdaderamente liberadora y afirmativa de la vida.

      Además, Nietzsche considera la influencia de la religión en la naturaleza de la cultura y su creación. Sostiene que la religión, especialmente el cristianismo, tiene un fuerte control sobre la mente humana y ha suprimido la creatividad y la expresión individual. Propone el concepto de «Superhombre» como alguien que trasciende las limitaciones impuestas por la religión y la moral tradicional y se esfuerza por maximizar el potencial humano.

      Personalmente, cuando pienso en Aurora, veo que Nietzsche presenta una visión del mundo desafiante y provocativa. Sus ideas nos desafían a cuestionar creencias arraigadas y explorar nuevas formas de entender la moralidad, la cultura y la individualidad. Nos hace pensar en cómo nuestras propias creencias y valores están influenciados por fuerzas externas y cómo podemos liberarnos de estas limitaciones para ganar más autenticidad y plenitud en la vida. En definitiva, Aurora nos desafía a trascender las limitaciones impuestas por la sociedad y la tradición y encontrar un camino hacia la autoafirmación y la realización personal.

    7. LIBRO AURORA DE FRIEDRICH NIETZSCHE 

      «Aurora» de Friedrich Nietzsche es una obra que se dedica a cuestionar y revaluar los fundamentos de la moralidad tradicional, explorando cómo esta ha sido moldeada por la religión y la sociedad. En el primer libro, Nietzsche critica la autenticidad de los motivos morales proclamados por la gente, sugiriendo que muchas de estas acciones son, en realidad, errores de juicio o autoengaños. Esta crítica se extiende a la manera en que la religión ha influido en la moralidad, fomentando una conformidad que suprime la individualidad.

      En el segundo libro, Nietzsche se adentra en la naturaleza de los instintos humanos y cómo estos dictan nuestras acciones. Analiza las estrategias para controlar y dirigir estos instintos, y propone que los conflictos entre ellos son inevitables, con la inteligencia humana actuando como mediadora. En este análisis, destaca la migración de las costumbres tradicionales hacia una nueva moral libre de prejuicios, en la que la probidad intelectual se convierte en una nueva pasión.

      El tercer libro aborda la evolución de la moral y su impacto en la psicología humana. Nietzsche explora cómo las intenciones y los juicios morales se desarrollan y distorsionan con el tiempo, y cómo las percepciones de bien y mal se construyen socialmente. Cuestiona los verdaderos motivos detrás de sentimientos y actitudes morales como el altruismo y la compasión, sugiriendo que muchas veces son construcciones sociales que enmascaran otros intereses.

      En el cuarto libro, Nietzsche examina la relación entre moralidad y religión, criticando cómo la moral religiosa ha suprimido la individualidad e impuesto una conformidad moral. Argumenta que la moral religiosa se basa en un concepto erróneo de justicia divina y promueve una mentalidad de rebaño que es perjudicial para el desarrollo personal y la auténtica creatividad. Señala cómo las doctrinas morales persisten incluso después del alejamiento de los dogmas religiosos.

      Finalmente, en el quinto libro, Nietzsche propone una nueva forma de pensar basada en la afirmación de la vida y la aceptación de la realidad tal como es. Promueve la idea de que los individuos deben crear sus propios valores y vivir según sus propias normas, liberándose de las restricciones morales tradicionales y abrazando su voluntad de poder.

      En definitiva, «Aurora» es un libro  donde Nietzsche desafía la moral tradicional y religiosa, proponiendo una moralidad basada en la individualidad, la creatividad y la voluntad de poder. La obra refleja su crítica a la conformidad moral y su defensa de una vida más auténtica y libre. Esta visión crítica y revolucionaria es fundamental para comprender el pensamiento de Nietzsche y su influencia en la filosofía moderna.

      La importancia de leer «Aurora» radica en la capacidad de esta obra para provocar una profunda reflexión sobre nuestra propia moralidad y ética, ayudándonos a cuestionar y redefinir nuestros valores personales. Nietzsche nos invita a desarrollar una ética basada en nuestra propia individualidad, lo que puede resultar en una mayor autenticidad y autoexpresión. Desafiando las normas restrictivas, Nietzsche inspira a los lectores a liberar su creatividad y vitalidad, promoviendo una vida más plena y dinámica. Su crítica radical y sus ideas innovadoras fortalecen nuestro pensamiento crítico, permitiéndonos enfrentar la vida con una mente más abierta y dispuesta a cuestionar. Leer «Aurora» puede ser una experiencia transformadora, cambiando la forma en que vemos el mundo y nuestra posición en él.

    8. genealogia de la moral de Friedrich Nietzsche

      Por: john jairo martinez charris

      Friedrich Nietzsche es uno de los filósofos más influyentes en la historia de la filosofía occidental. Su libro «Genealogía de la moral», publicado en 1887, es una obra que ha generado una gran cantidad de debates e interpretaciones a lo largo de los años. En este ensayo, exploraremos la genealogía de la moral de Nietzsche, su contexto histórico, las figuras clave y el impacto que ha tenido en el campo de la filosofía.

      Contexto histórico y figuras clave
      Para entender la importancia de la genealogía de la moral de Nietzsche, es crucial tener en cuenta el contexto histórico en el que se escribió. A finales del siglo XIX, Europa estaba experimentando grandes cambios sociales, políticos y culturales. La Revolución Industrial estaba en su apogeo, lo que llevó a cambios significativos en la estructura de la sociedad y en las condiciones de vida de las personas. Además, la influencia de la religión y la moral tradicional estaba disminuyendo, lo que provocó un sentimiento de vacío moral en muchas personas.

      En este contexto, Nietzsche se propuso realizar una crítica profunda de la moral tradicional occidental. En su obra, argumenta que la moral judeocristiana, basada en la oposición entre el bien y el mal, ha sido utilizada como un mecanismo de control por parte de las clases dominantes. Nietzsche sostiene que esta moral ha llevado a una supresión de la vitalidad humana y ha impedido el florecimiento de individuos creativos y poderosos.

      Uno de los conceptos clave en la genealogía de la moral de Nietzsche es la noción de «transvaluación de todos los valores». Nietzsche sugiere que es necesario cuestionar y reevaluar los valores establecidos para liberarse de las cadenas impuestas por la moral tradicional. En lugar de aceptar pasivamente los valores impuestos por la sociedad, Nietzsche aboga por la creación de nuevos valores que estén en sintonía con la naturaleza humana en toda su complejidad y diversidad.

      Impacto y influencias
      La genealogía de la moral de Nietzsche ha tenido un impacto profundo en la filosofía occidental y ha sido una fuente de inspiración para numerosos filósofos, escritores y artistas. Su crítica radical de la moral tradicional ha provocado debates apasionados sobre la naturaleza de la moralidad y la ética. Muchos han encontrado en Nietzsche una voz que desafía las convenciones sociales y religiosas, invitando a una reflexión más profunda sobre el significado de la vida y la moralidad.

      Entre las figuras influyentes que han contribuido al campo de la genealogía de la moral de Nietzsche se encuentran Michel Foucault y Gilles Deleuze. Foucault se interesó en las ideas de Nietzsche sobre el poder y la moral, y las utilizó para desarrollar su teoría sobre las relaciones de poder en la sociedad. Deleuze, por su parte, exploró la noción de la multiplicidad en la obra de Nietzsche, argumentando que la moral tradicional ha suprimido la diversidad y la creatividad en el ser humano.

      Perspectivas y análisis
      La genealogía de la moral de Nietzsche ha sido objeto de numerosas interpretaciones y debates. Algunos han elogiado su crítica radical de la moral tradicional, argumentando que ha abierto nuevas posibilidades de pensar la ética y la moralidad. Otros, sin embargo, han cuestionado sus ideas, señalando que su rechazo absoluto de la moral puede llevar a un nihilismo moral peligroso.

      En mi opinión, la genealogía de la moral de Nietzsche ofrece una crítica valiosa de las concepciones tradicionales de la moralidad y la ética. Su llamado a la transvaluación de todos los valores es una invitación a cuestionar las normas establecidas y a buscar nuevas formas de pensar la moralidad en un mundo cambiante y complejo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las ideas de Nietzsche son polémicas y pueden interpretarse de diferentes maneras, lo que hace necesario un debate abierto y crítico sobre su legado.

      Desarrollos futuros
      En el futuro, es probable que la genealogía de la moral de Nietzsche siga siendo un tema relevante en la filosofía contemporánea. A medida que la sociedad evoluciona y cambian las condiciones de vida de las personas, será necesario seguir reflexionando sobre las implicaciones de su crítica de la moral tradicional. Además, es probable que surjan nuevas interpretaciones y enfoques que enriquezcan nuestro entendimiento de esta obra seminal.

      En conclusión, la genealogía de la moral de Nietzsche es una obra fundamental en la historia de la filosofía occidental. Su crítica radical de la moral tradicional ha generado debates apasionados y ha sido una fuente de inspiración para numerosos filósofos y pensadores. A través de su llamado a la transvaluación de todos los valores, Nietzsche nos invita a reflexionar sobre el significado de la moralidad en un mundo en constante cambio. Su legado perdura como un desafío a las convenciones establecidas y una invitación a la reflexión crítica sobre la naturaleza humana y la ética.

    9. libro Aurora de Friedrich

      «Aurora» de Friedrich Nietzsche es una obra que se caracteriza por su audacia y su afán de desafiar las convenciones establecidas. A través de su estilo provocador y su lenguaje filosófico denso y complejo, Nietzsche nos invita a cuestionar y reevaluar nuestras creencias y valores arraigados.

      En «Aurora», Nietzsche aborda temas que van desde la moralidad y la religión hasta la cultura y la sociedad. Su crítica incisiva y mordaz hacia la moral tradicional y los sistemas de creencias establecidos puede resultar impactante y perturbadora para algunos lectores. Nietzsche desmantela los conceptos de bien y mal, y plantea la idea de que la moralidad es una construcción humana que puede ser cuestionada y reinterpretada.

      El estilo de escritura de Nietzsche en «Aurora» es desafiante y exige una atención y reflexión profundas. Sus pensamientos son presentados en forma de aforismos, fragmentos y reflexiones discontinuas, lo que puede dificultar la comprensión y la interpretación. Sin embargo, esta estructura fragmentada también permite una variedad de lecturas y múltiples niveles de significado.

      Una crítica que podría surgir en relación a «Aurora» es su falta de claridad y coherencia en la presentación de sus ideas. Nietzsche a menudo se adentra en divagaciones y digresiones, lo que puede hacer que el lector se pierda en medio de su argumentación. Además, su estilo retórico y polémico puede resultar agotador y alienante para aquellos que no están familiarizados con sus obras anteriores.

      A pesar de estas posibles críticas, «Aurora» sigue siendo una obra de gran importancia en el pensamiento filosófico de Nietzsche. A través de su desafío a la moral establecida y su llamado a la reevaluación de nuestros valores, Nietzsche nos invita a reflexionar sobre la condición humana y nuestro papel en el mundo. «Aurora» nos desafía a cuestionar nuestras suposiciones y nos incita a buscar nuestra propia autenticidad y sentido de la vida más allá de las convenciones sociales.

    10. Aurora, Nietzsche

      El texto de Aurora se contextualiza en la época positivista, donde desafió los valores morales convencionales. El consideraba que los valores morales tradiciones eran impuestos por la religión y la sociedad, propia una evaluación de los valores, basada en la perspectiva individual y la libertad
      personal.

      Esta obra se compone por aforismos y ensayos cortos donde el autor buscaba presentar sus ideas de manera concisa y provocativa, con el fin de atrapar al lector, facilitando la reflexión y la reinterpretacion por parte del lector.

      En el desarrollo se presentan varios temas como:

      Critica a la moralidad: Nietzsche consideraba que los valores morales estaban arraigados en el miedo, el resentimiento y el control social, en lugar de lo que el consideraba principios
      éticos genuninos.

      Religion y moralidad: Los valores morales no son absolutos, ni divinos, sino que son
      construcciones humanas que reflejan las condiciones históricas y sociales de la época.
      Muchos de los preceptos morales se heredan de la doctrina religiosa que ya nos sirven a las necesidades del individuo moderno.

      Libre albedrío y determinismo: Nietzsche se direccionó hacia los conceptos de libre albedrío y determinismo, porque estos eran de gran influencia en las responsabilidad moral y el comportamiento humano.

      Psicología de la moralidad: Las emociones, instintos y las experiencias personales moldean nuestras creencias morales. Los juicios morales , que van desde las emociones y los impulsos inconscientes construyen lo que seria nuestras creencias éticas.

      Todo esto motivado que la obra se sitúa en un momento de creciente secularización en Europa, el declive de la influencia cristiana y la moral tradicional, eran los motivos a los que se enfrentaba Nietzsche, donde se abogaba por una reintrepretación radical de los valores.

      La relación que hay con los valores morales y, que estos están arraigados en el miedo, el resentimiento y el control social. Nosotros como estudiantes de derecho deberíamos cuestionarnos sobre las bases morales de las leyes, en la que la interpretación se de más profunda y crítica de las normas actuales y en su aplicación de diferentes contextos sociales e históricos. De manera que para interpretar o ley de manera más flexible y justa, es necesario considerar el contexto histórico y
      cultural.

      La relación entre libre albedrío y determinismo es fundamental en la responsabilidad moral y legal,

      de manera que un estudiante de derecho debe comprender cómo estos influyen en la evaluación de la culpabilidad y la responsabilidad de las acciones humanas. Como estudiantes de derecho, es importante medir la intencionalidad y la capacidad de decisión de los individuos cuando son cuestionados.

      Nietzsche también aborda los conceptos de libre albedrío y determinismo, los cuales son fundamentales en la discusión sobre la responsabilidad moral y legal. Un estudiante de derecho debe comprender cómo estos debates influyen en la evaluación de la culpabilidad y la responsabilidad de las acciones humanas. Esta comprensión puede ser vital en la práctica jurídica, especialmente en casos donde la intencionalidad y la capacidad de decisión de los individuos son cuestionadas.

      Por lo anterior, podemos definir que el texto Aurora de Nietzsche nos conlleva a los estudiantes de derecho a cuestionarnos sobre las bases morales de las leyes, la evolución histórica de la moralidad, los factores psicológicos y contextuales en la práctica legal. Con la finalidad de fomentar la apropiación crítica y reflexiva a la justicia, forjando a los futuros abogados para enfrentar los complejos desafíos éticos y legales.

    11. La ética, como rama de la filosofía, ha sido estudiada por numerosos pensadores a lo largo de la historia. A continuación, se presentan algunos de los filósofos más importantes en este campo y sus aportes a la sociedad actual:

      Sócrates (470-399 a.C.)
      Aportes: Sócrates es conocido por su método de diálogo y cuestionamiento, conocido como la «mayéutica», que busca llegar a la verdad a través del diálogo racional. Su énfasis en la importancia de la autoexaminación y la búsqueda de la virtud sigue siendo relevante en la educación y en la ética personal.

      Platón (427-347 a.C.)
      Aportes: Platón, discípulo de Sócrates, desarrolló la teoría de las Ideas o Formas, proponiendo que la justicia y otros valores éticos existen como ideales abstractos. Su obra «La República» aborda cuestiones de justicia y la estructura de una sociedad ideal, influyendo en la teoría política y social

      Aristóteles (384-322 a.C.)
      Aportes: Aristóteles propuso la ética del eudemonismo, que considera que la felicidad (eudaimonía) es el fin último de la vida humana y que se alcanza mediante la práctica de la virtud. Su «Ética a Nicómaco» sigue siendo una referencia en la ética contemporánea, especialmente en debates sobre el carácter y la virtud.

      Immanuel Kant (1724-1804)
      Aportes: Kant desarrolló la ética deontológica, que enfatiza el deber y las reglas morales universales. Su concepto del «imperativo categórico» sugiere que debemos actuar según máximas que puedan ser universalizadas. Esta perspectiva ha influido en la formulación de derechos humanos y leyes internacionales

      John Stuart Mill (1806-1873)
      Aportes: Mill es un representante destacado del utilitarismo, que sostiene que la moralidad de una acción se juzga por sus consecuencias y el grado en que promueve la felicidad o el bienestar general. Su obra «Utilitarismo» sigue siendo influyente en ética aplicada, políticas públicas y economía.

      Friedrich Nietzsche (1844-1900)
      Aportes: Nietzsche criticó la moral tradicional judeocristiana y propuso la idea del «superhombre» (Übermensch), que trasciende las normas y valores convencionales para crear sus propios valores. Su pensamiento ha influido en diversas áreas, incluida la ética existencial y la crítica cultural

      John Rawls (1921-2002)
      Aportes: Rawls es conocido por su teoría de la justicia como equidad, presentada en «Teoría de la justicia». Propuso el «velo de ignorancia» como un método para determinar principios justos. Su trabajo ha tenido un impacto significativo en la filosofía política y la teoría de la justicia social

      Alasdair MacIntyre (1929- )
      Aportes: MacIntyre es un importante defensor de la ética de la virtud en la tradición aristotélica. En su libro «Después de la virtud», critica la fragmentación moral de la modernidad y aboga por un retorno a una ética basada en las virtudes comunitarias.

      Estos filósofos han dejado un legado que sigue siendo crucial en debates éticos contemporáneos. Sus ideas influyen en áreas como los derechos humanos, la justicia social, la política, la bioética y la moralidad personal. La reflexión sobre sus pensamientos continúa siendo esencial para enfrentar los dilemas éticos de la sociedad actual.

      Nathaly Paternina sierra 2A-unilibre

    12. La ética juega un papel fundamental en la sociedad del siglo XXI, ya que proporciona un marco para enfrentar los desafíos morales y sociales que surgen en un mundo cada vez más complejo y globalizado. A continuación se detallan algunas razones clave de su importancia:

      1. Guía para la toma de decisiones:
      • En un mundo caracterizado por rápidas innovaciones tecnológicas y cambios sociales, la ética ofrece principios y valores que ayudan a las personas y organizaciones a tomar decisiones informadas y responsables. Esto es crucial en campos como la inteligencia artificial, la biotecnología y el cambio climático.
      1. Fomento de la confianza y la cohesión social:
      • Una sociedad ética se basa en la confianza y la cooperación entre sus miembros. La ética promueve la justicia, la transparencia y la integridad, elementos esenciales para el funcionamiento eficaz de instituciones públicas y privadas. La confianza, a su vez, es fundamental para la estabilidad social y económica.
      1. Protección de los derechos humanos:
      • La ética proporciona una base para la defensa de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. En el siglo XXI, cuestiones como la igualdad de género, los derechos de las minorías y la lucha contra la discriminación requieren un fuerte fundamento ético para avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.
      1. Responsabilidad corporativa y sostenibilidad:
      • Las empresas y organizaciones son cada vez más conscientes de su responsabilidad social y ambiental. La ética empresarial promueve prácticas sostenibles, la responsabilidad social corporativa y el respeto por el bienestar de empleados, clientes y comunidades. Esto es esencial para la sostenibilidad a largo plazo y la reputación corporativa.
      1. Manejo de dilemas tecnológicos:
      • Las innovaciones tecnológicas plantean nuevos dilemas éticos, como la privacidad de los datos, la automatización del trabajo y el impacto de las redes sociales en la democracia. La ética proporciona un marco para evaluar y mitigar los efectos negativos de estas tecnologías, asegurando que su desarrollo y uso beneficien a la humanidad.
      1. Promoción de la paz y la justicia global:
      • En un mundo interconectado, la ética internacional es crucial para abordar problemas globales como los conflictos armados, la migración, la pobreza y la crisis climática. La cooperación ética entre naciones y la promoción de la justicia global son esenciales para la paz y la prosperidad compartida.
      1. Fomento del bienestar individual y colectivo:
      • La ética no solo se aplica a cuestiones globales y corporativas, sino también a la vida cotidiana de las personas. Promover valores éticos como la empatía, la honestidad y el respeto mejora las relaciones personales y contribuye al bienestar general de la sociedad.

      En resumen, la ética en el siglo XXI es vital para enfrentar los desafíos complejos y multifacéticos que definen nuestra era. Desde la tecnología hasta los derechos humanos y la sostenibilidad, la ética proporciona una guía imprescindible para construir una sociedad más justa, equitativa y sostenible.

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    13. Las corrientes filosóficas de los filósofos que han tenido un mayor impacto en la actualidad abarcan desde la antigüedad clásica hasta los desarrollos modernos y contemporáneos.

      Ética Virtuosa (Aristóteles)
      Filosofía: La ética de la virtud de Aristóteles se centra en el desarrollo del carácter moral y la práctica de virtudes como la justicia, la valentía y la sabiduría. Aristóteles argumentaba que la felicidad (eudaimonía) se logra mediante la vida virtuosa.
      Impacto Actual: Esta corriente influye en la educación y el desarrollo personal, promoviendo el crecimiento del carácter y la excelencia moral en la vida cotidiana.

      Deontología (Immanuel Kant)
      Filosofía: La ética deontológica de Kant enfatiza la importancia del deber y las normas morales universales. El «imperativo categórico» de Kant propone actuar solo según aquellas máximas que se puedan querer como leyes universales.
      Impacto Actual: La deontología es fundamental en el diseño de sistemas legales y en la formulación de políticas de derechos humanos, garantizando que las acciones se juzguen por su conformidad con principios morales universales, más que por sus consecuencias.

      Existencialismo (Friedrich Nietzsche)
      Filosofía: Nietzsche cuestionó los valores tradicionales y propuso que los individuos deben crear sus propios valores en un mundo sin sentido inherente. Introdujo conceptos como el «superhombre» y la «voluntad de poder».
      Impacto Actual: El existencialismo influye en la literatura, la psicología y la crítica cultural, fomentando la autenticidad y la autoexploración en un contexto de libertad personal y responsabilidad.

      Justicia como Equidad (John Rawls)
      Filosofía: Rawls propuso la teoría de la justicia como equidad, que se basa en principios de igualdad y equidad derivados del «velo de ignorancia». Abogaba por una distribución justa de los recursos y oportunidades.
      Impacto Actual: Su teoría ha influido en el desarrollo de políticas de justicia social y la creación de sistemas que buscan reducir las desigualdades económicas y sociales, siendo central en debates sobre justicia distributiva

      Estas corrientes filosóficas no solo han moldeado la teoría ética y moral, sino que también han tenido un impacto práctico en diversas áreas de la sociedad contemporánea, desde la legislación y las políticas públicas hasta la educación y la vida cotidiana.

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    14. La ética presocrática se centra en la búsqueda de explicaciones racionales sobre la naturaleza y el cosmos, mientras que la ética socrática, influenciada por Sócrates, destaca la importancia del autoconocimiento y la reflexión para alcanzar la virtud y una vida moral. Estas corrientes éticas marcaron un hito en la historia de la filosofía, estableciendo las bases para el desarrollo posterior de la ética occidental.

    15. A lo largo de la historia, la ética ha tejido un complejo tapiz que refleja la evolución de nuestras percepciones morales. Desde las indagaciones de los pensadores presocráticos, como Tales y Anaximandro, quienes exploraron los fundamentos de lo justo y lo injusto en la naturaleza, hasta el legado actual en torno a la virtud y el conocimiento, hemos recorrido un camino filosófico fascinante. Sin embargo, el panorama ético contemporáneo presenta desafíos únicos, pues nos encontramos en una era marcada por la globalización y la interconexión digital. La diversidad cultural y la rápida evolución tecnológica plantean preguntas cruciales sobre cómo adaptar y aplicar principios éticos universales en este mundo moderno. En este contexto, debemos reflexionar profundamente sobre cómo conciliar la sabiduría ancestral con las necesidades éticas actuales, buscando así un equilibrio que guíe nuestra conducta hacia un futuro ético y sostenible. La ética presocrática se centraba en la naturaleza y el cosmos, buscando entender el orden del universo. En contraste, la ética socrática, impulsada por Sócrates, se enfocaba en la moralidad individual y el autoconocimiento a través del diálogo y la reflexión. Ambas perspectivas influyeron en el desarrollo del pensamiento ético en la filosofía occidental.

      José David Fragoso

    Todo muy bien